“Es hora de poner el cuerpo a la poesía. Es hora de aproximar la interpretación del texto a una acción de entrega. Sacar el polvo de sus rendijas y mirar a través cómo destila un licor amargo y joven. Remecer los sentidos olvidados. No reparar en el exceso ni la multiplicidad”, Melissa Carrasco.

Fotos: Ser Shanti

En esta sintonía, el último viernes en el hermoso Salón Cultural Seguros Rivadavia, se presentó el segundo de “Ocho Episodios Poéticos/Siete en punto” que organiza Juan Alberto Montaño, de Editorial Pan. El encuentro contó con la participación de la poeta chilena Melissa Carrasco y el músico Diego Montón, con su proyecto Mingomusik, experimental de electrónica en vivo con visuales.

Una apuesta interesante que ubica a la poesía y otros estímulos en simultáneo en espacios donde generalmente se la relega.

Para escuchar los discos de Mingomusik, visitá esta página.

De Melissa Carrasco:

Gente que lee. Gente que no lee.
Gente que mira en el vidrio del micro
su disparo en la sien.
Gente que no es.
Gente buscando en el libro
una ruta agazapada en las costuras.
Un modo diferente de morir.
La gente enroscada en su asiento
es uña de gato
asegurando panzas de ratón.
Gente que no está.
Gente con amor de papel amarillo.
Cara de mono, cara de nada
cara de árbol arrancado
cara de bostezo verde
cara de mano bajo el pantalón
cara de ojos en la nuca
cara de flor arrugada en un bolsillo
cara de rompecabezas
cara de apocalipsis masticado
cara de sobreviviente

cara de condenado
cara de teta negada
cara de muñeca gélida
cara de tormenta expatriada
cara de cactus sin maceta
cara sin substancia
cara sin nombre
cara sin atardecer
cara sin memoria
cara sin maleza
cara sin hambre
cara sin vergüenza
cara
contra
cara.

Todos subidos sobre la cama
mordemos un trozo de techo
que sucumba a blanquear
el daño que vigila nuestro insomnio.

 


Leer más:

Paula Bilen, poesía del margen

 

“Escribo poesía desde este cuerpo que habito”