De espaldas al conocimiento científico y a la realidad de las aulas mendocinas, el director general de Escuelas autorizó la ruptura de una burbuja sanitaria para que un equipo de Canal 9 utilice a niños y niñas como “conejillos mediáticos” del relato oficial. José Thomas, quien confesó que sus hijos lloran cuando no tienen presencialidad, dijo tener estadísticas que demuestran un descenso abrupto de los contagios de covid-19 en las escuelas. Información que contrasta con testimonios de comunidades educativas de toda la provincia e, incluso, datos epidemiológicos de la propia OSEP. “Veníamos con un 6%, hoy hay un 20% de positividad”, confirmó el médico Mauricio Recabarren, director del Hospital Fleming, donde en la última semana internaron a cuatro criaturas con neumonía bilateral causada por el coronavirus.

Por Negro Nasif

¡Qué buena iniciativa!

Canal 9, uno de los principales medios hijos de pauta de Mendoza, realizó el pasado jueves al mediodía un extenso informe justificando que niños, niñas y adolescentes deban utilizar frazadas en los cursos para soportar el dictado de clases presenciales, en condiciones de bajas temperaturas.

Tras exhibir distintas imágenes de docentes y estudiantes dentro de aulas con mantas sobre hombros y piernas, y luego de escuchar a una directora reconocer que niños se descompusieron por el frío, la periodista Daniela Galván destacó las virtudes del frazadazo escolar: “Qué buena iniciativa, porque hay que dejar de lado la formalidad en este caso, ¿no?”, señaló frívolamente la conductora en diálogo con su compañera, Laura Rez Masud, quien defendió con ahínco el discurso oficial, aun cuando su informe demostró evidentes padecimientos para nada educativos, en una provincia donde ya comenzaron a castigar las heladas.

“Docentes y alumnos que están en presencialidad deben aguantarse el frío”, sostuvo Galván mirando a Rez Masud, quien consintió resignada: “Y sí… no queda otra”. Por supuesto, ambas transmitieron en vivo sin frazadas, con ropa muy liviana, incluso arremangadas, desde el cálido piso de uno de los selectos medios hegemónicos sostenidos por el Estado mendocino.

Aislados del país

Suarez y Cornejo. Foto: Gobierno de Mendoza

El episodio de obscenidad mediática explícita del 9 se dio en el contexto de una semana clave para Juntos por el Cambio en Mendoza, en su peligrosísima cruzada partidaria –en yunta con la CABA- a contramano de los acuerdos sanitarios alcanzados por la Nación y todas las provincias argentinas. El gobierno de Rodolfo Suarez apostó fuerte en la construcción del sentido sacrificial que tendría la educación y, violando las normas de la mismísima DGE y derechos humanos básicos, permitió que un equipo televisivo rompiera impunemente la burbuja de prevención de un aula, y utilizara a niños y niñas ateridos, ¿con la autorización firmada de sus responsables legales?

Lejos de un exabrupto, error o exceso, la señal de TV abierta de Sigifredo Alonso demostró hasta dónde puede llegar un denodado esfuerzo destinado a convertir el maltrato infantil en una nueva normalidad educativa. Despliegue que involucró al coro de medios pautados que, con excepcionales fisuras, militaron mañana, tarde y noche, la bandera cambiemita, como si se tratara de un 24 horas De Todo Corazón.

Foto: Twitter Alfredo Cornejo

Para comprender lo complejo, repasemos algunos antecedentes y contexto pandémicos, en los cuales se da la avanzada nacional motorizada por el paciente VIP, Alfredo Cornejo, ya felizmente de alta y custodiado en el calor de su hogar.

Thomas y Ciencia

José Thomas (DGE) y Tadeo García (presidente de la UCR Mendoza) Foto: UCR

Es probable que el discurso negacionista y el terraplanismo político hayan obligado a una de las doctoras en Pedagogía más prestigiosas de América Latina a reafirmar lo que debería ser una obviedad. “Para poder estudiar, para poder aprender, para poder ir a clases, primero hay que estar vivo”, sostuvo Adriana Puiggrós en una entrevista con El Grito del Sur, publicada el pasado 21 de abril. Un razonamiento de grado tan elemental que la propia investigadora debió  convocar, a los que afirman que las escuelas no contagian, a que digan cuáles son sus fuentes de información. Lo que es muchísimo pedir a los aperturistas del saber que, al mismo tiempo, cierran las puertas al conocimiento de científicos y científicas, que han dedicado sus vidas a la investigación, para terminar siendo refutados en un set de TV por profesionales de la desinformación.

Adriana Puiggrós Foto de archivo: Coco Yañez

Tal como aclaró Puiggrós, la llamada presencialidad de niños, niñas y adolescentes “no es una decisión pedagógica, es sanitaria”. En este aspecto, la reconocida revista científica The Lancet advirtió que las clases presenciales aceleran los contagios de coronavirus. “Dada la incertidumbre sobre los efectos en la salud a largo plazo, es imprudente dejar que el virus circule en niños”, destacó el artículo de la epidemióloga Deepti Gurdasani, de la Queen Mary University of London, publicado el 18 de abril (versión en inglés aquí).

Aquí en Mendoza, otro contexto completamente diferente al descripto en las principales investigaciones científicas internacionales, el director general de Escuelas anunció tener fuentes propias que parecen contradecir las autoridades académicas de Puiggrós, Gurdasani y otras destacadas personalidades de la comunidad científica.

¿Bajaron los contagios?

José Thomas Foto: Gobierno de Mendoza

De acuerdo con el portal mendocino Mendoza Post, José Thomas cuenta con información estadística “para no sacar las clases presenciales”. “El funcionario dijo que los datos que maneja la Dirección General de Escuelas se basan en números desde que se implementaron las anteriores restricciones del 8 de abril.  Estos mostraron que bajaron los contagios en las escuelas, del 4,6%  a 2,4%”, subrayó el medio oficialista el lunes pasado, el mismo día en que Thomas no mostró demasiada empatía con los estudiantes envueltos en frazadas en las escuelas públicas, pero sí  manifestó con angustia que sus dos hijos de 4 y 7 años, quienes asisten a una escuela privada, “lloran cuando no tienen presencialidad”.

Sin ningún tipo de rigor científico, el técnico en Electrónica y Electricidad y Licenciado en Tecnologías Educativas aventuró una hipótesis que explicaría el descenso de contagios, en la excepcionalidad nacional de nuestras escuelas. “Esto quiere decir que el cierre de las actividades nocturnas con las restricciones horarias tiene una directa incidencia en los adolescentes”, arriesgó el director general aunque no precisó, entre otros grandes dilemas que desvelan a los epidemiólogos del mundo, la vinculación de apertura de escuelas, alumnos asintomáticos y aumento sustancial de contagios en maestros, por ejemplo, como destaca un estudio de la Academia Nacional de las Ciencias de los Estados Unidos, recientemente publicado en la señera Revista Medicina Buenos Aires.

Las estadísticas de Thomas también muestran discordancia con testimonios de trabajadoras y trabajadores de la educación mendocinos y autoridades de OSEP. El director del Hospital Fleming, Mauricio Recabarren, confirmó el miércoles pasado que en el último año aumentó significativamente el porcentaje de infecciones de niños y niñas testeados por covid-19. “Veníamos con un 6%, hoy hay un 20% de positividad”, advirtió el responsable del hospital pediátrico de la Obra Social de Empleados Públicos, quien además relató que en la última semana fueron internados cuatro niños con neumonía bilateral causada por el coronavirus.

“Matar la vida, frenarla, con la reducción de los hombres a meras cosas, alienarlos, mistificarlos, violentarlos, es propio de los opresores”, escribió hace 50 años Paulo Freire en Pedagogía del oprimido. Como si estuviese viendo Noticiero 9 ahora mismo.

 

A aguantarse el frío nomás