En el paraje turístico más promocionado de la #MendozaMaravillosa brotan reclamos para que se entiendan necesidades básicas. Debajo de las demandas del creciente turismo, los pobladores exigen un servicio de transporte acorde a los tiempos y a las necesidades elementales.

Por Juan Sajor

Foto de archivo: Vecinos Autoconvocados de Potrerillos

La ausencia de obras y el poco desarrollo turístico en Mendoza, y particularmente en los alrededores del dique Potrerillos, se ha instalado como tema de agenda en los últimos años. Visiblemente los avances en infraestructura no han acompañado al crecimiento del turismo y se hizo más hincapié en la promoción que en el mejoramiento de las instalaciones.

Las críticas -desde diversos sectores- hablan de “falta de servicios básicos” y el Gobierno  de Mendoza dice estar trabajando en un masterplan que siembre está por comenzar. Entre tanto, detrás de esta discusión se derrama una realidad más profunda que tiene que ver con la calidad de vida de los habitantes de Potrerillos y de sus valles. Entre otros problemas, los pobladores no cuentan con un buen servicio transporte y reclaman prestaciones básicas. Viajar sentado, completar un recorrido sin percances, llegar a horario, y hasta saber que no van a sufrir un accidente, se han vuelto cosas poco habituales en los viajes, por no decir travesías, a la villa turística más grande del Corredor Andino.

Fuente: La Leñera Radio Comunitaria | Febrero de 2020 Captura de pantalla

La empresa Andesmar S.A. tiene la concesión de los recorridos de la zona desde 2019. Hasta junio de ese año la firma encargada del transporte era Antonio Buttini e Hijos S.R.L, pero el gobierno decidió transferir la licencia por una cuestión de cercanía. Buttini tiene su base en San Rafael.

El cambio no trajo las mejoras que prometieron y que los pobladores esperaban, los desperfectos mecánicos y las demoras no desaparecieron y hasta se agravaron. El 23 de noviembre pasado se produjo un accidente que podría haber terminado en una tragedia, un colectivo que había partido a las 8.30 de la terminal de Mendoza tuvo un siniestro dramático en los caminos del Valle: se le cortó la dirección y gracias a las maniobras del conductor, que logró detener el descenso brusco del vehículo en unas rocas, los pasajeros pudieron salvar sus vidas.

Foto: Cristian Martínez

“El servicio nunca fue del todo bueno. Antes teníamos colectivos muy viejos, que se les abrían las puertas y las ventanas, ahora los cambiaron por coches más modernos con mejor infraestructura, pero igualmente son vehículos viejos. Permanentemente se rompen, los arreglan, se vuelven a romper. Es decir, no hay mejoras”, nos relata Libbia, una docente que se jubiló como directora de la escuela primaria de Potrerillos y que vive en la zona desde hace casi una década. Libbia enumera varios problemas en el servicio, pero destaca la falta de unidades para abarcar la creciente demanda, coches con desperfectos mecánicos y la falta de respuesta de Andesmar ante los percances. Se rompen los colectivos y la empresa manda un refuerzo que puede llegar en una hora, una hora y media o dos horas más tarde.

El crecimiento del turismo en la zona implicó un aumento de la cantidad de pasajeros de la Línea 400 Alta Montaña. Sin embargo, la respuesta esperada de la empresa no llega y en el último tiempo todo se ha complica un poco más. “Cacheuta hoy tiene un movimiento similar al que tienen las ciudades balnearias de Córdoba, esto quiere decir que muchas personas que trabajan en el lugar y turistas ocupan el servicio de transporte que sube al Valle, y por eso muchas veces nos quedamos en la terminal sin poder regresar porque no hay otro medio”, explican.

Foto de archivo: Vecinos Autoconvocados de Potrerillos

En los días siguientes al accidente del colectivo, los vecinos de Valle del Sol, uno de los parajes más poblado de la zona, dirigieron una nota al Ente de la Movilidad Provincial, denunciando el mal servicio. Libbia, encargada de circular la nota, asegura que la minuta se armó un poco a las apuradas, sin embargo, en tres días juntaron más de 150 firmas.

Aquellos que deben cumplir con horarios en sus trabajos, en la medida que pueden, utilizan otro medio de transporte. Los docentes, por ejemplo, suelen organizarse en autos compartidos para poder llegar a horario. Esta estrategia de supervivencia ya es una costumbre. En Potrerillos funciona una escuela primaria, una secundaria y un Centro de Capacitación para el Trabajo.

Natalio Mema, secretario de Servicios Públicos de Mendoza Foto: Gobierno de Mendoza

Pero existe la realidad de las y los que no tienen otro medio de transporte. Este es el caso de Cecilia, una mujer que utiliza la Línea 400 diariamente para ir desde su trabajo a la Villa Potrerillos. “Los colectivos se viven rompiendo. Es cosa de todos los días, cuando salimos del trabajo, estar esperando una hora, 40 minutos, porque el colectivo se rompió, porque viene demorado, porque viene abarrotado y no pusieron otra frecuencia, en épocas de turismo, en época de escuela, la empresa no se molesta en poner más unidades ni en mejorar los colectivos que circulan por la zona. En mi caso particular, cuando tenemos problemas para viajar, la empresa pone un vehículo y nos vienen a buscar, pero no todos tienen esa suerte, si te quedás sin colectivos acá no te queda otra que salir a hacer dedo y, si nadie te lleva, te descontarán el día como les sucede a los que trabajan en el hotel o en las escuelas”.

“En mi caso utilizo el colectivo para todo, es mi medio de transporte”, destaca Cecilia. “Bajo desde Las Vegas a Potrerillos para trabajar, para hacer compras en el supermercado, para consultas médicas, para algún paseo y puedo asegurar que el servicio es un desastre, sin ir más lejos, el último fin de semana tuvimos un evento en Luján y cuando regresamos tuvimos que viajar sentadas en los escalones, con los bolsos en el pasillo, un espanto”.

Foto: Cristian Martínez

El servicio de la Línea 400, que une la zona de los valles con la capital de Mendoza cuenta con tres frecuencias al día, a las 6, a las 11 y a la 17 y el pasaje, con los últimos aumentos, cuesta alrededor de $400. Es decir, que una persona que tiene que recorrer esos 70 km de distancia, por cualquier motivo, debe contar con $800 para abonar el pasaje, arriesgando una larga espera, quedarse sin lugar o viajar en los escalones del colectivo.

En los últimos años la población del distrito Potrerillos de Luján de Cuyo creció notablemente. Según el Censo Nacional de Población y Vivienda, la cantidad de habitantes aumentó un 23% entre 2001 y 2010, cuando se registró una suma de 2.075 personas establecidas en la zona. En ese sentido, se calcula un crecimiento de similar o mayor dimensión en esta última década, que implicó desarrollo de la infraestructura caminera y establecimiento como polo turístico.

Foto de archivo: Gobierno de Mendoza

Sin embargo, como denuncian los testimonios, las obras para atender las necesidades de una población con crecimiento expansivo, y un flujo turístico que supera ampliamente la capacidad del lugar, no están.

Detrás del prometido boom de la industria del turismo y de la llegada de las obras que transformen el paisaje en un centro con capacidad para recibir a los visitantes, hay necesidades que no pueden esperar.

 

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