El gobernador Alfredo Cornejo puso en marcha un software norteamericano que almacenará la base de datos genéticos de sospechosos y condenados por la Justicia provincial. Bajo las órdenes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, Mendoza será el primer banco de pruebas de CoDIS, el sistema del FBI que desplazó a otro similar pero desarrollado en la Argentina. La mano dura de Cambiemos viene con cesión de soberanía.

Gullé (izquierda) y Barañao (derecha). Foto: Poder Judicial de Salta

En diciembre de 2017, el procurador general de la Corte de Mendoza, Alejandro Gullé, firmó un convenio con Lino Barañao, entonces ministro de Ciencia y Tecnología nacional, para la incorporación en la justicia mendocina de GENis, un software que permite el almacenamiento y comparación de marcadores genéticos de evidencias biológicas.

Sin embargo, “veníamos bien pero pasaron cosas” y el acuerdo para la utilización del programa de desarrollo argentino fue abandonado. En su lugar, se priorizó la implementación de tecnología de Estados Unidos.

Foto: Prensa Gob. Mza.

“Es un placer para mí anunciar que la provincia de Mendoza es la primera de la Argentina en establecer formalmente la base de datos de ADN para la investigación penal y el uso del reconocido sistema CoDIS, software del FBI”, comunicó el propio Gullé el pasado 11 de octubre, secundado por su jefe político, Alfredo Cornejo, y el presidente de la Corte Jorge Nanclares.

El goce del procurador fue seguido de cerca por Jayann Sepich, Bruce Budowle y Tim Shellberg, quienes viajaron especialmente desde Estados Unidos para celebrar la puesta en marcha del programa de la Buró Federal de Investigaciones de ese país.

Made in USA

Cornejo y Gullé rodeados por la delegación extranjera. Foto: Prensa Gob. Mza.

En la presentación de CoDIS (Combined DNA Index System), Cornejo ponderó que “hoy Mendoza se ha convertido en la primera provincia de Argentina en tomar muestras de ADN de casi la totalidad de los delincuentes arrestados o condenados por algún hecho ilícito”.

Más allá de la inadmisible clasificación del mandatario entre criminales “arrestados” o “condenados”, que soslaya el principio de inocencia establecido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, el líder radical también obvió algunos puntos débiles del software yanqui, y cómo este desplazó a GENis, el programa desarrollado íntegramente en la Argentina.

Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la Fundación Sadosky, la Sociedad Argentina de Genética Forense, el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina y el Consejo Federal de Política Criminal comenzaron a desarrollar GENis. Este destacado avance fue una de las “buenas cosas de la pesada herencia” que el nuevo gobierno de Mauricio Macri decidió continuar impulsando, a punto tal que lo incorporó entre los “12 proyectos estratégicos de innovación tecnológica” que anunció en setiembre de 2016, en un acto en la Estación Espacial de Punta Indio (Buenos Aires).

GENis “fue diseñado como una herramienta informática que permite contrastar perfiles genéticos provenientes de muestras biológicas obtenidas en distintas escenas de crimen, vinculando así eventos ocurridos en diferente tiempo y lugar, y aumentando las probabilidades de individualización de los delincuentes”. Su desarrollo, promovido desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, demandó más de dos años de trabajo y una inversión de siete millones de pesos.

Bullrich y el embajador Mamet. Foto: Ministerio de Seguridad

En los hechos, las virtudes de GENis no primaron y los intereses norteamericanos se impusieron sobre el proyecto nacional de Barañao. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con el respaldo de Macri, firmó en abril de 2017 un acuerdo con el FBI para el uso “ilimitado” en la Argentina de una sublicencia del software CoDIS. En mayo, mediante la Resolución 439-E/2017, dispuso su implementación y, dos meses después, anunció que Mendoza sería la punta de lanza del proyecto extranjero.

El día de la dependencia

Foto: Prensa Gob. Mza.

“¿Por qué algo tan sensible como el ADN de los argentinos sospechosos de un crimen estaría guardado en un sistema cerrado y diseñado por los Estados Unidos teniendo un software nacional para el mismo fin?”, se preguntó la periodista Irina Sternik en una nota publicada en marzo de este año en el sitio especializado Infotechnology.

En principio, CoDIS, diseñado en los años 90, correría con ventaja respecto al reciente GENis, por contar con una mayor experiencia de uso. No obstante, distintos especialistas aseguran que el programa local tiene suficiente recorrido para asegurar eficiencia y, además, posee “código abierto, flexible, seguro, escalable, configurable y mejorable de acuerdo a las necesidades legales e institucionales”.

Barañao firma convenios con las provincias para la implementación de GENis Foto: Ministerio de Ciencia y Tecnología | 2017

El Ministerio de Ciencia y Tecnología firmó convenio con 14 provincias para su implementación. El software argentino ya se puso en práctica en la Justicia de la Provincia de Entre Ríos y en el Laboratorio de Análisis Comparativo de ADN del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires.

“El software está terminado, probado y en funcionamiento, ya se hicieron pruebas con casos reales. Se cargó con una base de datos real de 7.000 muestras y una simulada de 50.000, y las pruebas que se hicieron dieron 100% de coincidencia, al igual que con el cálculo manual que habían hecho los genetistas forenses”, destacó Ángel Pérez Puletti, presidente de Baufest, la empresa adjudicataria de GENis, en declaraciones al diario La Nación, en junio de 2017. “¿Dónde está la falta de madurez?”, desafió el empresario.

Lo gratuito sale caro

Gullé, Bullrich y Cornejo. Foto de archivo: Prensa Gob. Mza.

El FBI promocionó la cesión sin costo del programa y, a su vez, Bullrich dispuso en su resolución que “el Ministerio de Seguridad cederá de manera gratuita el Software CoDIS a todas las provincia del país y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuando así lo soliciten”.

A pesar de las buenas intenciones proclamadas, tal “regalo” resulta relativo si se consideran las inversiones “en viajes, capacitación, soporte y equipamiento específico” que demanda el sistema y la posibilidad de que el gobierno norteamericano pueda retirarlo en cualquier momento, sin obligación de compensar las inversiones de las jurisdicciones locales. “Lo que se está adquiriendo es un dolor de cabeza, porque el FBI no da garantías de retención de software”, criticó Gustavo Sibilla, coordinador general del proyecto GENis, en declaraciones a La Nación.

Foto: Prensa Gob. Mza.

Sibilla además advirtió sobre la cesión de datos de ciudadanos argentinos: “El Ministerio de Seguridad ni siquiera se tomó el trabajo de examinar GENis. Podrían haber hecho una comisión para estudiarlo, pero eso no ocurrió. En cambio, recurren a un regalo del FBI, que tiene una política internacional de promoción del uso de su software con el objetivo de establecer un estándar global y de hacerse con la información que los distintos países van registrando en sus bases de datos”.

CoDIS es un programa informático cerrado, por lo tanto no puede ser auditado por el Estado argentino, no garantiza el cumplimiento de la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales, en cuanto a seguridad y confidencialidad, y, en caso de controversia entre el FBI y el gobierno nacional, la eventual disputa deberá dirimirse de acuerdo a legislación de los Estados Unidos.

Una ONG norteamericana distinguió a Cornejo. Foto: Prensa Gob. Mza.

En esa caja negra, controlada por el “generoso” gobierno de Donald Trump, se depositarán los valiosos datos genéticos de imputados y condenados por el Poder Judicial de Mendoza.

 

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