A pesar de la serie de rechazos en la órbita institucional de Mendoza, la administración Cornejo persiste en su persecución política contra la organización Túpac Amaru. La obstinación oficial fue respondida ayer en el espacio público con una charla-debate convocada bajo el título “Resistencia al autoritarismo”. La actividad, en la que expusieron el Dr. Horacio Báez y la dirigente Nélida Rojas, contó con la desconcertante presencia de una funcionaria PRO.

Y dale con la Túpac…

Sin reparar en el rotundo tatequieto propinado por el Jury de enjuiciamiento del jueves pasado, el gobierno de Cornejo reactivó rigurosamente el hostigamiento sobre la organización Túpac. Ejercicio que lleva adelante con herramientas ajenas a la salud democrática de nuestra provincia.

Más allá de las declaraciones del gobernador tras la resolución del Jury -en las que reiteró su falta de respeto a la división de poderes, tildando de “cobardes”, “militantes de Cristina” y “provictimarios” a los jueces de la octava Cámara del Crimen-, la acometida continuó con el sistemático asedio del circuito burocrático judicial acompañado de claras operaciones mediáticas. Ratificando en ambos métodos el tono estigmatizador y clasista que el oficialismo le imprimió a esta operación desde el minuto cero.

Horacio Báez y Nélida Rojas.

A esta altura, considerando el diverso rechazo a la operación política contra la Túpac, es dable preguntarse si la administración Cornejo insiste en su raid para no centrar la agenda pública en otros problemas. Pobreza, crisis en educación, inflación, sistema productivo son materias que tienden a la baja en el menú oficial.

La persecución como método

Casi como réplica natural, las organizaciones nucleadas en el Comité por la libertad de Milagro Sala, con el siempre significativo apoyo de Madres de Plaza de Mayo Mendoza, realizaron en la Plaza Independencia de nuestra ciudad un debate para visibilizar estos ataques, que señalan desde hace tiempo como una amenaza al Estado de derecho.

Durante la charla, el ex juez Horacio Báez se refirió a los distintos casos en los que la violencia institucional ha dejado su marca “como las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel”, mientras que describió la manera en que se construyó la acusación sobre la Túpac, dejando en ridículo algunos señalamientos sobre la organización: “difícilmente se pueda argumentar que alguien es engañado para participar de una agrupación política que en sus banderas tiene a Túpac Amaru, Eva Perón y el Che Guevara”, expresó el docente.

La intervención de Báez finalizó con un detalle pormenorizado acerca de las arbitrariedades desarrolladas durante todo el proceso contra los tupaqueros, pero en especial sobre la familia de Nélida Rojas.

Por su parte, Nélida Rojas relató la experiencia vivida durante este tiempo de “persecución política en Mendoza” y el sufrimiento de su familia. Confesó que el hostigamiento provocó la desestabilización emocional de una de sus hijas, que en este momento padece de permanentes “ataques de pánico”.

La dirigente política explicó que ella “repite a sus compañeros que parte de la estrategia del poder intenta hacernos ver como enemigos entre pares, pero yo por el contrario pienso que son compañeros y compañeras que están siendo utilizadas para montar acusaciones y operaciones”, aunque confía que “en algún momento se van a dar cuenta que los han utilizado”.

Por último, Rojas imaginó irónicamente una hipótesis ante el encono del actual gobernador: “probablemente el odio de Cornejo se deba a que cuando me lo presentaron, en una oportunidad en Lavalle, le dije que pensaba que era más alto. Tal vez en eso radique su enojo”.

Un baño de pluralismo

La actividad estaba comenzando y entre el público se encontraba la directora de Radio Nacional Mendoza. La presencia inesperada motivó no solo que se hiciera mención de su participación, sino que se aludiera a la diferencia de prácticas de las organizaciones populares respecto a las del actual gobierno.

El mensaje fue directo a la funcionaria PRO y se sintetizó en que “en este ámbito se puede permitir estar sin que nadie coarte su libertad”, dados los antecedentes de la visita sorpresa.

Luego del aviso amplificado, Gabriela Figueroa entabló conversación con algunas personas de la organización, sin dejar de calificar a algunos como “fundamentalistas”.

¿Su presencia en la Plaza es efecto del “hit del verano”? Difícilmente lo sabremos. Lo que sí se pudo documentar es que la sanzista fue una entusiasta participante del “pañuelazo” por el aborto legal, actividad convocada en el mismo espacio pero una hora más tarde, donde incluso se la vio acompañada por parte de su equipo en la Radio Pública.

 


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