La economía de Mendoza hace agua por los cuatro costados. Sin embargo el Gobierno, sin acusar recibo, no advierte más problema que los vencimientos en dólares que dejó Cornejo. El fracaso del modelo de ajuste con endeudamiento se evidencia en la región, donde otras provincias le hacen frente al complejo escenario, con menos recursos pero más desarrollo económico. El derrumbe de la ex cuarta economía del país no sólo se explica por la macroeconomía.
Por Redacción EL OTRO
Los indicadores de la actividad económica a nivel nacional muestran en los últimos meses crecimiento y dinamismo en distintos sectores. El patentamiento de maquinaria agrícola, los despachos de cemento, el crecimiento de la industria metalúrgica y las exportaciones de autopartes tiran el carro que, a pesar de la crisis política, sigue en ascenso con más producción y demanda, incluso superando niveles registrados en 2017.
El Estimador Mensual de Actividad Económica de mayo, mostró un crecimiento interanual del 7,4% y mejoras en 14 sectores entre los que se destacan Hoteles y restaurantes, Explotación de Minas y Construcción. La tendencia positiva muestra diferentes matices en las distintas regiones y en ese mapa, provincias que han podido despegar y otras que se quedaron en la depresión a la que condujo la pandemia.
Entre las rezagadas se acomoda Mendoza. La otrora cuarta economía del país, desde hace varios trimestres transita en una meseta de la que no puede salir. Los cuadros comparativos echan por tierra la hipótesis de que todo se explica por la macroeconomía. Más bien se trata de un escenario complejo que, sin dudas, empeoró el modelo de ajuste con endeudamiento y quita, de los últimos gobiernos, de la presión impositiva sobre los actores de peso.
Para retratar lo dicho, tomaremos los números del Boletín de actividad productiva provincial, de mayo de 2022, elaborado por el CEP XXI (Centro de Estudios para la Producción – Ministerio de Producción de la Nación), que a partir de distintas fuentes monitorea la actividad económica de las 24 jurisdicciones. En el cuarto mes del año, las provincias en términos generales mostraron crecimiento interanual en el consumo de cemento, subas en los puestos de trabajo de la modalidad asalariada registrada (14 meses de ascenso) y caídas interanuales en los patentamientos de autos, molienda de granos y producción de combustibles.
La suba en la construcción fue lo más significativo en casi todas las provincias, sin embargo, Mendoza, no pudo meterse en este grupo y quedó muy por debajo de los números que arrojaron San Luis y San Juan. Para los puntanos el crecimiento interanual de consumo de cemento fue del 84,8%, seguido por San Juan (19%) y Mendoza raspando el fondo (4,9%).
En lo que respecta al crecimiento del número de asalariados registrados privados, nuestra provincia también se ubicó última en la región. San Juan fue la que más creció en este sentido, en el segundo mes del año la evolución de puestos registrados en esa provincia significó un ascenso interanual del 6,6%. En San Luis el crecimiento de asalariados formales representó una suba de 3,8% interanual. En cambio, Mendoza cayó 0,2% respecto a enero, llevando el interanual a un incremento de 2,9%.
En referencia a la recaudación tributaria, fuente principal de los recursos genuinos de la provincia, Mendoza, aunque mostró números positivos, fue la que menos recaudó en la región, en el periodo mencionado. En San Juan la variación interanual fue del 25,9%, San Luis 18,3%, y Mendoza apenas el 12,5%.
Respecto al patentamiento de autos, hubo mucha diferencia entre las provincias que componen la región. San Juan fue la única que creció, 5,7% en términos interanuales. San Luis sufrió una caída del patentamiento respecto al mismo mes de 2021 (-1,3%), en tanto que Mendoza duplicó a la provincia puntana en el derrumbe de este indicador, exhibiendo -3,3%.
Más allá del relato de la alianza pro radical, otra vez las evidencias demuestran que, entre los condicionamientos económicos, el que más influye es el endeudamiento en dólares. La pesada herencia que dejó Alfredo Cornejo, que jamás señalará su sucesor, Rodolfo Suarez.
Según el economista Nicolás Aroma, lo que la provincia deberá pagarle a los bonistas privados en 2023 representa el doble de lo ejecutado en obra pública en los últimos dos años. Los números no dejan margen para la distorsión del relato. Según las cifras oficiales, el endeudamiento de la Provincia es uno de los más altos del país y supera ampliamente el nivel de deuda de las provincias de la región.
El informe destaca que Mendoza reporta a diciembre de 2021 un stock de deuda (sin deuda flotante, expresada en miles de pesos) de $126.500.000, mientras que la deuda de San Luis a $327.600 y San Juan alcanza a $34.000.
La representación de las cifras, que dimensionan la crisis económica hacia adentro, se expresa en caída de la obra pública, deterioro de los servicios, educación, salud, seguridad, y en el malestar de las y los trabajadores del Estado por el castigo económico sufrido en los últimos años.
La histórica huelga de docentes es un golpe de realidad la Mendoza de las bicisendas y del estado CEO friendly que hace agua por los cuatro costados.
