Aún no se tiene claro cuál será el impacto concreto en el salario real del “histórico” acuerdo anunciado por el Gobierno de Mendoza y ATE el pasado 9 de setiembre. En este informe sintetizamos la secuencia de las seis paritarias anteriores con negociaciones a la baja, lo que viene significando un golpe letal para los sueldos de las y los estatales de Mendoza. Docentes, agentes de la salud, policías, técnicos, administrativos, cargan con una derrota histórica frente a la suba del precio de los alimentos. Los números develan que de 2016 a 2021 un sueldo promedio pasó de duplicar el valor de la casta básica a quedar por debajo de su costo. Los haberes mendocinos entre los más bajos del país.
Informe especial de EL OTRO
El ajuste ortodoxo de las cuentas del Estado que aplicó Alfredo Cornejo y continúa Rodolfo Suarez, como estrategia para mejorar la situación de la provincia, fue solo una transferencia de fondos que sirvió para empobrecer a miles de trabajadores y trabajadoras que sostienen los servicios del Estado.
Un aplastamiento escandaloso. Mientras el costo de la canasta básica en Mendoza creció por encima del 800% entre 2016 y lo que va de 2021, los sueldos solo acumularon cinco aumentos del orden del 20% cada uno. De acuerdo con un trabajo elaborado por investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo y los informes estadísticos oficiales, el valor de la Canasta Básica Total (CBT) en Mendoza pasó de $7.385 a $61.948.
Para confirmar la pérdida del poder adquisitivo, EL OTRO buceó entre recibos de sueldos representativos, aportados por trabajadores y trabajadoras de distintas reparticiones públicas. Citaremos algunos ejemplos:
Un guardaparque del régimen de planta permanente, clase 7, operario en una Reserva Natural Protegida, en diciembre de 2016 cobraba $16.256: duplicaba el valor de la CBT. En agosto de 2021 la misma persona percibió $58.519, es decir le faltaron $3.500 para completar el costo de la canasta.
Una docente con cargo en una escuela común, puntos/clase 1000, sin asignación familiar, cobraba en diciembre de 2015, $7.656. El sueldo le servía para completar el valor de la CBT y le sobraban algunos pesos. En agosto de 2021, la misma persona, con el mismo cargo, cobró $48.627, es decir, le faltaron cerca de $14 mil para no caer por debajo de la línea de la pobreza.
Un médico de un hospital de cabecera de la provincia, con una carga de 24 horas semanales, clase 2, percibía en enero de 2016 $20.679, casi tres veces el precio de la CBT. En enero de 2021, el mismo profesional, con la misma carga de tiempo laboral y en el mismo centro asistencial recibió $64.239.
En enero de 2016, una profesional, administrativa del Ministerio de Economía, recientemente ingresada al régimen de planta permanente, con una clase 9 percibía $5.612. Debía sumar $1.800 para llegar al costo de la canasta básica. En junio de 2021 la misma trabajadora, en la misma dependencia, cobra $38.555, es decir $23.500 menos que el monto de la CBT.
El ajuste en dólares del salario real que la Alianza Cambiemos se propuso y logró a nivel nacional, Cornejo lo puso en práctica en la administración pública de la provincia y afectó a la mayoría de los trabajadores que son los que componen las franjas más retrasadas salarialmente.
Para ser justos, la “modernización” y la ejecución del “orden” en el Estado al estilo Cornejo, contó con la anuencia de dos de los principales sindicatos: la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (Ampros). Cada una de las negociaciones paritarias de los últimos seis años se acordaron con estos gremios y sirvieron para alinear a los que venían de atrás, reclamando mejoras.
“Queremos devolverle a los mendocinos un Estado moderno, previsible, sano y prestador de servicios de calidad, creando así una plataforma sólida para que la actividad pública y la actividad privada puedan enlazarse de manera virtuosa”, juraba Cornejo en el acto de asunción, a pocos días de comenzar a ejecutar un plan de gobierno desastroso en materia económica como en la mayoría de los frentes, dejando niveles insólitos de endeudamiento, desempleo y empobrecimiento de la población.
El 9 de septiembre pasado, “Suarez informó que los empleados públicos tendrán un aumento de 45% y cierra una paritaria inédita con todos los gremios”. La cifra fue cuestionada por parte del arco sindical, entre ellos el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (Sute) que le contestó al gobernador: “El salario de los/as trabajadores de la educación fue congelado durante todo el 2020: en ese año cayó un 36%. Este año se nos impuso un decreto con cifras irrisorias y montos en negro. El ajuste es tan feroz que, incluso, el salario ha quedado levemente por debajo el piso nacional”.
Hoy ni siquiera en la web oficial del Gobierno de Mendoza se puede obtener información sobre cuál será el impacto que tendrá el nuevo incremento en los diezmados recibos de sueldos de las y los estatales. Tras la celebración de las PASO, el salariazo prelectoral anunciado por Suarez y celebrado por el dirigente sindical oficialista Roberto Macho como “el más importante del país”, fue eliminado del portal de Prensa del Ejecutivo.
