En momentos en los que la vacunación contra SARS CoV2 se amplía a distintos sectores, las trabajadoras y los trabajadores de los mercados concentradores de frutas y verduras esperan su turno. No pararon de trabajar nunca, aún en una situación financiera y económica muy delicada. EL OTRO entrevistó al presidente del Mercado Acceso Este.

Fotos: Seba Heras | Texto: Luciano Viard

La pandemia tuvo efectos diversos en la salud de la población de la provincia y el país, y en el mundo del trabajo y la producción, especialmente. Las ferias en las que tanto verdulerías como particulares compran frutas y verduras no pararon su actividad esencial ni en los momentos más críticos del último año y medio.

El mercado que se encuentra entre el acceso este y la calle Elpidio González de Guaymallén tampoco se detuvo y sus asociados operadores –chacareros, productoras y agricultoras que venden sus productos a precios razonables- han sostenido la actividad sin flaquear un solo día.

 

 

 

 

EL OTRO conversó con Gerardo Martí, presidente de la Cooperativa Acceso Este Limitada, sobre el reciente censo de trabajadores a vacunar de ese mercado en particular pero también sobre sus sensaciones en torno a la situación económica y su impacto en el trabajo que allí realizan.

Según Martí son más de 600 puestos con alrededor de 2000 personas a las que hay que sumar una cantidad importante de clientes y proveedores que recorren el mercado a diario con “precaución y cumpliendo con todos los protocolos pero corriendo los riesgos”.

 

 

 

 

 

Acorde a los dichos del presidente, “en el principio de la pandemia se aislaron muchas personas y, con el tiempo, la situación se fue normalizando”.

Con la experiencia a cuestas, hay unas 1200 personas dentro del mercado dispuestas a vacunarse, alrededor de 600 que ya lo han hecho por encontrarse dentro de algunos de los grupos alcanzados por las convocatorias oficiales. Más de dos centenas de trabajadoras y trabajadores se rehúsan a la inmunización –que no es obligatoria para nadie en Argentina- esgrimiendo diversos argumentos, principalmente aducen que son jóvenes y que ya se contagiaron.

 

 

 

Pero las consecuencias del virus en la salud no es la única preocupación de puesteras y puesteros. La “recesión que vienen soportando los tiene intranquilos porque saben que este año viene peor, ya que todo indica eso”. Sin embargo, los verduleros continúan recorriendo la feria y el aumento de los precios ha incrementado la circulación de particulares que buscan abaratar el costo de vida.

Además, con el cambio de estación ven otro factor que desestabiliza a estos pequeños y medianos comerciantes y trabajadores de la tierra, quienes se quedan sin productos locales y deben cargar con costos crecientes en los combustibles y aumentos en los insumos.

 

 

 

 

Gerardo estima que “lo económico no va a repuntar” pero sí espera que sus asociados se puedan vacunar para mejorar la situación sanitaria, a partir del pedido que realizaron en el Foro Frutihortícola a varios legisladores y a Mario Abed, que además de vicegobernador es productor del Este mendocino-.

 

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