Romina López y Milo Lucero Manzitti debutan como dúo en La Honorable. EL OTRO los espió en la cocina de sus nuevas canciones.

Fotos: Seba Heras

El living de la casa vieja de la Sexta sección alberga el bullicio de las cuatro personas que charlan con muchas ganas. Romina López y Milo Lucero Manzitti hacen música con voz, guitarra, loopera y batería boutique. El equipo de EL OTRO pregunta, admira, comparte.

Se conocieron en El Living tocando en sets distintos y la magia de los sonidos, compases y acordes terminó por juntarlos. “Esa noche tocaba el Dani Ibarburen”, recuerdan casi superpuestos. Ella es diseñadora gráfica, él profesor de italiano, entre otras cosas.

¿Cómo empezaste Romina?

Fue un camino laaaaaargo para llegar a esto. A mí me encanta la música desde siempre. Cuando era chiquita iba a un coro, y estaba fascinada. Mi mamá me mandaba a teclado y otras cosas. Después de un tiempo en el coro pensé que hacía falta conocer mi voz sola, como a los veinte. Tomé clases con Mariana Rodríguez, que es muy genial. No eran particulares pero, entre los cinco o seis, tenías tu momento sola. Y ahí noté un crecimiento muy grande.

Las primeras muestras eran de terror pero se fueron mejorando con el tiempo. En paralelo tocaba el bajo, estudiando con Marcelo Sánchez. Tocaba el bajo pero no cantaba.

¿Te daba vergüenza?

Tenía una inhibición muuuuy grande. Ahora estoy muy canchera, fruto de un montón de laburo. Tampoco soy Valeria Lynch pero puedo cantar. De chica, era terrible que lo que más me gustaba no lo podía hacer, ni siquiera cantaba en mi casa.

Hubo que atravesar varias barreras de tiempo, cantar bien, mal… tiempo. Y con el tiempo descubrí los loops. Esa maquinita que después me la pude comprar. Lo que más me gustaba era que podía grabar una frase y después ir agregando lo que se te ocurra.

Hace dos años que compongo canciones y ahora estoy contenta porque estoy cómoda, aun sabiendo que queda un montón por aprender.

¿Y vos Milo?

De chico siempre fui muy ansioso con mi cuerpo. Me encontraba siempre percutiendo objetos en todos lados. Pero mi forma de empezar con la música fue a través de la computadora y los programas. A mis doce o trece años usaba Acid y Sound Forge. Sampleaba sonidos que encontraba en pelis y en otros muchos espacios.

Hice un par de discos en un cassette y cuando llegaron las grabadoras grabé una versión de ese álbum y lo repartí a los conocidos.

Después me regalaron una batería. Me puse a estudiar muchos y empecé una suerte de investigación con el instrumento. No pude volver a aquello y fueron varios años de esa investigación, pero siempre haciendo foco en la música electrónica en la que había incursionado. La mayor parte de esta investigación pasó por lo que provenía de las productoras de música electrónica.

Tuve mi proyecto personal que se llamó Triaural que se ampliaba de vez en cuando. Era un proyecto experimental que nos dejó mucho.

No sé qué más te puedo decir.

Varias cosas más, pero las vamos a buscar despacito… ¿Qué tienen por delante?

Romina: Por ahora tocar en La Honorable, el 12 de octubre.

¿Cómo son las canciones?

Romina: Hemos avanzado en un proceso de descubrir qué canciones puedo hacer. Escucho mucha música que muchas veces no puedo hacer.

Los temas son una mezcla de viejos con nuevos que se adaptan a la voz, la guitarra y la bata de Milo. A veces entra la loopera.

Son temas pop, a veces indie, pero…

Milo: Son canciones.

Romina: Sí, pero si te preguntan un estilo…

Milo: A mí me da fiaca encasillar.

Romina: Es difícil cuando no buscás un estilo en particular. El plan es que sean canciones y que los instrumentos acompañen esa intención.

¿Qué música escuchan esta semana?

Milo: Yo estoy escuchando mucha música mendocina y mucho reggaetón. ¡Baby No! Mucho Maluma, Dani Ocean. Vos me preguntaste por esta semana, antes tenía prejuicios, ahora no.

Romina: Es como que hay que trascender los géneros. A mí me pasa ahora que cualquier cosa que escucho es música. Eso te lo permite haber pasado por todas las etapas del proceso de producción de la música.

¿Qué escuchaste esta semana?

Romina: Escuché muchísimo a Moses Sumney, que es un negro carbón al que admiro un montón y lo descubrí dos años atrás con canciones sencillas de guitarra eléctrica y voz, pero grabó un disco hace poco que no entiendo cómo lo hizo. Él canta agudísimo y toca un arpa súper aguda. Me cuesta entender la concepción de las canciones, aunque me gustan.

¿Entonces ustedes no se levantaron un día y tocaron bárbaro?

Romina: Hay que estudiar mucho. Hay que laburar un montón. Seguro que hay personas que están más predispuestas y tienen capacidad. También he visto que los que tienen más claro lo que quieren avanzan más rápido. Lo veo con las nuevas generaciones.

¿Con qué nos vamos a encontrar en La Honorable, este 12 de octubre a las 22 hs?

Milo: Con canciones y beats hermosos.

Romina: Creo que también con canciones sinceras, que tienen muchísimo de mí. Que tienen una partecita de mí.

 


 

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