Por Delfina Suárez (fotógrafa)
Sí, así los llamo a los pibes que a través de los años he podido capturar con mi cámara en distintas situaciones. “A pesar de todo” siguen con su inocencia de niños, imaginando un mundo para divertirse.
Salen a jugar al fútbol con los del barrio, a pesar de todo. A subirse al columpio más armado de todos primero que nadie, para ver quién pone más aguante, rajar de la situación de sus casas, salir a comprarle unos juguitos helados al Jorge -y dejarle un par fiados-, ir a las clases de violín los jueves en el CIC del barrio, no extrañar tanto a papá que se la pasa todo el día laburando, visitar la casa de Ruth a ver si tiene unas galletas con ese té chileno que ahí nomás existe.
En fin… a pesar de todo, sin querer queriendo, nada les importa y la siguen pateando.
“Mucha magia y mucha suerte tienen los niños que consiguen ser niños” (Eduardo Galeano)