El próximo domingo Mendoza elige legisladores nacionales, provinciales y municipales. Sin embargo, el gobernador impuso -en la agenda mediática- que estaría en juego un plebiscito de su administración. En ese esquema, el Ejecutivo y Cambia Mendoza gastan millones de pesos en propaganda, donde intencionalmente se mezclan la difusión estatal y partidaria. Fernando Armagnague, candidato a diputado radical, denunció judicialmente a Cornejo y su lista.

Que la fuerza (de Cornejo) te acompañe

Foto: Coco Yañez

“El candidato es Cornejo”, es el eje central de la omnipresente propaganda del oficialismo y del frente Cambia Mendoza, de cara a las próximas PASO. Escasamente importa quién es Claudia Najul, la poco conocida precandidata radical que encabeza la lista de diputados nacionales. Lo esencial –muy visible a los ojos- es la imposición de un mensaje publicitario que obligaría, siempre dentro de la perspectiva cornejista, a que el votante defina si está con el “cambio”, o si decide volver a un terrible pasado.

En esa estrategia, en los últimos meses el Estado provincial y el partido del gobernador han gastado cuantiosas sumas de dinero en televisión, diarios, radio, internet y publicidad callejera. La hegemonía oficial se patentiza en las calles. Salta a la vista, para cualquier persona que circule por el Gran Mendoza, que los carteles y gigantografías del candidato Cornejo y su gestión, superan ampliamente a todo el resto de la oposición.

Lo que abunda daña

Foto: Cristian Martínez

En una nota publicada recientemente por el portal Minuto Ya, se difundió que el precandidato a diputado nacional, Fernando Armagnague, denunció que el gobernador “está usando dinero de los mendocinos para la campaña”.

EL OTRO dialogó con el dirigente radical, quien confirmó la existencia de una denuncia judicial contra el mandatario, y precisó los alcances de esa presentación. “La publicidad (de la lista 501 A) excede el monto de lo que nos han dado a cada una de las listas”, señaló Armagnague, y subrayó que la presencia de la figura de Cornejo, en una campaña donde no es candidato, viola “las leyes de ética pública, de defensa de la democracia, de financiamiento de los partidos políticos y la de las PASO”.

Foto: Coco Yañez

Según Armagnague, Cambiemos recibió en la provincia alrededor de un millón de pesos, asignados por la Dirección Nacional Electoral. La mitad de esos fondos se entregaron a la lista 501 A (impulsada por el gobernador), y el otro cincuenta por ciento a la lista 501 B, del radicalismo no oficialista.

En la acción de amparo que se presentó ante la Justicia Federal, la representante legal de la Lista Dignidad Partidaria reclama que se deje sin efecto la participación del gobernador “en todo tipo de publicidad”, debido a que “su presencia es perjudicial, no solo para nuestra agrupación política (…) sino para la provincia y sus electores a quienes se induce por su parte a plebiscitarlo, demostrando una falta de ética y austeridad republicana…”

Mansa plata

Foto: Cristian Martínez

Afiches dobles, séxtuples, gigantografías, súper séxtuples, híper séxtuples, híper gigas, monocolumnas, 4×4, espectaculares, back light, mobiliario urbano y pantallas leds, son los soportes de publicidad más usados -y abusados- en la vía pública, en el último mes, por el gobierno provincial y Cambia Mendoza.

De acuerdo con la información a la que pudo acceder EL OTRO, un circuito de 500 afiches de carteleras dobles (un formato de 1,48 x 1,10 metros), exhibido durante cinco días, tiene un costo que oscila entre $42.000 y $52.000.

La difusión de un solo cartel “híper gigas” (de 14,50 x 3,20 metros), iluminado, durante 30 días, cuesta entre $48.000 y $58.000; un “4×4” (de 4,30 x 4,60 metros), en las mismas condiciones que el anterior, vale entre $38.000 y $46.000; y la exhibición en una pantalla de led, en el acceso a la Ciudad de Mendoza, que contempla 12 menciones, durante todo el día, tiene una tarifa que va desde los $42.000 a los $50.000.

Foto: Cristian Martínez

 

Foto: Cristian Martínez

 

Los colores utilizados, (el morado especialmente), las tipografías, los rostros de funcionarios, el uso de nombres de instituciones públicas, los mensajes similares, se repiten tanto en la propaganda oficial como en la campaña de Cambia Mendoza. Ambos unifican un mensaje que invade el espacio público y hace difícil distinguir que carteles son financiados por el Estado y cuáles por el partido político del gobernador.

 

Foto: Coco Yañez

 

La sigla del Instituto Provincial de la Vivienda aparece en esta propaganda partidaria. Foto: Coco Yañez

 

Bastaría con contabilizar la cantidad de carteles de distintas dimensiones, distribuidos por el Gran Mendoza, para estimar cuánto dinero se exhibe obscenamente, en una provincia que posee alarmantes tasas de pobreza e indigencia.

Más difícil sería determinar quién paga esta campaña de Cornejo, el gobernador que se mimetiza con el candidato.

 


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