Néstor Majul, protector de violentos; Paula Vetrugno, abogada de policía acusado de violencia machista; Emiliana Lilloy, funcionaria acomodada en la Corte; Enrique Thomas, apologista del gatillo fácil; y la negacionista Hebe Casado acompañaron a Patricia Bullrich en su visita a Mendoza. Con dudoso sentido de humor negro, la exministra de Seguridad de Mauricio Macri vino a exponer sobre perspectiva de género y diversidad.
Por Redacción EL OTRO
Parece un chiste, pero lamentablemente no lo es. En campaña a la presidencia, Patricia Bullrich visitó Mendoza para disertar sobre políticas de género y diversidad, en un encuentro del Instituto Universitario de Seguridad Pública.
Sí, la misma exfuncionaria macrista que intentó institucionalizar violaciones a los derechos humanos, cuyos puntos más atroces se evidenciaron en el encubrimiento de los crímenes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, y la legitimación del gatillo fácil a través de la llamada “doctrina Chocobar”.
Bullrich, autora, entre otros ataques hacia las disidencias, del Protocolo general de actuación de registros personales y detención para personas pertenecientes al colectivo L.G.B.T. Un engendro de criminalización y “legalización” de violencia institucional que, afortunadamente, fue derogado en 2020.
“El presente protocolo le quita el énfasis a la necesidad de formación y sensibilización continua en género y diversidad sexual para las fuerzas represivas”, denunció la investigadora y activista Gabriela Mitidieri en 2017, a los pocos días de la sanción de aquella resolución de Bullrich. Sin embargo cinco años después, el Gobierno de Mendoza eligió a la exfuncionaria y presidenta nacional del PRO para formar y sensibilizar a las fuerzas de seguridad locales.
Conteste con los antecedentes de la exministra de Seguridad de Macri, Bullrich fue acompañada este lunes por personajes mendocinos tristemente célebres, como Néstor Majul, Paula Vetrugno, Emiliana Lilloy, Enrique Thomas y Hebe Casado.
A continuación una breve reseña de les amigues de una de las personalidades más destacadas del gobierno de Fernando de la Rúa:
El violento tiene quien lo proteja
Una extensa investigación de EL OTRO, con numerosas publicaciones en nuestro portal, dieron cuenta de la protección política de Néstor Majul a Ceferino Sánchez, quien finalmente fuera condenado por la Justicia por ejercer violencia contra Linda Martínez, extrabajadora del Instituto Universitario de Seguridad Pública (IUSP).
Tras la demanda por hostigamiento laboral, acoso sexual, amenazas y lesiones leves, el Poder Judicial condenó al dirigente de la UCR de Maipú, quien llegó a ser presidente del partido en ese departamento, a reparar económicamente a la mujer que sufrió daños y perjuicios.
Sobre Sánchez, incluido en el Padrón de funcionarios denunciados del Observatorio Lucía Pérez, pesan varias acusaciones formales por violencia laboral y de género presentadas por otras empleadas del IUSP. Sin embargo, la protección asegurada por las autoridades del Instituto y el paraguas de Majul, subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, ha sido clave para garantizar impunidad a los violentos.
La abogada “feminista” que defiende a los violentos
Como parte de la investigación que realizó EL OTRO sobre la trama de la violencia de género dentro del Ministerio de Seguridad, este diario develó cómo la abogada Paula Vetrugno, directora de la Diplomatura de Perspectiva de Género en Seguridad y Justicia, defendió a policías y funcionarios violentos.
El efectivo Carlos Alberto Ávila Muñoz, mano derecha de exjefe de Policía de Mendoza, Roberto Munives, fue condenado en 2017 por el delito de amenazas coactivas, en una causa iniciada en 2011 por su exesposa.
“Carlos Ávila le pegó una cachetada en la cara, la tomó de las manos y la zamarreó, lesionándola, mientras le manifestaba: ‘Si vos me separás de mi hijx dos minutos, yo te mato donde te encuentre’”, denunció el fiscal Julio Mila en su escrito de elevación a juicio, el que culminó con una sentencia condenatoria.
A sabiendas del prontuario del policía, los que tuvieron amplia repercusión en el Ministerio de Seguridad y la prensa, Paula Vetrugno asumió la defensa de Ávila en la causa judicial por la tenencia de su hijx. Allí alegó a favor del violento, negando todos los hechos y apelando al manual misógino básico de descalificación de la denunciante.
Paula Vetrugno también participó en otro caso que pudo haber terminado en femicidio: el de una víctima de violencia en la pareja que recurrió al Estado por ayuda. Esta mujer habría sido manipulada entre el abogado oficial, Sebastián Carelli, y la propia Vetrugno, quien representó legalmente al violento, un hombre detenido en febrero de 2019 en su domicilio, donde la Justicia secuestró dos pistolas cargadores y proyectiles.
A la Corte, por la ventana y con salariazo
En abril del año pasado, con la firma de los jueces cornejistas del máximo tribunal, Emiliana Lilloy fue nombrada asesora de la Suprema Corte de Justicia. El cargo, al que accedió sin concurso ni evaluación alguna, contemplaba un sueldo que por entonces superaba los 350 mil pesos.
La abogada y columnista del diario oficialista El Memo, dirigido por Gabriel Conte, integra la Dirección de la Mujer, organismo que –paradójicamente- conduce el misógino José Valerio. Además, Lilloy y su amiga Paula Vetrugno, esposa de Conte están a cargo de la Diplomatura de Perspectiva de Género del Instituto Universitario de Seguridad Pública, institución que, como se hizo mención, garantiza impunidad a funcionarios denunciados por violencia machista.
Thomas a favor del asesino
En 2019, el entonces funcionario del Ministerio de Seguridad de la Nación, Enrique Thomas, participó de la concentración política en defensa de Macri y, en entrevista con EL OTRO, hizo una encendida defensa de la llamada “doctrina Chocobar” y reivindicó a un policía de la Ciudad de Buenos Aires que mató de una patada a un trabajador de 40 años.
“Las fuerzas de la ley, mientras actúen como fuerza de la ley tienen que ser respaldadas –sostuvo Thomas- y lo que hace Patricia Bullrich es lo que quiere la inmensa mayoría de los argentinos. Pasó con Chocobar, pasó con Santiago Maldonado, pasó con el policía que le pega una patada en vez de tirarle un tiro a un hombre que tenía dos cuchillos, un cuchillo y un destornillador. Si no hacía lo que hizo ese policía, en una de esas mataba a alguien”, señaló Thomas, famoso por haber sido responsable, en su paso por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, de la destrucción de un mural del prestigioso artista plástico Gastón Alfaro.
La negacionista del genocidio
“No son 30.000 desaparecidos” repitió una y otra vez la diputada provincial del PRO, Hebe Casado, en una entrevista con Radio Nacional Mendoza en octubre de 2020.
La entonces legisladora oficialista insistió en negar la cifra de secuestros, asesinatos y desapariciones causadas por el plan sistemático de exterminio de la última dictadura cívico militar, y solo reconoció como cierto el conteo parcial realizado por la Conadep hace casi 40 años.
“Yo soy una persona que viene de la ciencia y para mí los números tienen que ser exactos, no son más o menos. Cuando doy la dosis de un medicamento doy la dosis exacta, no digo tome más o menos una cucharada y media. No. Tome 5 ml, 7,5”, ejemplificó la médica de San Rafael, en una exhibición de profunda ignorancia respecto a las investigaciones de las Ciencias Jurídicas y Sociales que durante décadas, en todo el mundo, llevaron a concluir la aproximación de 30.000 mil desaparecidos y desaparecidas, una cifra obviamente inexacta y abierta, en razón de las evidentes características de clandestinidad en que se desarrolló el terrorismo de Estado. Tarea intelectual infinitamente más compleja que medir un jarabe en un recipiente graduado.
Pese a los repudios generalizados de organismos de derechos humanos y un pedido del bloque de legisladores del Frente de Todos para que fuese apartada de sus funciones, La alianza PRO-UCR, con el acompañamiento del Frente de Izquierda y Protectora, salvó a Casado.
EL OTRO resiste el archivo
Compartimos algunas de las notas de nuestro diario sobre quienes acompañaron la reciente visita de Bullrich a Mendoza.
La trama de violencia de género en el Ministerio de Seguridad
IUSP: Violencia machista, hostigamiento laboral y silencio cómplice
