La suba del salario dejó de ser la primera preocupación de los trabajadores. La lucha hoy pasa por conservar el puesto, así lo devela un estudio sobre conflictividad laboral en los últimos meses.

Foto: EL OTRO

La caída de la economía expulsa a miles de trabajadores de sus puestos y el sector industrial es el más resentido. Los números advierten que más de 230.000 trabajadores perdieron el empleo en 2016 y que el retroceso de la industria fue la principal causa.

La dura situación se manifiesta dentro y fuera de las empresas, la amenaza de despidos no se detuvo el año pasado y no hay perspectiva de que en éste suceda.  El nivel de reclamos de los trabajadores testifica que la caída de la economía no es un latiguillo para fustigar al gobierno.

Un estudio del Observatorio  de  Conflictividad  Socio-Laboral del  Centro  de  Economía Política   Argentina (CEPA) devela que en el último trimestre de 2016 se produjeron 468 casos de conflictos laborales en el país, de los cuales 212 se registraron en el sector privado. En total cuentan alrededor de 237 conflictos mensuales, es decir 8 conflictos diarios, en los últimos tres meses del año que pasó.

El motivo de estos conflictos precisa el grado deterioro por el que atraviesa el sector. El 34% de los casos estuvo relacionado con despidos y en segundo lugar quedaron las cuestiones vinculadas al salario. Las condiciones laborales y las persecuciones políticas le siguen en las razones que motivaron los desacuerdos con la patronal.

En ese marco, casi la mitad de los conflictos (49%) por despidos provino de la actividad industrial, seguida por el sector de servicios con el 16%, y el sector minero y energético con el 12% respectivamente. En este ámbito también se observó la mayor cantidad de reclamos por temas vinculados al salario.

De las alternativas que muestra el estudio de CEPA se perciben además variables vinculadas a la articulación entre los trabajadores. En ese sentido, el grado de organización de los asalariados por fuera de los sindicatos es importante, como una expresión del conocimiento de sus derechos un 34% de las protestas se hicieron sin el acompañamiento de las centrales obreras.

“Durante el último trimestre de  2016 poco más de 7,5 de cada 10 conflictos laborales fueron protagonizados por los sindicatos, tanto del sector público como privado. Ahora  bien, si discriminamos por sector observamos que casi 9 de cada 10 conflictos laborales  del sector público fueron protagonizados por sindicatos, mientras que poco más de 6 de cada 10 fueron encabezados por los sindicatos del ámbito privado”, detalla el documento publicado.

Resistencia pública

La situación en el sector público habla del tesón de los gremios. En este ámbito la principal causa de los conflictos, que en número superaron a los del sector privado, estuvo relacionada con la cuestión del salario. Precisamente, el 57,8% se vinculó con la discusión paritaria y sólo el 14,5% estuvo ligado a despidos. Además, como se dijo anteriormente, los gremios motivaron o acompañaron 9 de cada 10 conflictos.

En detalle, el 93,3% de conflictos del ámbito público fueron protagonizados por gremios de la administración pública, y de los servicios de salud y educación de las jurisdicciones nacionales, provinciales y municipales.

Marzo con temperaturas elevadas

Más allá de las diferencias entre sectores, está claro que las medidas económicas del primer año del gobierno de Cambiemos generaron un clima de tensión ascendente en el mundo del trabajo. Particularmente, en el cuarto trimestre puede notarse un incremento en los conflictos laborales -a lo largo de los meses analizados- lo cual alcanza su pico en el mes de diciembre con 167 situaciones de conflictividad.

La metodología de los reclamos adelanta que marzo será un mes caliente. La forma en que se canalizaron las protestas laborales se mantiene en el último trimestre del 2016, el paro (con y sin movilización) es la más utilizada por los trabajadores, seguida por el corte de calles o rutas.

No obstante, señala el estudio, “hay que destacar  el  elevado peso de  los cortes de acceso al establecimiento, en el caso de los conflictos privados (22,7%)”. ”Estos hechos permiten augurar una mayor conflictividad laboral durante los próximos meses de cara a la apertura de paritarias del año en curso, ante un proceso constante de pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, un ritmo inflacionario que no da tregua, y la posición del gobierno de poner un techo a la paritarias de un 17%, de acuerdo a su meta de inflación estimada para 2017”, advierte CEPA.