En plena vigilia por el aborto legal en Plaza Independencia, EL OTRO dialogó con Nora Llaver, docente e investigadora de la UNCuyo, quien sintetizó los trece años de lucha de la “Campaña” en nuestra provincia y les recordó a los legisladores que “aún están a punto de modificar una realidad que lleva a la muerte a muchas mujeres por practicarse un aborto en la clandestinidad”. Además envió un mensaje a la familia de la mujer que se encuentra grave en el Lagomaggiore.

Texto: Milagritos Contreras
Fotos: Coco Yañez

La vigilia por la aprobación del proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo arrancó en horas del mediodía. Como pasó anteriormente, la militancia verde volvió a copar las calles céntricas de Mendoza, en un total contraste con quienes se oponen a la legalización del aborto. La asistencia de “la marea” además de multitudinaria y sumamente organizada, dejó a las claras la muestra de empatía y compromiso con una problemática que ya no se deja ocultar.

Según informaciones que han circulado desde la propia “Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito”, las y los senadores votarían cerca de la medianoche. Queda en ellos y ellas la enorme responsabilidad de inclinarse por el aborto legal o clandestino.

“Si hoy esta lucha no la ganamos en el Congreso, las pibas ya la han ganado en la calle”

En diálogo con EL OTRO, Nora Llaver, docente e investigadora de la UNCuyo y referenta de la “Campaña…”, sintetizó los avances que se han dado en las calles para visibilizar el aborto clandestino: “Es una conquista porque en realidad en las calles, la juventud, las y los jóvenes, les pibes, han hecho propia esta lucha. Tenemos un derecho que en algún momento el Congreso tendrá que aprobar. Decimos que ya basta de hipocresía, los senadores y senadoras todavía no votan, están a tiempo de salvar la vida de las mujeres. Se nos siguen muriendo mujeres, jóvenes y adolescentes por embarazos no deseados y por abortos clandestinos. Lo han expresado legisladores y legisladoras en Diputados que se vota por el aborto legal o clandestino, porque indiscutiblemente es una realidad. Por lo tanto, le decimos a los sectores que están en las antípodas y que dicen defender las dos vidas, que no sean hipócritas, que escuchen las voces de las pibas y las mujeres para que se apruebe la ley”.

 

 

Con lágrimas en los ojos y una sonrisa esperanzadora, Llaver, profundizó sobre el sentimiento que le atravesaba por el cuerpo en plena vigilia verde: “En este momento tengo una profunda emoción, un profundo reconocimiento a nuestras ancestras, que son las que iniciaron esta batalla. Y si hoy no la ganamos en el Congreso, las pibas ya la han ganado en la calle. El aborto ya está despenalizado en nuestra sociedad”.

Como ocurrió recientemente en la provincia de Santiago del Estero, en estos últimos días movilizó a Mendoza el caso de una mujer de 34 años que se encuentra internada en terapia intensiva en el Hospital Lagomaggiore, por practicarse un aborto clandestino.

 

 

“Deseamos profundamente que esta mujer pueda salir de esta situación crítica a la que han llevado este tipo de personajes”, señaló Nora respecto a la situación de la joven internada en el Lagomaggiore, y agregó: “Que una mujer ya tenga hijos e hijas y decida interrumpir su embarazo habla por sí solo. Entonces qué esperan senadores y senadoras para legalizar y proteger. El Estado tiene la obligación, en este caso, de proteger la vida de las mujeres, jóvenes y niñas. Hablamos de un derecho que es la libertad de decidir sobre nuestros propios cuerpos. Si ella no puede salvar su vida, así como las mujeres que han muerto en Santiago del Estero, los vamos a responsabilizar, y el voto será un castigo para quienes han desoído la voz de todas nosotras. Esta mujer y toda su familia tienen que saber que esta Plaza Independencia que hoy está llena está con ellos”.

 

 

 

Históricamente la Iglesia Católica ha obstaculizado fuertemente la lucha para una sociedad más justa e igualitaria, en este sentido la militante histórica por los derechos de las mujeres, completó: “La Iglesia ha sido partícipe de los peores horrores que se ha vivido en la Argentina; no olvidemos el golpe de 1976, que fue un golpe militar, civil, eclesiástico, empresarial. La Iglesia forma parte del Estado y, por lo tanto, ha sesgado históricamente las decisiones del Estado perjudicando a millones de ciudadanos y ciudadanas. Nosotras creemos que esta lucha es clave para que esta institución no siga siendo más escuchada y tenida en cuenta, pero sobre todo que no siga siendo subvencionada. Porque no necesitamos que nos vengan a poner cerrojos en nuestra conciencia. No necesitamos a la Iglesia”.

 

 

 

 

 

Sumate a la Comunidad