Desde 2016 la economía de Mendoza viene mostrando un retroceso en comparación a los años anteriores. Un estudio realizado en base a los niveles del Producto Bruto Geográfico señala que las administraciones de Celso Jaque y Francisco Pérez fueron económicamente más vigorosas que la gestión Cornejo-Suarez.

Por Redacción EL OTRO

Foto: Coco Yañez

“Dato mata relato. La economía de Mendoza va de mal en peor. En parte porque el modelo de desarrollo provincial hace tiempo está agotado, pero también porque la UCR ha abandonado el rol del Estado como promotor de la economía hace años”, expresó hace unos días, en su cuenta de Twitter, Lisandro Vergara Amodeo, integrante del CEFI Mendoza (Centro de Economía y Finanzas).

El politólogo acompañó su opinión con un estudio sobre los niveles del PBG (Producto Bruto Geográfico) de Mendoza que pone en evidencia el derrumbe de la economía entre 2016 y 2020. El análisis, basado en información oficial publicada por la DEIE (Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas), demuestra también un mejor rendimiento de las variables económicas entre 2009 y 2015.

El PBG de una provincia equivale al PIB del país. Mide el valor de la producción (a precios de mercado) de bienes y servicios finales, atribuibles a establecimientos localizados en la provincia.

Gráfico: CEFiMendoza

EL OTRO le pidió a Vergara Amodeo extender su análisis, y el profesional señaló: “Sabemos que la macroeconomía determina las condiciones generales de crecimiento, pero frente a las mismas condiciones hay provincias que no les fue tan mal como a Mendoza. Esto se debe a que el Estado ha abandonado un rol protagónico en la economía desde el momento en que renunció a dos herramientas claves: el salario público como motor de la economía y generador de actividad económica, y la obra pública que cumple un rol similar, ya que funciona como apuntalador de la actividad. Con su caída el sector de la construcción dejó de dinamizar parte de la economía”.

“Con el abandono de estas herramientas –agregó el politólogo- sumado a que la macro no es buena, además de la caída de la recaudación y la consecuente pérdida de recursos del Estado para promover algún tipo de desarrollo, la economía se va achicando indefectiblemente”.

Foto: Coco Yañez

En el relato de la Alianza Cambiemos, la gestión económica fue la clave del éxito. Alfredo Cornejo no se cansa de repetir que fue el “saneamiento de la economía” lo que permitió el “éxito” administrativo. En esa misma línea, el gobernador Rodolfo Suarez sostuvo en su último discurso ante la Legislatura: “En Mendoza desde hace casi seis años y medio trabajamos en un sentido diametralmente distinto. Por eso es tan fuerte el contraste entre los modelos de administración de la Nación y el modelo de administración que llevamos en la Provincia… Creemos en la disciplina fiscal. Creemos que en el desarrollo de las fuerzas privadas está el verdadero camino para producir riqueza y empleo de calidad”.

Foto: Coco Yañez

El estancamiento y retroceso de la economía local tiene detrás varios componentes, además de las consecuencias de retirar al Estado como promotor del desarrollo económico, el endeudamiento contraído en 2016 dejó muy poco margen para ensayar cambios en los años que se sucedieron. Al respecto, Lisandro Vergara Amodeo puntualizó: “El endeudamiento es la otra cara de la moneda, es lo que explica el achicamiento del rol del Estado. Esa deuda irresponsable tomada por Cornejo, que afecta negativamente a las finanzas, hace que cada vez se destine más dinero a los intereses y servicios de la deuda y no a otras partidas. El ajuste recae, entonces, sobre los trabajadores y demás partidas para generar un ahorro que permita pagar los intereses crecientes de esta deuda”.

“El endeudamiento –sigue Vergara Amodeo- tuvo como principal crimen que no fue orientado a un aumento de la capacidad productiva de la Provincia, lo que hubiese generado la capacidad de repago de la deuda. Nadie sabe bien cuál fue el destino de ese endeudamiento, sin embargo su peso fue aumentando y, a su vez, descendiendo el PBG. La relación entre estas variables se hizo cada vez más densa. Hoy la deuda representa 16% de PBG, 4 puntos más que en 2015, cuando asumió Cornejo. Esto condiciona la economía de Mendoza de acá a 10 años”.

Gráfico: CEFiMendoza

Precisamente, el estudio publicado por Vergara Amodeo se completa con una medición de los vencimientos de deuda que deberá afrontar la Provincia en los próximos años. Teniendo en cuenta el estado actual de las finanzas, las cifras son escalofriantes: los pagos en dólares en 2023, 2024 y 2025 son del 300% superior a la de 2022.

Consultado sobre las alternativas para poder hacer frente a estos pagos, el integrante del CEFI respondió: “El principal problema de la deuda de Mendoza es la deuda en dólares que tomó Cornejo con bonistas extranjeros, colocada en mercados internacionales, con legislación extranjera, con un interés altísimo (8,3%). El bono de Cornejo es muy dañino para una provincia que no genera dólares. Contemplando que Argentina se enfrenta permanentemente a situaciones de restricciones externas, a problemas cambiarios, devaluaciones del peso, atar la deuda de la Provincia a la variable dólar es no entender en qué país estás viviendo”.

Foto: Coco Yañez

Como cada vez que el modelo de gestión se enfrenta a la realidad, gana la realidad. El Modo Mendoza que salió a vender Suarez fue impugnado esta vez por sus propios números. El endeudamiento, al igual que un salvavidas de plomo, seguirá gravitando sobre las posibilidades de desarrollo, convirtiéndose en el condicionamiento con más peso para los próximos gobiernos.

En Mendocita, a un año del cambio de gobierno, esta preocupación debería escalar a asunto de Estado.

 

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