La amenaza latente de equiparar el precio del GNC con la nafta pone en jaque al servicio de taxis. Entrevistamos a Osvaldo Llanos, secretario general de los “peones”, quien cuestionó la política energética oficial y la falta de diálogo de Alfredo Cornejo.

Pescarmona, Cornejo y Aranguren. Foto de archivo: MINEM

 

Hace veinte días, Juan José Aranguren planteó que “el GNC tiene que costar lo mismo que la nafta”. El razonamiento del ministro de Energía y Minería de la Nación, y ex gerente de la petrolera anglo-holandesa Shell, fue lineal: si el gas de los automóviles tiene igual poder calórico que otros combustibles, los valores deben equipararse. Es “ilógico importar gas para que anden los autos”, subrayó entonces.

Tras la seguidilla de tarifazos salvajes del gobierno nacional, nadie duda que al funcionario le tiemble el pulso si mantiene su idea de remarcar el GNC hasta convertirlo en “valor nafta”.

Foto: Cristian Martínez

 

En el sector de los taxistas se encendieron las primeras luces de alarma. No es para menos: de cumplirse la profecía del ministro nacional el golpe podría dejar un tendal. Aunque el precio del GNC achicó distancias respecto del valor de la nafta en los últimos años, casi la totalidad de los taxis en Mendoza siguen utilizando gas natural como principal combustible. La razón es contundente, el menor precio del GNC, aun cuando requiere la instalación de un costoso equipo, permite un mayor margen de ganancia.

Difundido el temor, varios medios colegas entrevistaron de inmediato a los concesionarios del servicio, nucleados en la Asociación de Propietarios de Taxis de Mendoza. Desde APROTAM expresaron su preocupación y difundieron que pidieron “una audiencia con el ministro para que aclare sus dichos”.

EL OTRO entrevistó a Osvaldo Llanos, representante sindical de los peones de taxis, para conocer la opinión de los choferes, ante el riesgo cierto de la pérdida de puestos de trabajo.

Foto: Apprentice

 

El “Gaucho” Llanos, secretario general del gremio mendocino, manifestó que “este posible aumento afectaría principalmente a los dueños de los taxis, pero también a los trabajadores que recibimos un 30% de la recaudación bruta”.

El dirigente no ahorró cuestionamientos frente a la avanzada del GNC y apuntó sus dardos a la política de subsidios de los gobiernos nacional y provincial. Benefician “a un tal Pescarmona, que debe estar en la indigencia o en algún rancho por ahí, y al sector de los taxis no”, ironizó Llanos. Además graficó la vulnerabilidad de los obreros respecto a la patronal: “El tema es con el sector, porque los trabajadores si tenemos que ir a levantar la uva vamos a ir, y si tenemos que ir a cosechar el olivo vamos a ir, pero los empresarios del sector tienen cientos de miles de pesos en la calle, y si no funciona el negocio se van a otro lado”.

Foto: Cristian Martínez

 

Para Llanos, el precio del gas no es la única amenaza sobre el bolsillo de sus compañeros. “Nos afecta mucho que no se aumente el precio de la ficha acorde a la inflación. Ni el gobierno anterior ni este nos dieron respuestas con este tema”, señaló el sindicalista.

Más allá de la polémica por la repetida táctica del “si pasa, pasa” de Aranguren, Llanos amplió su mirada sobre el sector y destacó la importancia de los trabajadores con relación a otras actividades económicas claves. “Los taxistas ofrecemos un servicio que, en Mendoza, tiene mucho que ver con el turismo. Y nosotros no trabajamos para que el turista venga sino para que vuelva”.

Foto: Cristian Martínez

 

El taxista comentó que “desde el sindicato tenemos varias ideas para mejorar el servicio que brindamos de muchas maneras, pero el gobernador no nos escucha. Claro, él está muy seguro en el 4° piso de Casa de Gobierno, en el que no para ni el ascensor, y hay cortinas metálicas para que no pase nadie. Mientras nosotros no sabemos cómo va a volver el compañero cuando termine su jornada de trabajo, porque en el Gran Mendoza pasamos de tener catorce controles policiales a cuatro que hay hoy en día”.

Ante la consulta sobre los pasos a seguir dada las problemáticas que afectan a los trabajadores del “bicolor”, Llanos sostuvo que va a “hablar con los legisladores todos estos temas, porque la Casa de las Leyes es el lugar de los hombres probos. No me importan los palos políticos. Voy a hablar con todos los legisladores, ya que el gobernador no nos da bolilla”.