El jueves pasado, un juicio por jurado condenó a prisión perpetua al exoficial de la Policía de Mendoza, Darío Jesús Cháves Rubio, por el travestidicio de Melody Barrera, quien tenía 27 años cuando fue asesinada a quemarropa el 29 de agosto de 2020, en Guaymallén. En nuestra provincia este juicio marca un precedente, ya que se trata de la primera sentencia por “homicidio agravado por odio a la expresión de género o identidad de género”. En plena conferencia de prensa, Victoria Pincheira, mamá de la joven, manifestó a pesar del profundo dolor: “Esto va a ser un orgullo para mí para toda la vida. Que a mi hija no me la mataron en vano, ella vino a aportarle esto a sus compañeras y eso me satisface de una manera increíble”.

Por Milagritos Contreras

Darío Jesús Cháves Rubio Foto: Ramiro Gomez | Télam

Pasadas las 22 horas del 15 de septiembre, Darío Jesús Cháves Rubio fue declarado culpable por el delito de “homicidio agravado por odio a la expresión de género o identidad de género (travesticidio), en concurso ideal con homicidio agravado por la condición de sujeto activo, por alevosía y ensañamiento, y agravado por el uso de arma de fuego”.

El debate por el travesticidio de Melody Barrera dio inicio el 12 de este mes y, en el mismo contexto, se desarrollaron distintas actividades como una manera de visibilizar y concientizar sobre el mismo.

Foto de archivo: Seba Heras

Para Mendoza este veredicto que encontró culpable al exoficial de la Policía de Mendoza representa un avance en la lucha del movimiento travesti-trans, ya que lxs compañerxs han sido históricamente víctimas de violencia machista, violencia institucional y persecución policial, de un sistema patriarcal, perverso, que se ha dedicado constantemente a estigmatizarlxs, y a relegarlxs cada día más en cuanto a tener una vida digna, en contar con las mismas oportunidades que otrxs.

“He esperado dos años y catorce días”

Victoria Pincheira Foto de archivo: Seba Heras

Durante el comienzo del juicio por el travesticio de Melody Barrera, su madre, Victoria Pincheira, brindó unas emotivas palabras a la prensa: “Mi dulce Melody, ella era muy dulce. Tengo dos hijas más pero ellas ya habían hecho su vida, su papá también la hizo, y nos quedamos solitas las dos y llegamos a un arreglo: que ella se dedicaba a la casa, mientras yo trabajaba todo el día, por lo cual ella en la casa hacía todo. Mi hija era muy graciosa además”.

Cuando se le consultó a Pincheira acerca de cómo vivió este proceso hasta llegar al día del juicio, respondió: “Este es un día muy especial, he esperado dos años y catorce días. Por supuesto no contenta, no feliz, con trece pastillas al día para poder salir a caminar, para llegar a mi trabajo, y también llorando y extrañando a Melody”.

Foto: Seba Heras

“Para mí es un orgullo, esto va a ser un orgullo para mí para toda la vida. Que a mi hija no me la mataron en vano, ella vino a aportarle esto a sus compañeras y eso me satisface de una manera increíble. Por eso espero que ganemos, que se haga justicia, y que las chicas sean protegidas de alguna manera”, resaltó Victoria por el agravante de travesticidio reconocido en la condena.

Finalmente, la mamá de la joven valoró el apoyo de militantes para no decaer en el pedido de justicia por su hija y denunció, además, el abandono por parte del Estado en los momentos más difíciles que le tocó transitar luego de este crimen: “Durante estos años he tenido mucho apoyo de los chicos del colectivo. A esta lucha puedo decir que se adhirió mucha gente importante, porque cuando a mi hija la acribillaron nadie me llamó ni de la Policía y tampoco de la Fiscalía”.

Foto de archivo: Seba Heras

Por su parte, desde la Comisión en pedido de justicia por Melody difundieron: “El pasado 15 de septiembre un jurado popular condenó por travesticidio al asesino de Melody y nos devolvió las esperanzas de una sociedad más justa e igualitaria. Celebramos la justicia, la resistencia travesti/trans, las nuevas redes de apañe, amor y acompañamiento pero por sobre todo celebramos a Melody, quien nos unió en esta lucha. Esto recién empieza, es el primer ladrillo de nuevos cimientos, de una nueva Justicia, de un nuevo país. Juntes vamos a construir un camino allanado para las/les que vienen”.

 

“La víctima en todo este proceso soy yo, no Diego D’Ascanio”