La política económica macrista de importaciones sin límites pone en riesgo a la vitivinicultura mendocina. Mientras los vinos extranjeros llueven sobre el mercado local con ventajas competitivas, Alfredo Cornejo reclamó, en la Cumbre del Mercosur, una apertura al mundo “desde una perspectiva federal, que también incluya a las economías regionales”. 

¿Quién se ha importado todo el vino?

Foto: El País Diario

Este martes se conoció un informe técnico de la consultora privada Radar con números rojos para la economía mendocina. El estudio revela un fuerte aumento de las importaciones de vinos, en los primeros cinco meses del año, que impactan de lleno en nuestra economía regional.

De acuerdo con esta investigación, basada en datos del INDEC y cámaras sectoriales, las importaciones de alimentos y bebidas crecieron un 25% medido en dólares, aunque hay rubros que mostraron picos exorbitantes de variación en cantidades, como manzanas (5197%), carne porcina (14.600%), uvas ($12.895%) y vinos (40.907%).

El alza en el ingreso de vinos al país fue cuantificada en el orden de los 50 millones de litros, provenientes en un 90% de la República de Chile.

El mismo martes, la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) hizo público otro informe en el que, en coincidencia con la consultora Radar, se evidencia la trepada de las importaciones en el rubro alimentos y bebidas en general y, específicamente, en el mercado vínico.

Según esta entidad, solo en vinos fraccionados el incremento de las importaciones, de enero a mayo, fue de 354%. Esto implica el ingreso de productos terminados que compiten de manera desigual con la producción argentina, y la generación de un sobrestock que podría causar baja significativa de los precios de la mercadería local. El embate golpea con más fuerza a los viñateros, si se tiene en cuenta, además, el descenso en picada del consumo interno.

Problema de San Juan

Canal 13 (San Juan, 18/7/17)

En algunas de las tierras vitivinícolas, como el caso de San Juan, la preocupación por el futuro de la comercialización del vino se ha transformado en uno de los temas centrales de la prensa y del debate político, de cara a las elecciones primarias.

“Un nuevo tópico enmarca la campaña electoral. Se trata de la decisión que tomó la Nación de controlar el ingreso de algunos productos al país. Pero el foco principal es que no están incluidos los vinos, uvas y cebollas”, informó el Diario de Cuyo. En la misma nota, el matutino sanjuanino sintetizó las posturas de distintos sectores políticos críticos del gobierno de Macri, por la falta de limitaciones a las importaciones de uvas y vinos.

Entretanto, el diario La Provincia comunicó este martes el malestar del gobernador Sergio Uñac, citando los dichos del mandatario sanjuanino: “Lo que nos preocupa es un anuncio a nivel nacional sobre limitar las importaciones y en el que no fue tenido en cuenta el vino. Esto nos preocupa porque se atenta contra el precio del vino junto con el precio de la uva” (sic).

Que vengan de a uno

Alfredo Cornejo Foto: Prensa Gob. Mza.

En Mendoza aún no se acusa recibo de la ola de importaciones. No es tema prioritario de la opinión publicada, ni de las cámaras de productores (tan activas en las calles en tiempos pasados). Tampoco inquieta demasiado a los candidatos en campaña.

Como si aquí no pasara nada, esta semana, durante la inauguración de la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur y Estados Asociados, el gobernador de Mendoza reclamó una integración “que sea desde una perspectiva federal, que también incluya a las economías regionales”.

Además, Alfredo Cornejo pidió, de forma enfática, relaciones más estrechas con el Mercosur, la Alianza del Pacífico y Europa. “Reclamamos eso porque creemos estar en condiciones competitivas”, desafió el mandatario, seguro de tener con qué.

En el contexto de la lluvia de importaciones, no quedó en claro si las exigencias del mandatario mendocino estuvieron dirigidas al resto de los países sudamericanos que forman parte del bloque regional, o solo al presidente de la Argentina, quien, de no modificar sus políticas de liberación irrestricta de las importaciones, va camino a hundir en una crisis sin fondo a nuestra economía regional.