Tras 4 años de vaciamiento de presupuesto a la ciencia, una investigadora aparece en un programa de concursos para recaudar dinero y el gobierno reacciona tarde y mal. Casi que se lo puede ver gritar a Macri desde la Bombonera acompañado de todo su gabinete, el presidente que “hace gobierno” desde falsas promesas mediáticas. Las preocupaciones de la Rosada se miden con rating.

Cabildo abierto en el CCT Conicet Mendoza este 22 de mayo. Foto: Leonardo Fernández - CCT Mendoza

Durante los 4 años de gobierno de Cambiemos los investigadores científicos de nuestro país han demostrado el vaciamiento y olvido al que se ha visto sometida la ciencia sin obtener la más mínima atención. Han sido tomados los centros de investigación en más de una ocasión y hace tiempo que comenzó el éxodo de jóvenes científicos que deciden irse del país para poder trabajar. Pero para que la gestión actual mostrara una mínima preocupación por la situación de la ciencia, una investigadora del CONICET (Marina Simian) tuvo que participar del programa de concursos ¿Quién quiere ser millonario?, conducido por Santiago Del Moro.

Ni siquiera se trata de políticas concretas. Lo que la degradada Secretaría de Ciencia anunció este 22 de mayo es la promesa de un incremento del presupuesto para ciencia de 1000 millones de pesos. Para Fernanda Beigel, investigadora del CONICET y referente a nivel provincial, surgen muchas dudas respecto a los números de esta promesa que no se sabe cuándo va a concretarse y que se entrecruza con otros anuncios de partidas presupuestarias de las cuales la comunidad científica todavía no ha visto un peso.

Fernanda Beigel, investigadora CCT CONICET Mendoza. Foto: Coco Yañez

“Todavía Jefatura de Gabinete no incorporó al presupuesto los 915 millones de pesos que incluyó en el artículo 16 la Cámara de Diputados: 500 para CONICET, 400 para el INTA y 15 para la Fundación Miguel Lillo. Entonces la primera duda es: ¿Estos 1000 millones son además de los 500 millones que le faltan incorporar al CONICET o están incluidos? Si están incluidos, entonces la novedad no son 1000 millones sino solamente 500 millones. La segunda duda es: ¿Este es un real incremento o es una reasignación de partidas, tomando parte de los 3000 millones que se incluyeron sin asignación específica en el presupuesto de Ciencia y Tecnología como ‘Obligaciones a cargo del Tesoro Nacional?’”, se pregunta Beigel dejando en evidencia que las promesas de esta gestión no solo no se concretan sino que además se trata de jugarretas y pantallas para hacer creer a la gente que lo mira por TV que se le dio solución a un problema que no deja de crecer.

“La aparición de una científica en la TV lo único que hace es demostrar la desesperación de la ciencia en Argentina por querer avanzar en sus investigaciones. Pareciera que esto genera inquietud en el Ejecutivo, pero es una escena mediática por parte del gobierno que acostumbra a usar esta herramienta”, dice la investigadora, que además denuncia que la designación de Alberto Kornblihtt y Mario Pecheny como miembros del directorio del Conicet que ocurrió este 22 de mayo tras la masiva mediatización de Simian, llega tarde y no es motivo de celebración: “Esta designación viene demorada desde hace más de un año. Algo que puso en riesgo la estabilidad institucional del CONICET y demostraba un desprecio por la democracia interna del organismo. Hace un año que venimos reclamando estas designaciones que se efectivizan tan tarde que ya el Directorio tenía espacios acéfalos”.

Mendoza sin preocupaciones

Reclamo por presupuesto en el CCT CONICET Mendoza. Foto: Leonardo Fernández

“Respecto del estado actual de la ciencia ha habido un proceso de retracción y contracción permanente. De los ingresos a carrera de investigadores nuevos cada vez hay menos vacantes, hay redireccionamiento de las convocatorias hacia temas estratégicos que hacen más complejo el ingreso, falta de distribución de fondos para proyectos. Lo más triste de este proceso es el caso de los jóvenes. En el propio CCT Mendoza (Centro Científico Tecnológico) ingresan muy pocos y deben ser despedidos después de 7 años de formación porque no pueden acceder a las becas para realizar sus investigaciones”, explica Beigel.

Este diario intentó encontrar declaraciones de Alfredo Cornejo o su gabinete respecto del estado actual de la ciencia a nivel provincial, pero parece que no ha sido una de las preocupaciones del gobernador de Mendoza en los 4 años que lleva en el poder. De hecho al tomarnos un minuto para hacer una búsqueda rápida en internet, nos sorprendió descubrir que las palabras ‘Cornejo’ y ‘ciencia’ nunca se cruzan en artículos periodísticos, excepto en uno que habla de reclamos del CCT CONICET Mendoza preocupados por el ajuste del gobernador.

Toma del CCT Mendoza en septiembre del 2017. Foto: Coco Yañez

Dice Beigel: “De parte de la Provincia no solamente no hay una política científica propia como en San Juan, por ejemplo, sino que ni siquiera hemos recibido apoyo ni preocupación de parte del gobierno. Es más, todo el proceso de detención de los fondos ha afectado de manera directa proyectos que tienen un impacto local muy alto, y sin embargo nuestro gobernador mantiene una indiferencia muy grande al respecto”.

Necesitaríamos de muchos programas de concursos transmitidos por televisión en todo el país para despertar los “pucha che” de un gobierno cínico, que igual no aportan ni cambian nada. Habría que acercar al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a jugar a uno de estos programas para que la gente lo vea decir por la caja boba lo que dijo hace días en declaraciones radiales y no despertó indignación alguna: “Cuando uno discute prioridades tiene que discutir qué cosas no son prioritarias. Es un debate que hay que hacer sobre en qué cosas no vamos a gastar más”, refiriéndose al presupuesto en Ciencia y Tecnología.

“Andá a las urnas, bobo” parecen decirnos desde Cambiemos cuando anuncian inversiones en ciencia que no se concretan. Hay que empezar a analizar un poco más profundamente los espejitos de colores, porque lo único cierto es que a las urnas vamos dentro de poco.

Suárez al gobierno, Cornejo al poder

Para que no se acabe la ciencia