Este 28 de mayo volvió a agitarse la marea verde en todo el país exigiendo aborto legal, seguro y gratuito. En Mendoza, “la provincia conservadora”, las pibas levantaron sus pañuelos todas juntas para demostrar que los tiempos están cambiando y que las mentes jóvenes ya no aguantan la cerrazón tan característica de esta tierra.

Fotos: Coco Yañez

Cerca de 2000 personas se reunieron este martes 28 de mayo en la plaza Independencia de Ciudad de Mendoza para acompañar la presentación de un nuevo proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La característica principal de este pañuelazo fue la presencia de las más jóvenes, adolescentes de entre 14 y 19 años que se adueñaron del lugar con glitter y pancartas, muchas más que en años anteriores. “Vemos cómo ha crecido el movimiento del año pasado a este. Vemos más adolescentes, personas de ámbitos universitarios, académicos, barriales. Este crecimiento se ha dado gracias a la organización feminista”, explica Julia López, integrante de la Campaña por el Aborto Legal en Mendoza.

Si bien fue una actividad relativamente tranquila y sin llamativas puestas en escena, lo importante sucedió: las mujeres volvieron a demostrar que no han bajado los brazos y que siguen reclamando un derecho arrebatado. “La idea de la interrupción del embarazo interpela al Estado y a toda la sociedad para que se sincere quiénes toman las decisiones sobre los cuerpos de las mujeres. Estamos reclamando autonomía, este debate es el clic necesario para que las políticas estatales empiecen a entendernos como soberanas de nuestros cuerpos y como sujetos de derecho. Necesitamos que el Estado garantice las interrupciones legales de embarazos”, denuncian desde la Campaña agitando sus pañuelos.

Respecto al estado de la aplicación del protocolo ILE  (Interrupción Legal del Embarazo) en la provincia, López señala: “En Mendoza vemos que desde el Ministerio de Salud hay cierta garantía de las interrupciones legales de los embarazos, pero que no se está ni cerca de lo que debería. Y aunque el Estado no lo está garantizando en todas sus instituciones, y no está obligando a sus efectores a cumplir con la ley, sí hay una red de profesionales de la salud amigables que aseguran las interrupciones legales de embarazos, que desde 1921 están aceptadas”.

La marea verde duró horas en la fría tarde mendocina. El césped de la Plaza fue refugio de las inquietudes de miles de mujeres y disidencias. Las bengalas verdes se prendieron y se alzó el grito para que nadie olvide el derecho que se niega, ni en esta provincia ni en ningún otro rincón del país. “La institución estatal no es la suma de los intereses individuales sino que es la síntesis del bien común. El Estado no está para limitar derechos, ¿por qué responden a los reclamos de los anti derechos? No es cierto que se deban tener en cuenta como Estado todas las campanas. ¿Por qué los derechos sexuales y reproductivos son vulnerables solo porque hay opiniones encontradas? Esta barrera en Mendoza se tiene que superar, hay miedo porque hay represalias de los sectores anti derechos”, explica Julia.

La fuerza de las mujeres es un hecho innegable. Lo era el año pasado, lo es el día de hoy. “El empoderamiento es sabernos juntas en esta lucha” dicen desde la Campaña, y la verdadera ganancia es saber que este proyecto será presentado tantas veces como sea necesario, porque las mujeres están unidas y organizadas, más que nunca. Hoy, mañana o el día después de mañana la autonomía de los cuerpos será ley.

 

 

 

 

Leé el proyecto de Ley de
Interrupción Voluntaria del Embarazo
de la Campaña aquí.

 

¿De quién es mi cuerpo?

 

Juguemos en el bosque