¿Cómo vincular a una escuela con las instituciones del departamento? ¿Qué hacer cuando las problemáticas sociales son abordadas sin coordinación? ¿Quiénes deben definir las prioridades en los territorios? EL OTRO entrevistó a tres protagonistas del Foro Huanacache, un modelo interinstitucional que busca aportar soluciones a los problemas comunitarias de Lavalle.

Fotos: Seba Heras

“Yo he visto casos donde la música salva vidas”, sentencia Marcelo Reinoso, director de la orquesta de la escuela “César Milstein” de El Vergel. “Hay chichos que si no descargan por un violín o por un pincel es más fácil que caigan en la droga o que busquen salida por otro lado. Muchas veces los chicos están rodeados de mucha violencia y si no tienen a mano una guitarra, una obra de teatro o pintura, no les queda mucha opción más que descargar esa violencia que reciben”, explica con claridad el profesor Reinoso en diálogo con EL OTRO.

La orquesta de “la Milstein”, integrada por 40 músicos y músicas de 1° a 5° año, pertenece al “Programa Nacional de Orquestas y Coros Infantiles”. La de El Vergel es una de las 20 formaciones orquestales que aún sobreviven en Mendoza. Lo de “sobrevivir” es literal. A fines del 2016, cuando la Dirección General de Escuelas casi “apagó el arte”, fue la única que pudo mantenerse en pie, durante casi un año, por decisión de las autoridades de la escuela, hasta que en 2017 el gobierno escolar reestableció el funcionamiento de todas.

Marcelo Reinoso.

“La orquesta puede ser puramente artística, un esparcimiento, un experimento para ver qué sale, también puede ser educativa, de contención o una alternativa laboral. Para mí, no es que cumple un objetivo u otro, cumple todos. Si vos la sabés llevar bien, es tremendamente poderosa”, concluye el director Reinoso.

Silvia Ledda, directora de la escuela Milstein, se suma a la charla con este diario y aporta cifras concretas que demuestran los alcances de las estrategias artísticas inclusivas. “La orquesta, junto con los proyectos que llevamos adelante, permitió que se mejore la promoción de los alumnos, es decir, la cantidad que pasaron de un año al siguiente. En 2015 la promoción estaba en el 53% y saltó, en el 2016, al 77%”, graficó la profesora.

Una escuela del Huanacache

La escuela Milstein forma parte del Foro Hunacache, una organización que nuclea a distintas instituciones de los tres poderes del Estado, que busca aportar soluciones, desde la perspectiva local, a los problemas sociales de Lavalle.

“Desde hace muchos años que trabajo en docencia y nunca había participado de un espacio, como el Foro Huanacache, que ha superado los gobiernos, cambios de personas y de roles”, reseña Ledda. “No sentamos muchas instituciones de Lavalle a analizar nuestras problemáticas, entre los mismos efectores que podemos buscar soluciones o ser un puente para abordarlas”, explicita la docente.

Silvia Ledda.

El Foro además permite vincular a los actores institucionales del departamento para el abordaje común de conflictos o problemas puntuales. La directora de la Milstein lo clarifica cómo es esto de “verse las caras” en situaciones concretas: “Por ejemplo, es importante conocer a la gente de la Fiscalía cuando hay que presentar una denuncia por un caso de abuso o violencia de género, o a los funcionarios de la Municipalidad para tramitar movilidad para que la orquesta toque en tal lado, porque el 70% de nuestros alumnos no tienen servicio de transporte público de pasajeros, y después de las tres de la tarde por aquí ya no pasa ningún colectivo”.

Trabajo interinstitucional

Ana Menconi.

Ana Menconi es directora de Educación, Familia, Género, Diversidad y Derechos Humanos de la Municipalidad de Lavalle. Actualmente coordina el Foro Huanacache. En diálogo con EL OTRO, la psicóloga y docente, narró la historia de esa organización, sus objetivos y el rol que hoy cumple.

¿Cómo y cuándo surgió el Foro Huanacache?

Hace 15 años, las distintas referentes de las instituciones del Estado comenzamos a organizar lo que es hoy el Foro Huanacache. Nos pasaba que la funcionaria del juzgado de paz, la psicóloga del hospital o del centro de salud, los funcionarios de la Municipalidad o las directoras de las escuelas, nos encontrábamos con las mismas familias con diferentes problemas sociales, en las distintas instituciones, y nuestro rol se limitaba a la “intervención” aislada, como “casos”.

Entonces, decidimos empezar a juntarnos. Al principio las discusiones eran encendidas, nos echábamos la culpa los unos a los otros, fue como una etapa de catarsis, pero después, cuando nos fuimos dando cuenta de que cada institución hacía lo que podía con lo que tenía, comprobamos que era fundamental trabajar de forma conjunta, estratégica e interinstitucional.

Los comienzos fueron así, informales. La institucionalización como Foro Huanacache se logró hace seis años. Una vez por mes nos encontramos y armamos agenda común, gestionamos algunas cuestiones en conjunto y mejoramos las relaciones locales. Fuimos haciendo este ejercicio de encontrarnos periódicamente.

¿Cuántas instituciones participan del Foro?

Como es una red horizontal totalmente voluntaria, la cantidad suele variar. En este momento, entre 20 y 30 son las instituciones públicas que participan de manera más o menos permanente. La mayoría son escuelas públicas, en Lavalle solo hay una privada.

Desde la Municipalidad hacemos las convocatorias para las reuniones, coordinamos el funcionamiento y el proceso de organización, pero el desarrollo del Foro tiene que ver con los intereses de los integrantes.

¿Cuáles son las problemáticas más recurrentes?

Hay como cuatro grandes ejes:

La mayor demanda que no ha sido satisfecha tiene que ver con el transporte público; en Lavalle tenemos recorridos troncales de los grandes distritos hacia Villa Tulumaya y Ciudad de Mendoza, pero nos está faltando más articulación dentro del departamento.

Escuelas secundarias es otra de las necesidades fundamentales; actualmente hay como un “cuello de botella” muy grande entre la primaria y el nivel medio.

Siempre se reclama más profesionales en la atención de la salud, sobre todo en los territorios.

Además, el acceso a la Justicia está restringido; hay una oficina fiscal que compartimos con Las Heras que solo funciona de lunes a viernes de 8 a 20 hs., si alguien tenía que denunciar un delito fuera de esos horarios debía ir hasta Las Heras. Ahora hemos logrado, a través del Foro, que la comisaría de Villa Tulumaya pueda recibir las denuncias en los días y horarios que no funciona la fiscalía.

Una voz sin interlocutor

La solución de estos problemas depende fundamentalmente de la Provincia. ¿Ustedes sienten como Foro Huanacache que son escuchados?

En esta gestión, particularmente no. Sentimos que por más que vaya la firma de todos los integrantes del Foro en una nota de solicitud de algo puntual, por más que justifiquemos las demandas conforme a derecho, por más que estemos legitimados por los propios agentes territoriales que conocen de primera mano lo que pasa aquí, el gobierno actual ni siquiera nos responde.

Hace muy poco el gobierno de Alfredo Cornejo anunció la construcción de una nueva cárcel en Lavalle. ¿Esa obra pública es necesaria para esta comunidad?

Lo analizamos y hemos discutido qué queremos, como instituciones, respecto a la cárcel. De hecho estamos avanzado en la discusión sobre la mediación penal juvenil, para ponernos de acuerdo qué entendemos cuando un joven entra en infracción con la ley.

Desde el Foro creemos que lo mejor que tiene que hacer la comunidad es organizarse para analizar, primero, qué pasó, cuándo hay un síntoma, una señal de alarma, ver de qué se trata con la mayor profundidad posible, y hacerse cargo. Después, tenemos que buscar o crear espacios de reparación, que los jóvenes en función de sus propios procesos puedan reparar, a partir de lo que hayan podido reflexionar, y salir de esa etiqueta según la cual si se equivocó una vez va a fallar siempre.

Como comunidad nos podemos hacer cargo de nuestros infractores a la ley, y cada departamento debería hacer lo suyo.

Generalmente estas situaciones son abordadas cuando los adolescentes o jóvenes agreden a otros y prevalece la idea de la cárcel como única solución. ¿Esto realmente funciona para bajar los delitos?

Solemos reaccionar como sociedad cuando se llega al delito y ahí solamente se propone el disciplinamiento. Según los números del gobierno provincial, esto da resultados, ellos dicen que bajaron las tasas de delitos. Yo planteo, sin discutir esos números, que empecemos a medir los indicadores del sufrimiento humano y veamos qué realmente está pasando. ¿Hay más angustia, desesperanza, desánimo? ¿Eso influye en el crecimiento de consumos problemáticos? ¿Hay crecimiento de trastornos de aprendizaje en nuestros niños?

Cuando las condiciones de vida se agravan, se ponen más difíciles, hay menos margen para poder aprender, te queda, digamos, menos capacidad liberada para ser creativo, estás preocupado por otras cosas, porque resulta que dormiste mal, porque en tu familia se pelean porque no hay nada para comer…

Hemos observado que se incrementaron, en el último año, las consultas en las instituciones del Foro por adolescentes que se cortan. Nos preocupa que los chicos, ante la angustia y el malestar, estén pasando al acto de provocarse lesiones.

A pesar de que la Provincia les dé la espalda y solo imponga como obra pública la construcción de un penal para “delincuentes primerizos”, las instituciones del Estado en Lavalle intentan hacerse cargo de sus propios problemas sociales. Tal vez sirva de ejemplo para los mendocinos cómo una comunidad, como una orquesta escolar, puede generar propuestas y acciones solidarias e inclusivas.

 


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