Profe, lo que pasa es que me quedé sin trabajo y recién la semana pasada conseguí algo, pero es en Luján. Yo soy de Guaymallén y recién vuelvo a mi casa a las siete, ocho de la tarde. Y le pude conseguir un teléfono al Jean Carlos, pero es viejito y se le borra todo. Internet no tenemos, pero estoy buscando uno que no cobre tanto, ahora que lo puedo pagar. A él le interesa mucho la escuela, pero a veces se larga a llorar porque se atrasa con las materias. Y yo estoy sola con los chicos. (Mamá de uno de mis alumnos de primer año)

OPINIÓN | Alejandro Totino, docente de Escuela Técnica. Instituto Alternativa | Fotos: DGE

La pandemia no inventó nada. Puso arriba de la mesa lo que en las escuelas vivimos todos los días de todos los años. Los pibes y las pibas que hoy no tienen conectividad son los mismos que en la normalidad no tienen útiles, no tienen ropa, llegando a fin de mes faltan porque se les terminó el abono, desayunan y comen en la escuela, sus papás y mamás se quedan sin trabajo… y podemos seguir enumerando un rato largo.

La semana pasada, diez Escuelas Técnicas volvieron. La Dirección de Escuelas les lavó la cara a los edificios, convocaron a los medios hijos de la pauta y los funcionarios salieron sonrientes en la foto y en el noticiero.

José Thomas, director general de Escuelas

A partir de ahí empezó lo que no se difunde. Reuniones del resto de las técnicas con funcionarios, apretadas sutiles y no tanto, frases motivacionales del tipo autoayuda como “tenemos que convivir con el virus”, “la tarea de los directivos es convencer a la comunidad”, y la más cínica de todas “no podemos abandonar a los chicos”.

Otros detalles que no se cuentan: para volver, tanto alumnos como docentes deben firmar un compromiso de no usar transporte público (como si todos vivieran a dos cuadras de la escuela o tuvieran auto) y los directivos deben expresar por escrito su voluntad de volver (sin norma legal alguna que diga semejante cosa). Es decir que la DGE no se hace cargo de posibles contagios. Y obviamente la ART tampoco.

De un lado el gobierno provincial que si pudiera nos hubiera mandado a todos a la calle hace meses y que se mueran los que se tengan que morir, pero que la sacrosanta economía no se detenga. El discurso mentiroso de la responsabilidad individual. La colecta de celulares usados como única Política de Estado para solucionar la falta de conectividad. El proyecto de Ley de Educación para habilitar negocios privados. A eso le llaman gobernar los mentores de las cuentas ordenadas.

Del otro lado las maestras, profes, directoras, maestros de taller, celadores, papás, mamás, haciendo lo que tenemos que hacer. No tenemos dónde volver, porque nunca nos fuimos, ni los abandonamos.

Ah!, el Jean Carlos ya está haciendo la tarea, cuando llegue la mamá me la manda al Whattsap. No le cuenten nada pero ya aprobó. Creo que yo aprendí más que él.

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