Esta semana comenzó el segundo juicio del caso Próvolo, instancia que unifica tres causas, con nueve mujeres imputadas, entre ellas las monjas Kosaka Kumiko y Asunción Martínez, la representante legal Graciela Pascual, las exdirectoras Gladys Pinacca, Valeska Quintana, Cristina Leguiza y Laura Gaetán, la psicóloga Cecilia Raffo y la cocinera Noemí Paz. Imputadas por gravísimos delitos, tales como abuso sexual agravado y corrupción de menores. En diálogo con EL OTRO, Lucas Lecour, presidente de Xumek y abogado querellante en la causa, aseguró que el pedido de nulidad solicitada en esta segunda etapa por el abogado Carlos Varela Álvarez, quien representa legalmente a las monjas Kumiko Kosaka y Asunción Martínez, carece de sentido, ya que intenta apartar del expediente la declaración de una víctima ante una cámara Gesell para, posteriormente, volver a tomarle testimonio. Además Varela Álvarez pidió la recusación del juez Horacio Cadile, presidente del tribunal.

Por Milagritos Contreras | Fotos de archivo: Seba Heras

El caso Próvolo inició su proceso judicial en el año 2016 y cuenta con más de 20 denuncias por hechos de violencia física, psicológica y sexual por parte de curas, monjas y personal administrativo del Instituto, perpetrados de manera sistemática contra niñas, niños y adolescentes sordos o hipoacúsicos que asistieron al establecimiento entre 2005 y 2016.

Este lunes se inició el segundo juicio, con nueve personas imputadas, entre la monja Kumiko Kosaka, acusada por los delitos de abuso sexual agravado y corrupción de menores, como partícipe primaria por omisión. Es la única acusada que llega al juicio con prisión preventiva domiciliaria, mientras que el resto se encuentra en libertad.

Lucas Lecour, presidente de Xumek y abogado querellante en la causa Próvolo, dialogó con EL OTRO, y apuntó contra la defensa de Kosaka y Asunción Martínez, por intentar apartar del expediente el testimonio de una de las víctimas que se registró ante una cámara Gesell con el objetivo de volver a tomarle declaración: “El día lunes, luego de varias dificultades técnicas, se dio inicio al segundo megajuicio por los abusos eclesiásticos en el Instituto Antonio Próvolo, se logró identificar a las nueve imputadas y de esa manera quedó abierto el debate. Inmediatamente, los defensores de Kumiko Kosaka y Asunción Martínez presentaron un nuevo pedido de nulidad y la recusación del juez Horacio Cadile. Este pedido de nulidad había sido presentado en otras oportunidades, durante la instrucción de la causa y también en la audiencia preliminar, y está relacionada con la falta de participación de esa defensa en la cámara Gesell de una de las víctimas. La intención de este pedido es que se aparte esa prueba del expediente y que se le tome declaración nuevamente a la víctima desde cero”.

Fueron históricas las condenas que recibieron, en la primera etapa del megajuicio, los sacerdotes, en el caso de Nicola Corradi 45 años de prisión, Horacio Corbacho 42 años; además de los 18 años de cárcel para el jardinero Armando Gómez. “Siempre hemos rechazado esta nulidad bajo el argumento de que estaba presente en la cámara Gesell la defensa pública en representación de aquellos que aún no habían sido imputados en la causa, como era el caso de Kosaka. Y que sin perjuicio de ello se van a reeditar las cámaras Gesell durante el debate y aquellos abogados defensores que quieran realizar alguna pregunta o ampliar algún tema que se diga en la cámara Gesell, podrán hacerlo al final solo respecto de ese tema. Por lo que entendemos carece de sentido esta nulidad planteada”, argumentó Lecour.

El Tribunal estima que el juicio durará un mínimo de 4 meses. “Va a ser un proceso largo y difícil para las víctimas: tener que volver a declarar en muchos casos y revivir su dolor. Entendemos que las pruebas son suficientes para llegar a una condena al final del debate y nuevamente, como sucedió en el primer juicio, esta condena sea histórica y reparadora para ellos y ellas”, explicó Lucas Lecour, uno de los abogados querellantes y presidente de Xumek.

El juicio a las mujeres imputadas busca arrojar luz y justicia a una red escabrosa de complicidad y silencio. La vulneración a les sobrevivientes del Próvolo y sus familias continúa hasta hoy, dadas las dilaciones y ocultamientos que sostiene la Iglesia Católica e involucra incluso al Vaticano, afirmaron desde Xumek.

 

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