En declaraciones a FM Z, el director del Hospital Regional Antonio Scaravelli de Tunuyán, señaló que están “pateando cirugías que pueden esperar un poquito”. La tosca e insensible confesión de Mauro Acuña, responsable desde hace diez días del principal hospital del Valle de Uco, fue el modo que encontró para minimizar la grave crisis sanitaria que sufre Mendoza, debido a la renuncia masiva que médicos anestesiólogos hicieron efectiva hace un mes.

Por Redacción EL OTRO

El flamante director del Hospital Regional Dr. Antonio J. Scaravelli del Valle de Uco, asumió que se han “resentido” las cirugías programadas de ese importante nosocomio, aunque señaló que “no en un porcentaje alto”. Sin embargo, tras las destinadas declaraciones radiales del funcionario, EL OTRO pudo constatar, a través de testimonios y registros oficiales del propio Scaravelli, que la lista de espera de ese centro asistencial, al día de la fecha, acumula 230 cirugías generales. Cifra que no comprende infinidad de procedimientos de Ginecológica, Traumatología, Pediatría, Endoscopía y Otorrinolaringología, entre otras especialidades.

Contrariamente a lo dicho por Acuña, la lista de espera “se incrementa entre 70 y 80% por mes”, de acuerdo con estimaciones brindadas a este diario por profesionales del Scaravelli, quienes conocen de primera mano las tardanzas en la concreción de procedimientos quirúrgicos que, de seguir esta crítica tendencia, deteriorarán la calidad de vida de las y los pacientes.

Hospital Regional Antonio Scaravelli de Tunuyán. Foto: Gobierno de Mendoza

Tal como ya informó nuestro diario, son seis los puestos de Anestesiología del Scaravelli que quedaron sin profesionales luego de la ola de renuncias, por lo que el número de cirugías programadas de Tunuyán, San Carlos y Tupungato se disminuyó a la mitad. Solo se realizan intervenciones vitales, y las demás se derivan a la Ciudad de Mendoza, sobrecargando así a los hospitales de referencia que se encuentran colapsados.

Fingir normalidad y “patear” las cosas para adelante parecen ser los ejes de la estrategia de Salud, que se baja desde la primera línea de la ministra Ana María Nadal y el subsecretario Oscar Sagás, hasta los responsables de los centros asistenciales de los departamentos. Como el director Mauro Acuña que, a diez días de asumir en su cargo, niega la realidad y -sin eufemismos- “patea” turnos quirúrgicos al futuro “que pueden esperar poquito”, como si el acceso a la salud no fuese un derecho humano esencial, y las personas sujetos de derechos urgidos por mejorar sus vidas.

A la izquierda: el director Acuña. Al centro: la ministra Nadal. Foto: Foto: Gobierno de Mendoza

Mientras el Gobierno celebra un superávit de 27 mil millones de pesos, se niega a aumentar los salarios de las y los trabajadores de la salud, favoreciendo así la migración de especialistas a provincias vecinas, donde los sueldos duplican lo que se gana en Mendoza.

 

 


 

EL OTRO resiste el archivo

Ofrecemos a las lectoras y lectores de nuestro diario un pormenorizado informe de notas periodísticas que explican la crítica situación de la salud pública en Mendoza, y las razones por las cuales el Gobierno provincial se niega a distribuir excedentes presupuestarios, que podrían mejorar sensiblemente y en el corto plazo la cantidad y calidad de servicios públicos que debe garantizar el Estado. 

 

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