Imagen: pintura de Laura Rudman.

La Casa Palmera es un centro cultural que cuida, promueve y acerca la obra de artistas plásticos -reconocidos y emergentes- con el público mendocino. Hoy inaugura su galería de arte, con una interesante muestra colectiva.

Hace tres semanas la Casa Palmera propuso a quince artistas el desafío de concebir una obra a partir de un texto de Silo, el fundador del movimiento humanista.

“… tal vez un día captes una señal. Una señal que se presenta a veces con errores y a veces con certezas. Una señal que se insinúa con mucha suavidad, pero que en contados momentos de la vida irrumpe como un fuego sagrado dando lugar al arrobamiento de los enamorados, a la inspiración de los artistas y al éxtasis de los místicos…”, es parte de lo que escribió Silo en el año 2005. Hoy, desde las 14 a las 20 hs., se podrá conocer -libre y gratuitamente- qué expresiones provocó ese texto en los pinceles y las gubias de las mujeres y hombres que exhibirán sus producciones, en la nueva sala de Rufino Ortega 162, de la Ciudad de Mendoza.

Laura Rudman, Paula Dreidemie, Daniel Ciancio, Sandra Barrozo, Lucia Coria, Martín Villalonga, María Inés Palero, Leandro Pintos, Federico Arcidiácono, Laura María Curi, Marcelo Marchese, Daniela Cormio, Germán Álvarez, Sandra Marti y Esteban Boasso, recogieron el guante del proyecto Señales.

Nuestro diario habló con Laura Rudman para que, a poco del debut, nos cuente sobre sus expectativas. La pintora relató, con evidente entusiasmo, algunos pormenores de esta nueva posibilidad de mostrar sus cuadros. “Mañana (por hoy) es el lanzamiento de la sala”, se escucha decir a Laura del otro lado del teléfono, pero aclara: “la Casa Palmera ya viene trabajando como una galería no convencional, con mucha apertura al público, para que no se dé esta cuestión ascética de las galerías de arte, que hasta a veces a la gente que no está en el medio le da como vergüenza entrar. Esta Casa va generando eventos donde es cómodo estar y creo que éste será uno de ellos.”

Odiseas, de Laura Rudman. Uno de los acrílicos que se podrá disfrutar desde hoy.
Odiseas, de Laura Rudman. Uno de los acrílicos que se podrá disfrutar desde hoy.

No es frecuente que los artistas mendocinos dispongan de espacios de encuentro con la gente de a pie y mucho menos habitual que haya condiciones para vender sus obras y reproducciones. Para Rudman, la difusión y comercialización de arte no siempre van por los mismos carriles, ni se mueven con la misma fluidez. “Desde hace mucho tiempo, y a través de las redes sociales y del circuito turístico de Mendoza, los artistas tenemos una exposición y una posibilidad de vidriera amplia, aunque la aparición de la galería de la Casa Palmera, y también la recientemente inaugurada Mandrágora, son realmente puntos altos en los últimos años, no sólo para exhibir sino también para vender nuestro trabajo. Un nexo profesional fundamental entre el que hace y el que compra arte”.

La palabra y la tela 

Leandro Pintos, otro trabajador visual de la selección de los quince, acusó recibo de la provocación del texto de Silo. Conversamos también con él.

– ¿Cómo fue tu proceso creativo a partir del desafío propuesto por  la Casa Palmera?

– A mí generalmente me resulta complicado trabajar bajo un tema. Muchas veces cuando trabajo mi obra se relaciona con un tema específico casi inconsciente, o sea que no es una cuestión predeterminada la que hago yo. En este caso hasta fue divertido ponerse a trabajar con el texto que propuso la galería. Fue interesante, un verdadero desafío.

– No sólo hubo texto predeterminado, también un tiempo acotado para plasmar la obra. ¿Cómo te llevaste con esa limitación?

– Eso te genera inclusive más presión sobre la propuesta. En mi caso yo estuve mucho tiempo maquinando en mi cabeza la obra y explotó dos días antes de la entrega. Fue madurando, fluyó y así quedó.

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Una de las obras de Leandro Pintos

– ¿Pudiste ver los resultados de los otros artistas, encontraste puntos en común con tu explosión?

– Sí las he visto y me encontré con cosas totalmente diferentes. El texto era muy amplio en su interpretación. Uno puede encararlo desde muchísimos puntos de vista. Eso es lo rico también de la propuesta.

Buena madera

El proyecto Señales abarca pinturas, dibujos y también esculturas, entre ellas las de Federico Arcidiácono, obrero creativo de la madera que, ante la consulta de EL OTRO, prefirió hablarnos mucho más del valor de La Casa Palmera y sus concepciones sobre el arte, que del estreno escultórico de hoy.

“Lo importante –señaló Arcidiácono- es el trabajo que la Casa Palmera viene haciendo desde hace muchos años y que hoy está emprendiendo nuevamente una movida cultural que es una herramienta para facilitar la transformación social en un montón de aspectos que la vida necesita. Nosotros los seres necesitamos del arte, de la música, del teatro, del cine, de las buenas películas, de los buenos diseños de ropa, y la verdad que lo importante es que los buenos proyectos puedan funcionar y que los artistas puedan intercambiar sus experiencias, sus obras, su pensamiento”.

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Foto: gentileza Ser Shanti.

Al igual que Rudman, el escultor subrayó que la elaboración creativa debe sustentarse en la posibilidad concreta de comercialización de las obras. “Por supuesto que detrás de una muestra siempre está aparejada la intención de comercializar nuestro trabajo, para que nuestras producciones puedan tener el presupuesto para la experimentación. Si no tenés lugares donde podás comercializar tu trabajo y si no sos ducho en el tema comercialización, se complica la producción. En Mendoza hay muy pocos espacios públicos y privados para que esto sea posible. Por eso es importantísimo el trabajo de proyectos como el de la Casa Palmera”, concluyó Arcidiácono.


Ficha:

“Señales”. Muestra colectiva de arte.

Viernes 14 de octubre, desde las 14 a las 20 hs.

Casa Palmera. Rufino Ortega 162, Ciudad de Mendoza.

Entrada libre y gratuita.