La campaña de Fundavita para adquirir un resonador magnético para el Hospital Notti cayó en una meseta. A un año y fracción del lanzamiento de #PrendeTuEstrella, se recaudó algo más de un tercio del monto necesario para adquirir el anhelado equipamiento. El resultado evidencia la inconveniencia de un Estado que delega responsabilidades básicas pero alimenta los circuitos virtuosos de sus aliados económicos. Un precoz aumento en la pauta publicitaria despierta más sospechas.

Eduardo Terranova (Fundavita) y Rubén Giacchi (exministro de Salud) – Octubre de 2016. Foto: Prensa Gob. Mza.

El 21 de octubre de 2016, el gobierno de Mendoza y Fundavita (ONG dedicada a la lucha contra el cáncer comandada por la familia Terranova) firmaron un convenio marco con el objetivo de “aunar esfuerzos para mejorar la calidad de atención y servicios ofrecidos en el Hospital Pediátrico Dr. Humberto Notti, buscando equipar a ese hospital de un resonador magnético por imágenes, con tecnología que permita realizar estudios de diagnóstico en el mismo lugar, sin necesidad de que sean trasladados”.

El acuerdo sirvió de plafón para que Fundavita lanzara una campaña de crowdfunding o mecenazgo solidario. Situación que valió a que nos preguntáramos en estas páginas el motivo por el cual el gobierno no compraba el resonador.

Al hallar la respuesta, vale repasar el derrotero de la iniciativa.

La dimensión desconocida

A partir del financiamiento con pauta publicitaria oficial comprometida en el convenio marco, la campaña adquirió una importante y diversa difusión en su inicio, el 12 de diciembre de 2016. Los medios tributarios del recurso estatal la jerarquizaron en sus contenidos, determinando un auspicioso comienzo. Inclusive, antes de que finalizara el año en curso, la campaña se jactaba de haber recaudado un millón y medio de pesos de los veinte necesarios. La promovida y maliciosa expectativa de curar el cáncer de niños y niñas asomaba cercana.

Sin embargo, según alertó optimista –valga el oxímoron-  el mismísimo grupo Terranova, el objetivo permanece lejano: faltan unos 13 millones de pesos para llegar al objetivo. Casi el 70% de la gesta.

Imagen: Fundavita

Al precisar las cifras (condición de transparencia ineludible de la metodología crowdfunding), el sitio oficial de la campaña informa que al día de hoy, a 471 días de su lanzamiento, se recaudaron 7.034.800 de pesos, producto de 28.848 estrellas (aportes de $100), 26 constelaciones ($50.000) y 19 galaxias ($150.000).

Entre galaxias y constelaciones, la iniciativa del grupo Terranova logró mayor respaldo entre los municipios de Mendoza que del ámbito privado.

¿Mala praxis crowdfunding o círculo rojo impune?

Imagen: Fundavita

El crowdfunding surgió a finales del siglo veinte, en sintonía con las nuevas formas de comunicación impuestas por la evolución tecnológica, como una opción de financiación colectiva a distintos tipos de proyectos. Una suerte de mutación del mecenazgo en eficaz herramienta para el desarrollo de emprendimientos productivos, artísticos y de bien común.

Pero ese carácter solidario de origen fue distorsionándose por el usufructo de grupos económicos. A tal punto, que en gran parte del mundo surgió la necesidad de regular la actividad, como pasó recientemente en nuestro país.

Imagen: Fundavita

Centenares de sitios de internet ofrecen servicios para que llevés adelante tu proyecto crowdfunding. En Argentina, la oferta de asesoramiento es diversa y numerosa. Y como toda actividad inmersa en el capitalismo, tiene su know how o decálogo del éxito, que el caso que nos ocupa parece confrontar.

La primera divergencia se centra en los plazos del proyecto. Según rezan los manuales, “es preferible seleccionar un período de tiempo relativamente corto (un mes, por ejemplo) para intentar conseguir el objetivo económico marcado”. La intención es mantener la intensidad y emoción “en lugar de que caiga en el olvido por la falta de motivación que supone un límite temporal lejano”. De hecho, hay gurúes del método que publicitan la regla del 30-90-100, consistente en que “las campañas que alcanzan el 30% de su objetivo de recaudación en la primera semana, tienen un 90% de probabilidad de llegar al 100% de su objetivo”. No sería el caso propuesto por Fundavita, menos aún el resultado de recaudación.

Foto: Coco Yañez

Otra incoherencia más gravosa, que transita el sendero del grotesco, se encarna en la iniciativa de los dueños de Publicidad Sarmiento y MDZ. Pues la esencia del método radica en aprovechar las grietas de la horizontalidad comunicativa de las nuevas tecnologías para diseminar el propósito de un proyecto.

Así, el camino del éxito se sustenta en que una planificada estrategia en redes repercuta en los medios tradicionales de comunicación. Sin costo, o con el menor costo posible. Lógicamente, si el objetivo es la recaudación de fondos, resulta un despropósito la inversión de grandes sumas en los medios masivos de comunicación.

Imagen: Fundavita

Pero como mencionamos anteriormente, #PrendeTuEstrella es una campaña contaminada por los intereses de un grupo económico con medios, precisamente. Financiada con recursos del erario público tal cual dictamina el acuerdo de origen, que insta al gobierno provincial como parte del proyecto, a “tener presencia en toda la campaña de comunicación y recaudación de fondos a través de la pauta oficial”.

De ahí el ridículo: según se difunde desde el sitio oficial de la campaña en su “presentación comercial”, se previó una inversión en “medios propios” por encima de  “los 3 millones de pesos en inversión publicitaria, teniendo un alcance superior a los millones de personas impactadas por la campaña”. Sin vergüenza, se informa que una parte de la inversión se destinó a “vía pública” y para más detalle se especifica: “vallas, 1000 carteleras, 20 PPL, 8 leds, 5 grandes formatos”. Publicidad Sarmiento –nave insignia de los Terranova- agradecida.

Si esos 3 millones se hubiesen destinado al resonador, la campaña oscilaría el 50% de recaudación y no el 30%. ¿Qué opinarán las personalidades, influencers y  aportantes económicos de la campaña ante semejante impericia y despilfarro?

Que 20 palos no es nada

En primer plano: Giacchi y Terranova. Foto: Prensa Gob. Mza.

La demanda pública del resonador es cierta y urgente, pero el camino privado para su adquisición ineficiente, impertinente y angustiante. Por eso nos repreguntamos cuál es el impedimento para que el Estado provincial resuelva la situación sin especulaciones. Es un detalle anecdótico en un presupuesto que este año araña los 100 mil millones de pesos.

Entre las sombras que circundan estas maniobras de tercerización de la salud pública, se priorizan otras erogaciones. El 3 de noviembre pasado, por ejemplo, el Poder Ejecutivo provincial decretó una modificación presupuestaria en la partida destinada a la Subsecretaría de Comunicación Social, Prensa y Protocolo. El monto a incrementar, que avaló la Legislatura, alcanzaba los 100 millones de pesos. Mayormente destinados a la pauta publicitaria. Algo así como unos 5 resonadores para el Notti.

¿La expectativa de una comunidad puede quedar sometida a los intereses de quienes dicen trabajar para hacerla realidad?

 


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