El reconocido Dúo Nuevo Cuyo “pasa la gorra” todos los días en la Peatonal Sarmiento para sobrevivir y mantener en pie al folclore cuyano.
Fotos: Coco Yañez
No es frecuente que los artistas asuman su condición de desempleados cuando el trabajo viene flaco. Menos habitual es que músicos, que compartieron escenarios y grabaciones con las principales figuras del folclore argentino, se sienten en la principal esquina de una capital de provincia para compartir su arte, a cambio de monedas y billetes que los transeúntes estén dispuestos a ofrendarles.
Y, justamente, los hermanos Gustavo y Guillermo Micieli son obreros del arte poco comunes. Además de ser muy talentosos autores, compositores e intérpretes, los integrantes del Dúo Nuevo Cuyo decidieron dedicar sus vidas por entero a las tonadas, cuecas, gatos, pastoriles y valses de nuestra región, sin transar con ese mercado que sugiere que la música cuyana no es -ni será- negocio.
“Los Cuyo”, como se los conoce en el ambiente, cultivan el género desde los años ´90. Luego de transitar desde muy jóvenes por el rock, los ritmos latinoamericanos y los sonidos andinos, se definieron por la música de aquí, con clara consciencia de lo que ese desafío significaba.
El dúo asumió con total naturalidad el hecho de ganarse la vida “a la gorra” cuando el Estado da la espalda y son casi inexistentes las propuestas privadas.
Trabajan de escritores, compositores, arregladores, cantantes y guitarreros. No la tuvieron fácil, pero a fuerza de esa persistencia lograron el reconocimiento del público y de destacados referentes de la música popular. En casi veinte años, pasaron por los escenarios folclóricos más importantes del país, grabaron dos discos -a pulmón- y recibieron diversas distinciones.
El punto más sobresaliente de la trascendencia nacional y latinoamericana del dúo llegó en el año 2009, cuando Mercedes Sosa los eligió para grabar una de las canciones de su álbum doble Cantora. Los Micieli compartieron esa memorable placa con poetas y músicos de la talla de Joan Manuel Serrat, Luis Alberto Spinetta, Caetano Veloso, Víctor Heredia, Teresa Parodi, León Gieco, Charly García, Gustavo Cerati y Luis Salinas, ente otros gigantes.
Las urgencias del presente
Guillermo y Gustavo tienen claro que no se vive sólo del reconocimiento, los aplausos, ni mucho menos del pasado. En una charla con EL OTRO hablaron del cariño y respeto del público cuyano, de sus sueños artísticos, pero también -y fundamentalmente- de las urgencias mundanas, como pagar el alquiler, darle de comer a los hijos, que no te corten la luz o el gas… en fin de las cuestiones cotidianas que preocupan a todos los trabajadores y trabajadoras que hoy no llegan siquiera a empezar el mes.
Con esos apremios, y sin claudicar sus convicciones artísticas e ideológicas, salieron desde el lunes pasado a tocar en pleno centro de la Ciudad de Mendoza. Este medio fue testigo ayer de cómo el dúo asumió con total naturalidad el hecho de ganarse la vida “a la gorra”, cuando el Estado da la espalda y son casi inexistentes las propuestas privadas.
“Nosotros ya hemos estado en la calle, si venimos de ahí”, reivindica Gustavo y se explaya en los porqué de la vuelta obligada al espacio público: “Desde hace meses que no hay laburo para nosotros, tampoco para un montón de artistas que quieren ser fieles a sí mismos y buscan defender nuestra cultura. Por un lado el gobierno no tiene una política que apoye a los hacedores locales y, por el otro, no hay un mango y la gente piensa dos veces antes de pagar una entrada cuando la plata no alcanza”.
La Secretaría de Cultura de Mendoza, encabezada por Diego Gareca, contrató sólo dos veces al Dúo Nuevo Cuyo en lo que va del año, para presentaciones departamentales en Lavalle y General Alvear. A pesar sus modestos presupuestos, incomparables con otros artistas nacionales, aún no les pagan. “A los pocos días de asumir Gareca en su cargo nos llamó y tuvimos una reunión muy interesante de dos horas, con muchos proyectos por delante. Fue la primera y única vez que nos recibió. Parece que después le molestaron algunas opiniones nuestras y nos borraron de todas las grillas”, nos cuenta Guillermo.
“Desde hace meses que no hay laburo para nosotros, tampoco para un montón de artistas que quieren ser fieles a sí mismos y buscan defender nuestra cultura”.
Pero no solamente las opiniones parecen alejar a los hermanos Micieli de la política cultural del gobierno de Alfredo Cornejo. También hay un destrato que se repite con otros músicos considerados independientes. Una prueba de ello son las altas retenciones que tienen los artistas cuando se les ceden algunas salas del Espacio Julio Le Parc. “Tocamos en septiembre con los Bici Swing en el Le Parc, la promoción la tuvimos que hacer nosotros, el gobierno cobró las entradas, retuvo el 45% por SADAIC y los costos de la sala, y todavía no nos pagan”, relata con indignación Gustavo, primera guitarra y segunda voz del dúo.
La falta de escenarios, la indiferencia de importantes sectores sociales, atendibles razones económicas y convicciones profundas, llevaron al Dúo Nuevo Cuyo a presentarse (todos los días de 9 a 13 hs.) en el Km 0 de un pueblo que corre la calle, mientras los Micieli defienden su identidad con una tonada del Guillermo que dice: “Ya estoy cansado de cantar paisajes / Y de inventar amores entre racimos, / cuando dos manos que al despellejarse / me dejan sangre porque son de amigo. / Ya estoy cansado de alegrar vendimias / a bellas reinas que no entienden nada. / Mejor le dejo el cogollo entero / para la niña y para su mama”.
Zamba de los adioses (Armando Tejada Gómez – Tito Francia)
Mercedes Sosa y el Dúo Nuevo Cuyo
