A tres años de la primera edición Ni Una Menos, ayer, miles y miles de mujeres se manifestaron nuevamente en las calles de la Ciudad de Mendoza, esta vez, a favor del aborto legal, seguro y gratuito como consigna central. EL OTRO dialogó con Laura Chazarreta, referenta provincial de La Colectiva y Julia López y Mariana Hellin, integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito.

Por Milagritos Contreras
Fotos: Seba Heras

Las calles se volvieron a teñir de verde. Por donde se caminara en pleno centro mendocino se veían pañuelos como mera expresión del pedido por el aborto legal; atados al cuello, muñeca, mochila, bolso, de la mano del entusiasmo y el compañerismo de quienes lo portaban.

Pasaron trece años desde que se inició la Campaña Nacional por el Derecho Aborto Legal, Seguro y Gratuito en nuestro país, y hoy la lucha feminista vive un momento histórico, ya que después de tanta insistencia se logró impulsar el debate en el Congreso de la Nación.

“Luchamos por la soberanía de nuestros cuerpos”

Laura Chazarreta.

EL OTRO dialogó con Laura Chazarreta, referenta provincial de La Colectiva, integrante de Ni Una Menos, y una de las caras visibles de las batallas del feminismo popular en Mendoza.

Como referenta de una agrupación que defiende fuertemente los derechos de las mujeres, ¿qué representa para vos que hoy sea la cuarta edición de la marcha Ni Una Menos?

Para nosotras representa la fuerza, con un claro objetivo que es construir la igualdad contra todas las violencias que sufrimos las mujeres todos los días, y que se expresa en esta marcha para apropiarnos del espacio público, en cada una de nosotras y en todas las mujeres que integramos diferentes espacios sociales y políticos. Ni Una Menos representa todas las demandas y deseos de una gran cantidad de mujeres, y esto también habla de la diversidad y la pluralidad de los feminismos populares, con un enemigo que es el patriarcado.

Y en este sentido, no podemos no tener en cuenta las políticas de ajuste, el neoliberalismo, que claramente generan feminización de la pobreza. Hace unos días el presidente vetó la ley para frenar los tarifazos y esto evidencia que esta gestión no nos representa. Por eso, hoy más que nunca Ni Una Menos resalta su protagonismo, no solo en contra del patriarcado, sino también frente al neoliberalismo que profundiza este flagelo.

 

¿Hay Ni Una Menos con violentos en el gobierno provincial y una Dirección de Género y Diversidad que hace silencio al respecto?

Hoy nos encontramos con un gobierno a nivel nacional y provincial que, por acción u omisión, ocultan, silencian nuestras realidades, nuestras voces. Un claro ejemplo de lo patriarcal y machista que es este gobierno, es que justamente legitima a los funcionarios violentos, manteniéndolos en sus cargos. Como Jaime Correas, actual director general de escuelas o Alejandro Jofré, subsecretario de Trabajo, quien al día de la fecha no está imputado siendo que hay pruebas suficientes de los abusos y acosos sexuales que ejercía y ejerce sobre mujeres.

Cuando nos preguntamos qué políticas de igualdad ha promovido este gobierno desde la Dirección de Género y Diversidad Sexual de la provincia, nos encontramos con un vacío, por más que nos quieran vender humo y maquillar. Porque la realidad es que las mujeres la estamos pasando muy mal, no solamente por las violencias que suelen ser más visibles como la física, la sexual, la trata, sino también las económicas, que profundizan la precarización de nuestras vidas, nuestros cuerpos, nuestros proyectos.

 

La sociedad ya aprobó el aborto legal, ¿qué le decís a los y las legisladoras que hoy tienen el compromiso de saldar esta deuda con las mujeres?

Para nosotras el aborto legal, seguro y gratuito es justicia social, y significa garantizar la vida de las mujeres. Necesitamos contar con leyes que no nos lleven más a la clandestinidad, cuando sabemos que muchas mujeres mueren como consecuencia de esto.

Es necesario que los y las legisladoras dejen de lado los fundamentalismos, creencias, ideologías, para respetar las libertades democráticas, garantizar la salud y la vida de todas las mujeres. Este es el mensaje más fuerte desde La Colectiva, que hace que defendamos la democracia ante todo.

 

Cánticos, pancartas, gritos de revolución en nombre del feminismo fueron parte de este ritual que se vive cada 3 de junio desde aquel 2015, donde un número alarmante de femicidios estremecía a nuestro país, y a partir del cual una masiva movilización despertaba el asombro en quienes aún no sabían bien de qué se trataba.

Era una manifestación sin precedentes, ya que las mujeres moríamos cada 30 horas a manos de un violento machista, una realidad que empeoró en los últimos años. Comenzábamos a desnaturalizar estas situaciones y a empuñarnos de rebeldía, porque el femicidio es la máxima expresión del patriarcado.

Un patriarcado que todos los días nos acecha, lastima, acosa, viola y mata, y además nos quiere sumisas, oprimidas, sin poder decidir sobre nuestros propios cuerpos, impidiéndonos construir un proyecto de país donde prime la igualdad de género.

“Si no hay aborto legal, que quilombo que se va a armar…”

Julia López.

Para que llegara ese momento en la historia del feminismo hubo mujeres que también le pusieron el cuerpo a esta lucha. Este diario entrevistó a Julia López, militante feminista e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Como integrante de la campaña por la legalización del aborto, ¿cómo ha sido el camino para llegar hoy con este proyecto al Congreso?

Es la generación de nuestras abuelas la que inicialmente sostuvo en Argentina el derecho al aborto. Después fueron nuestras madres, hoy somos nosotras y también lo son las adolescentes. Particularmente, los Encuentros Nacionales de Mujeres de Rosario 2003 y de Mendoza 2004 fueron el puntapié inicial a la campaña que nació en 2005 en nuestro país.

Es un camino largo el que hemos recorrido y el que han recorrido quienes nos antecedieron, y somos muchas y variadas las mujeres que sostenemos la genealogía de esta campaña. Las calles han sido nuestro lugar, siempre nos han alojado, siempre elegimos el espacio público preferido para reclamar por nuestros derechos. Y es hoy el derecho al aborto el que nos mueve, nos conmueve y nos hace salir a las calles.

Hoy vemos que se da en todos lados el debate por el derecho al aborto legal. Hemos conquistado que finalmente este debate llegue al Congreso Nacional. El camino es larguísimo, pero lo hemos logrado.

 

La “marea verde” se ha vuelto un ícono en la sociedad, ¿cuál es tu mensaje para quienes hoy empiezan a cuestionarse sobre la legalización del aborto?

Son las adolescentes las que hoy tienen más para enseñarnos a nosotras, son ellas a quienes hoy tenemos que escuchar, porque están atravesando con el cuerpo el mundo que nuestras madres, abuelas y todas hemos peleado.

La construcción de las identidades disidentes, la construcción de la identidad de las mujeres hoy es producto de la lucha pasada. Es importante preguntarnos como sociedad cuáles son los miedos, las dudas, las inquietudes, las intervenciones que hoy tienen las adolescentes para trasmitirnos.

 

En el caso de que se legalice, ¿termina acá la lucha para que las mujeres no sigan muriendo por abortos clandestinos?

Que el Congreso de la Nación despenalice y legalice el aborto no va a mermar la lucha, porque sabemos que vamos a tener que estar detrás de cada uno de los agentes estatales y los efectores y las efectoras de salud.

Porque sabemos que hoy, por ejemplo, con la Ley de Educación Sexual Integral no tenemos respuestas en todas las escuelas. La Iglesia y los sectores conservadores se oponen a esta ley. Es por eso que una vez que se apruebe la ley por el derecho al aborto, tendremos que seguir empoderadas, organizadas y presionando para que se cumpla.

Si hay algo que caracteriza al movimiento de mujeres es su apertura para el debate, la empatía y el reconocerse con los problemas que les afectan a todas. La discusión por el aborto generó un revuelo social, una Argentina que estaba adormecida y que hoy toma más conciencia, aunque el camino aún sea largo y quede mucho por transitar.

“Hagan historia y salden su deuda con las mujeres”

Mariana Hellin.

En diálogo con EL OTRO, Mariana Hellin, abogada feminista e integrante de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, sostuvo que “hoy ya no está en discusión aborto sí o aborto no, sino que se eviten más muertas por abortos clandestinos”.

¿Creés que Argentina va camino a despenalizar el aborto?

Creo que hay posibilidades, esto es voto a voto, aún hay muchos indecisos e indecisas, que ojalá puedan escuchar honestamente lo que pasó en las sesiones del Congreso, en el marco del debate por esta ley, porque realmente la calidad argumentativa de quienes estamos a favor es tremendamente superior a quienes están en contra.

Desde nuestra parte nos esforzamos por argumentar científicamente desde cada una de las ciencias: medicina, bioética, derecho, ciencias sociales, desde la salud pública, desde las vivencias. Mientras que del otro lado faltó seriedad, rigor, y lo que sobró fueron experiencias personales, trasmitir convicciones propias, religiosas, pero individuales y que no pueden convertirse en una política pública.

De manera que si los diputados y las diputadas prestan atención honestamente a lo que pasó en estos meses en ese trabajo de comisión que se hizo, creo que la balanza debería inclinarse por la aprobación del proyecto.

Luego está el segundo paso que es Senadores con una lógica muy diferente, pero puede estar bastante condicionada por una buena votación en Diputados. El camino hacia la despenalización está iniciado. Esperamos con mucho optimismo la votación para este 13 de junio en el Congreso.

 

Hay sectores que afirman su postura en contra del aborto, pero sabemos que existe y es una problemática social que se debe resolver, ¿qué les decís a ellos?

A estos sectores que afirman su postura en contra del aborto, creo que es necesario recordarles que no se trata de aborto sí o aborto no. Lo que se discute es: frente a esta realidad, ¿qué hacemos?

Me gusta plantearlo en términos de qué cara le mostramos, como Estado, a una mujer que llega en situación de aborto. Les mostramos la cara punitiva para convertirnos en fiscal y acusador de esta mujer, o bien podemos mostrarle una cara sanitaria y recibirla, realizar consejerías serias, completas, veraces, y si la mujer mantiene su voluntad de abortar, entonces acompañarla, que esto sea en condiciones dignas, seguras, y que el Estado se haga cargo. Además, que se realicen consejerías pos aborto.

Frente a una realidad, el Estado debe tomar la decisión de seguir actuando con su cara punitiva, represiva, o su lado sanitario.

 

Recientemente nos enteramos que en nuestra provincia una niña de 11 años fue violada por su padrastro y quedó embarazada, ¿qué contempla la legislación vigente para estos casos?

No debemos olvidar que lamentablemente hay muchos más casos como el de esta niña, pero no todos salen en los medios.

Este caso está contemplado como un caso de interrupción legal del embarazo, es decir aborto no punible. Esto es así desde 1921, porque se trata de una violación y porque, sin dudas, está en juego su salud física. La misma gestación a esa edad es peligrosa, es decir que para esa niña es más peligroso portar un embarazo y parir que abortar en condiciones seguras.

Lo que sucede es que Mendoza no está cumpliendo con las interrupciones legales de embarazos. Desde el Programa de Salud Reproductiva se ha intervenido en estos casos, se realizaron supuestas consejerías, y ahora resulta que todas quieren ser mamás a los 10 o 12 años.

Tiendo a desconfiar de los términos y modos en que se realizan estas consejerías, y a sospechar que en realidad se trata de no escuchar a estas niñas y torcer la voluntad de sus familias para terminar forzándolas a un embarazo y parto. Me cuesta mucho pensar que esta pequeña, habiendo sido abusada sexualmente por este varón cercano y posteriormente embarazada, pueda elegir la maternidad como proyecto de vida.