Carlos Gallone, protagonista de una de las icónicas operaciones mediáticas de la dictadura, falleció esta semana a los 76 años, en su domicilio, donde cumplía una condena a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, entre ellos torturas y violaciones sexuales reiteradas a detenidas-desaparecidas. A casi 40 años de la publicación de la fotografía que el Terrorismo de Estado utilizó como símbolo de una pretendida reconciliación nacional, la especialista en fotoperiodismo, Cora Gamarnik, recordó cómo fue el proceso de construcción del “falso abrazo”. Viejas y nuevas manipulaciones en el campo de la disputa por el sentido.       

Por Luciano Viard y Negro Nasif
Fuente documental: Foto Cinema*

Sentido de realidad

Marcha por la Vida, 5 de octubre de 1982. Fotogramas 29. Marcelo Ranea / Agencia DYN.

Eso que llamamos verdad o realidad es construido por poderes que suelen utilizar distintas estrategias para (des)informar a las masas.

En 1982 el poder totalizante aún era ejercido, aunque en su fase final, por la dictadura cívico militar que en 1976 llevó a la Casa Rosada a Jorge Rafael Videla y, que a esa altura, comandaba el lánguido Reynaldo Bignone.

En el último año de milicos en el poder, uno de los miles de enemigos de la vida y la libertad, quien cumplía funciones en la policía, fue a bloquear el acceso a la Plaza de Mayo a los organismos que luchaban por el restablecimiento del Estado de Derecho.

Marcha por la Vida, 5 de octubre de 1982. Fotogramas 29. Marcelo Ranea / Agencia DYN.

En esa “tarea” puntual, Carlos Enrique Gallone fue fotografiado mientras una de las Madres de Plaza de Mayo lo increpaba. El Terrorismo de Estado, a través del diario Clarín, entre otros socios del genocidio, utilizó particularmente un fotograma de una secuencia obtenida en la Marcha por la Vida para titular en la tapa del 6 de octubre de 1982: “Pacífica concentración en pleno centro”. Imagen cargada de significado que tuvo una extensa propagación llegando, incluso, a la portada del diario El País de España.

Una foto, un manto

Revista Siete Días, 13 de octubre de 1982.

En pos de “una posible reconciliación entre genocidas y Madres de Plaza de Mayo, un sector de las Fuerzas Armadas, un sector de los medios de comunicación y un sector del poder económico y eclesiástico utilizaron esa fotografía para garantizar un manto de impunidad”, sintetizó esta semana la doctora en Ciencias Sociales Cora Gamarnik, en una entrevista con Radio Nacional Mendoza.

La especialista en fotoperiodismo puntualizó que, con la excusa de “dar vuelta la página para construir una nueva Argentina”, militares y medios de comunicación enarbolaban la Teoría de los dos demonios frente a Madres de Plaza de Mayo, quienes “alzaban sus voces para decir: ‘Nosotras no nos vamos a reconciliar con los asesinos y desaparecedores de nuestros hijos. Lo que queremos es Memoria, Verdad y Justicia’ ”.

Cora Gamarnik Foto de archivo: Coco Yañez

La construcción de sentido en estas publicaciones periodísticas fue puesta en evidencia en un reciente trabajo de investigación (disponible aquí), en el que Gamarnik, luego de un año y medio de contextualización e historización de diversas fuentes, concluyó: “La imagen cumplió todas las reglas del registro periodístico, pero, sin embargo, el abrazo no fue tal. Necesitamos recurrir a otras imágenes, a la historia oral y al contraste de testimonios para reconstruir lo sucedido. Analizar la cadena de edición y los diferentes usos mediáticos que se le dieron, compararla con otras fotografías, ponerla en serie, reconstruir la historia. Vista de esta manera, la fotografía que aquí analizamos no tiene una significación en sí misma. El sentido de la imagen es exterior a ella”.

Si bien la foto del periodista gráfico Marcelo Ranea fue tergiversada -obviamente en contra de su voluntad- en aquellos años de destrucción de la patria, su representación continuó empleándose en el proceso de recupero democrático, para intentar fortalecer las posturas negacionistas del genocidio y forzar así una supuesta unidad nacional lavando la sangre derramada. Los latiguillos del olvido, perdón de ambos lados y reconciliación nacional con las heridas abiertas y los genocidas impunes.

Tergiversar no cuesta nada

Foto de archivo: Coco Yañez

Para la doctora Gamarnik, la foto del falso abrazo, descontextualizada, sin historizar, cuenta una realidad que no sucedió. Una imagen paradigmática que, en el actual clima de fake news no sorprende.

“Las campañas de manipulación para tergiversar la realidad no son nuevas y existen desde que existe la palabra, la imagen y los medios de comunicación”, señaló la investigadora y docente de la UBA, aunque subrayó notables diferencias entre aquel nefasto ícono de la historia del fotoperiodismo y las actuales noticias falsas. De acuerdo con su perspectiva, “lo que se refinan son los métodos, las formas, las tecnologías”. Hoy contamos con las facilidades que da lo digital, sumado a la velocidad, masividad y repentinización de la redes sociales, lo que permite que cualquiera pueda construir una noticia falsa.

Foto de archivo: Coco Yañez

En este sentido, Gamarnik define una de las particularidades sobresalientes de la comunicación social de hoy: “Organizar una cantidad de gente que pueda reenviar y generar un hecho político con una noticia falsa es de una gravedad inusitada en la historia”. Antes un medio, en el sistema de broadcasting, se dirigía a muchos receptores repartidos y aislados entre sí, ahora las redes sociales multiplican los emisores-receptores, la comunicación es horizontal y, por lo tanto, “es más difícil atribuir a quién le exigís veracidad, a quién le exigís que cumpla las reglas periodísticas”.

En el contexto actual, con la situación extraordinaria de la prolongada pandemia de coronavirus, la profesora abre interrogantes ante las nuevas disyuntivas que modifican las reglas de juego de la construcción mediática y, en consecuencia, complejizan los desafíos en el recorte e interpretación de los hechos.

Captura de pantalla | MDZ, 18/12/2020

 

Captura de pantalla: MDZ | 24/05/2021

 

A modo de ejemplo, Cora Gamarnik graficó su enfoque teórico con las escenas mediáticas de estos días, en los que Patricia Bullrich, presidenta del principal partido de la oposición en la Argentina, denuncia que el gobierno de Alberto Fernández exigió coimas al laboratorio Pfizer para la compra de vacunas. Mientras la empresa extranjera, en concordancia con el presidente, niega categóricamente los hechos narrados por Juntos por el Cambio, en los medios y redes sociales se sigue discutiendo alrededor de una noticia falsa.

“Es muy fuerte, se generan, duran un tiempo y pasan. Y no hay costos por crear esas noticias falsas”, concluye la investigadora que, a 40 años del falso abrazo, actualiza con claridad pedagógica y rigor académico los términos de la batalla por el sentido.

 


 

*Las fuentes documentales incluidas en esta nota pertenecen al trabajo de Cora Gamarnik Límites y paradojas de una fotografía de prensa: análisis de una foto de Madres de Plaza de Mayo durante la dictadura militar en Argentina; Publicada en la revista científica de Cine y Fotografía Fotocinema (N° 22 | 2021).

Disponible aquí.   

 

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