Las imágenes muestran una fisonomía de violencia similar a la que se vive por estos días en Santiago de Chile y otras ciudades del país hermano, pero se trata de Tupungato y de la Ciudad de Mendoza. Por la mañana, las fuerzas de seguridad reprimieron una protesta en Cordón del Plata en la que vecinos de esa localidad exigieron seguridad y justicia tras el asesinato a puñaladas de Alcides Chaira, un joven de 19 años, quien falleció desangrado esperando 40 minutos una ambulancia. Por la noche, la policía provincial desalojó violentamente una manifestación callejera de solidaridad con el pueblo chileno y detuvo a 25 personas. Denuncian que un policía le robó la cartera a una de las arrestadas.

Por Negro Nasif

Foto: Facebook Alcides Chaira

El asesinato de Alcides Chaira, un joven de 19 años apuñalado en la madrugada de este lunes en Cordón del Plata, despertó la impotencia contenida desde hace mucho tiempo por el constante estado de inseguridad que vive ese distrito del Valle de Uco, sumado a la indiferencia de las autoridades sanitarias que tardaron 40 minutos en enviar una ambulancia al lugar, mientras Alcides se desangró hasta perder la vida.

Según relataron vecinos a EL OTRO, “el Cordón es tierra de nadie, todo el tiempo nos roban, nos agreden, a la noche no se puede salir, ni siquiera las madres pueden ir a la madrugada a la salita a pedir un turno porque están aterradas de que les roben y las golpeen como ya ha pasado”.

Tras el crimen, las y los vecinos salieron a la calle a exigir seguridad y justicia en un clima de indignación que fue creciendo hasta que la represión policial desató una pueblada, amenaza de linchamiento a la familia de los presuntos delincuentes, y confrontación con las fuerzas de seguridad que hirieron a decenas de personas, con balas de goma, golpes y palos, entre ellos varios niños, algunos trasladados al destacamento del lugar.

El crimen de Alcides encendió la chispa de indignación de una población que se siente excluida y estigmatizada por los gobiernos provincial y departamental y que, frente a la gravísima situación delictiva, recibe como única respuesta la represión del Estado sin habilitarse canales de diálogo que prevengan nuevas situaciones de violencia. “Hay un ensañamiento discriminatorio contra la comunidad boliviana que vive acá”, denunciaron.

El Poder Judicial comunicó ayer que dos sospechosos del asesinato ya fueron detenidos. Mientras tanto, en un clima de mucho dolor, el cuerpo de Alcides comenzó a ser velado el lunes por la tarde en un salón comunitario de Cordón del Plata.

Denuncias del cónsul de Bolivia

Foto: Gentileza Infouco. Francisco Navajas, cónsul de Bolivia.

El distrito Cordón del Plata de Tupungato está poblado por una importante comunidad de inmigrantes bolivianos, muchos de ellos residentes permanentes del departamento. Es por eso que, frente a la grave violencia institucional y el desamparo sanitario, Francisco Navajas, cónsul de Bolivia en Mendoza, concurrió al lugar para interiorizarse de la situación, mediar en el conflicto entre la población y las fuerzas de seguridad y garantizar los derechos de sus compatriotas.

“Esto es una situación terrible, es un acto de miseria humana quitarle la vida a alguien. La comunidad boliviana está dolida, hubo abusos contra la gente y hay heridos. Las autoridades deben esclarecer esto cuanto antes”, aseguró el diplomático en diálogo con el portal regional Infouco.

Foto: Gentileza. Uno de los adolescentes herido con balas de goma de la policía.

Navajas denunció abusos de autoridad contra la población boliviana y aseguró que pondrá en conocimiento del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, los graves hechos. “Nuestros hermanos vienen de manera transparente a trabajar, a poner el hombro y reciben este destrato. No tienen atención en salud, no tienen doctores ni enfermeros; y ahora sufren este acto terriblemente agresivo, han sido objetos como si fueran una pared de tiro”, señaló el cónsul en clara condena a la represión sufrida por sus paisanos.

De la solidaridad al calabozo

Desde las 18.30 de este lunes, frente al Consulado de Chile en Mendoza, cerca de tres mil manifestantes, entre los que se encontraban residentes chilenos, se reunieron para expresar solidaridad con el pueblo trasandino, bajo la consigna “contra la represión militar y los abusos del pueblo”.

El acto se desarrolló con absoluta tranquilidad, la mayoría de las y los manifestantes se desconcentraron, excepto cerca de quinientas personas que continuaron en la intersección de las calles Emilio Civit y Belgrano, donde un grupo cortó en forma intermitente las vías del Metrotranvía hasta que un operativo policial comenzó a rodearlos.

Otros quinientos manifestantes permanecieron en la Plaza Chile donde continuaron con el corte de calles hasta que las fuerzas de seguridad, comandadas en persona por el director general de Policía, Roberto Munives, comenzaron a reprimirlas, primero con chorros de agua de un camión de bomberos y, luego, con golpes, palos y balas de goma.

“Las banderas políticas ya se había retirado, éramos solo personas autoconvocadas independientes y marchamos a la plaza Chile. Cuando llegamos decidimos con las otras personas que estaban allí cortar la calle Gutiérrez, porque éramos bastantes personas y no queríamos que se desconcentren, y pasado un breve rato apareció un camión de bomberos que cortó la calle en Perú y comenzó a tirarnos agua”, reseñó una de las manifestantes y dio detalles de cómo continuó el operativo: “Después de que nos tiraron agua nos fuimos todos para la plaza, siguieron tirando agua y los policías comenzaron a agarrar a compañeros y compañeras. Nosotros seguimos por la plaza, nos empezaron a perseguir, a tirar balazos al aire. A los compañeros que se llevaron los tiraron al suelo, los golpearon y, a pesar de que ya nos estábamos retirando de la plaza, siguieron persiguiéndonos por las calles aledañas hasta calle Las Heras”.

Captura de video.

El violento operativo culminó con la detención de 25 personas, entre ellas el reportero gráfico Pablo Llanos, quienes fueron trasladadas a las comisarías 3, 6 y 33. De acuerdo con información extraoficial, “los aprendidos serían imputados por los delitos de daño, lesiones agravadas, amenazas agravadas, entorpecimiento”, entre otros presuntos crímenes.

Miembros del Comité contra la tortura de Mendoza visitaron los lugares de detención. Fernando Rule manifestó anoche que los detenidos estaban golpeados pero que en general se encontraban en buen estado de salud. Sin embargo, el miembro del organismo oficial denunció que Florencia Salinas, una de las detenidas, sufrió un robo a manos de agentes de seguridad. “Algún policía le robó la cartera completa antes de subir al auto, con sus documentos y el sueldo que acababa de cobrar”, señaló Rule en las puertas de la Oficina Fiscal Nº 1, donde unas 50 personas aguardaban anoche novedades sobre sus familiares detenidos.

 

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