Las mujeres estamos expuestas constantemente al acoso, la discriminación, la violencia, por razones de género. Es por eso que desde hace varios años un grupo de mujeres taxistas brindan su servicio en nuestra provincia. En diálogo con EL OTRO, Betina Galante, quien se desempeña hace seis meses como conductora, relata la fuerte demanda que existe por parte del género femenino en contratar su servicio y el de otras compañeras, para evitar correr riesgos ante cualquier ataque o situación que puedan atravesar frente a violentos machistas. A su vez alienta a otras trabajadoras a ser parte de este desafío en el que no sólo se siente acompañada, sino que también lo valora por el asesoramiento que le brinda su grupo laboral.

Texto: Milagritos Contreras | Fotos: Cristian Martínez

El movimiento de mujeres ha logrado avances muy valiosos a lo largo de los años. Frente a la violencia patriarcal, la respuesta siempre ha sido de lucha y organización, pero con mucho amor. Respondiendo desde la sororidad, haciendo hincapié en la igualdad de derechos para todos y todas. Sin miedos, rompiendo las cadenas del silencio, y logrando su empoderamiento.

No es raro que alguna vez nos haya pasado que luego de salir de alguna reunión social, familiar, o algún otro evento, hayamos tenido que avisar si llegamos bien, o nos hayan preguntado, mayormente, nuestras propias amigas o hermanas de lucha: ‘¿todo bien?’, ¿llegaste a tu casa?. Frente a la creciente ola de femicidios y demás violencia contra la mujer que vemos a diario, es razonable que busquemos protegernos entre nosotras. Y es desde hace algunos años que en nuestro país y, particularmente, en Mendoza existen mujeres que brindan servicio de taxi exclusivamente para mujeres.

En diálogo con EL OTRO, Beatriz Galante, manifiesta su asombro ante la gran demanda por parte del género femenino para contratar su servicio de taxi: “El 99 por ciento de las mujeres que se suben y me ven, me dicen: ‘¡Ay, qué lindo!’, ‘Dame tu teléfono’, ‘Yo quiero que siempre me lleve una mujer’. Esta necesidad grande de mujeres que contratan el servicio de mujeres taxistas la vinculo, mayormente, por las situaciones de acoso o violencia que han sufrido en alguna ocasión”.

“Hay quienes la han pasado muy mal – continúa Beatriz- gente mayor a la que han llevado por el camino incorrecto, porque piensan que porque es grande es una persona tonta que no se va a dar cuenta. Y las personas sí se dan cuenta, saben por dónde van, saben que les están tomando el pelo. Desgraciadamente son personas educadas, en la mayoría, que no quieren ponerse a discutir y obviamente tienen mucho miedo. Entonces prefieren tener una persona de confianza”.

Galante tiene 54 años, es madre de tres hijos y, además de ser taxista, estudia el Profesorado de Matemáticas. “Hace un tiempo me quedé sin trabajo como mucha gente, me desempeñaba como empleada administrativa. Pero cuando vas a presentar el currículum y ven tu edad, por más que sepas un montón de cosas, no te contratan”, lamentó la trabajadora de taxis.

Según cuenta Beatriz, un día laboral suyo inicia a las 5.30 hs, pasa a buscar a clientas para trasladarlas al Hospital Lagomaggiore y luego continuar con su recorrido hasta las 16 hs, horario que combina para poder cursar el Profesorado de Matemáticas. “Desayuno en el taxi, almuerzo en el taxi, y varias veces mis compañeras me han tenido que decir: ‘che Betina, despertate’, porque me he quedado dormida en la siesta. Me levanto muy temprano, parece que no, pero una se cansa también”, expresó, entre risas, la trabajadora.

La taxista, y extrabajadora de trolebuses, hace una comparación y explica que “lo que a su marido le ha costado un año armar una cartera de clientes, ella lo ha logrado en tan solo un mes”. “Me encanta manejar. Hace cuatro años que mi marido es chofer de taxis, y yo empecé en diciembre del año pasado con mujeres taxistas. Entonces dije ‘si mi marido lo puede hacer, y él me puede ir enseñando, hay que hacerlo’ “.

“Mi cartera de clientes es muy diversa –agrega la conductora de vehículos-  hay chicas jóvenes que les ha pasado de todo, como ser acosadas, escuchar que les digan cosas que no corresponden, y que las hacen sentir muy mal. Y la gente mayor, obviamente, agradece que una les tenga paciencia, que las espere, que les ayude. Por ahí esas cosas no las hace todo el mundo”.

Betina, como muchas personas la conocen, invita a otras mujeres para que integren el rubro: “Quiero decirles a las mujeres que aún no se animan, que lo hagan, porque van a sentir que pueden tener un trabajo digno y van a contar con el compañerismo de las mujeres taxistas y con el asesoramiento y la compañía de mis compañeras. Tenemos muchas ideas para llevar a cabo proyectos en relación a tener un servicio de taxis especialmente para mujeres. La idea está y necesitamos que se sumen más chicas”.

En el grupo de WhatsApp en el que se encuentra, son dieciséis las que realizan este oficio, detalla Galante. “Creo que el empoderamiento que tenemos es inevitable y necesario, siempre apuntando a la igualdad. Pienso que si un hombre puede manejar un taxi, ¿por qué no podemos hacerlo nosotras? Y evidentemente se puede, porque ya llevo seis meses haciéndolo, y me gusta mucho el trabajo. Quizás la remuneración que a una le queda no es suficiente, como para la actividad que se realiza y las horas que se le dedica, pero es un trabajo digno. Y si no hay otra salida laboral y te gusta manejar, me parece una buena alternativa”, afirmó Betina.

 

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Para comunicarse con Beatriz Galante, lo pueden hacer al teléfono: 2612075279. O si necesitan simplemente contratar el servicio de alguna de estas mujeres taxistas, pueden llamar al teléfono: 4378282.

 

 

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