Una comisión investigadora de la Universidad Nacional de Cuyo determinó graves irregularidades en la organización de la Fiesta de la Vendimia de la Capital, y solicitó el desplazamiento de Julio Daher, máximo responsable de la organización del frustrado evento. Sin embargo, el Consejo Superior de la UNCuyo resolvió desestimar el pedido y emitió una serie de recomendaciones para evitar siniestros en festejos futuros.
La investigación realizada durante dos meses por una comisión especial de la UNCuyo pudo establecer que, durante la organización de la fiesta departamental de la Vendimia de la Ciudad de Mendoza, se produjeron “omisiones, inconsistencias, tergiversación y hasta ocultamiento de información” que pusieron en riesgo a cientos de personas.
En el informe de esa comisión quedó probada la inexistencia de un plan de evacuación y de salidas adecuadas de emergencia, sobrepoblación en el escenario, falta de previsión de inclemencias climáticas, improvisación ante la irrupción de la tormenta, ausencia de inspecciones y habilitación municipal sobre las estructuras, y eliminación de pruebas -luego del siniestro- que impidieron un peritaje y la consecuente investigación de los hechos.
Julio Daher, Secretario de Extensión de la Universidad, fue el responsable de la organización del acto central de la vendimia capitalina. A raíz de la verificación de las irregularidades, la comisión investigadora solicitó al Consejo Superior de la Universidad que lo separara de sus funciones, por entender que “carece de condiciones éticas y competencia técnica”.
Acá no pasó nada
En el día de ayer se reunió el Consejo para tratar el pedido de renuncia de Daher. Tras un tenso encuentro, el órgano máximo de la UNCuyo resolvió (por 20 votos contra 13) rechazar la solicitud de la comisión investigadora, confirmar en su cargo al secretario de Extensión y establecer “recomendaciones” para evitar siniestros en el futuro.
En síntesis, las responsabilidades sobre lo sucedido en la Vendimia de la Capital sólo serían del viento y la lluvia, y no de las personas concretas a cargo de evitar los daños en el patrimonio público, en la seguridad laboral los trabajadores y trabajadoras, y en la integridad del numeroso público que asistió al evento.
Julio Daher zafó –por ahora- con la ayuda de la mayoría de la dirigencia universitaria encabezada por el rector radical Daniel Pizzi. Aunque ayer mismo se escucharon rumores sobre otras posibles causales graves para remover al funcionario, las que serían dadas a conocer en los próximos días.
En el medio de la indignación, algunos consejeros opositores al oficialismo recordaron también otros antecedentes para nada meritorios de Daher, como por ejemplo la asignación de recursos públicos ($ 80.000) a su propia hija para asistir a un festival electrónico en Austria, durante setiembre del año pasado.
El Barón de la censura
Nicolás Parise, consejero superior por el claustro de egresados, y miembro de la comisión especial que investigó el siniestro vendimial, denunció intentos de censura de parte de las autoridades de la Universidad. “Hoy (por ayer) en el Consejo Superior el Sr. Vicerrector, al enterarse de la entrevista que brindé a una periodista, mocionó para que cualquier consejero que volviese a dar entrevistas a los medios fuese destituido”, manifestó Parise en un comunicado.
De acuerdo con el relato del consejero, muchos de los miembros del organismo colegiado de la UNCuyo repudiaron la actitud de Jorge Barón, a tal punto que el propio vicerrector “terminó anulando su propia moción”.
“Esto nos retrotrae a los años más oscuros de nuestra historia”, expresó el miembro de la agrupación Unidad por la Universidad Pública, quien además señaló al diario online MDZ como parte de una estrategia para “demonizar al peronismo-kirchnerismo, y no hacerse cargo de las responsabilidades que le caben al gobierno de Cambiemos de la Universidad, que es cómplice del actual contexto de ajuste sobre el sistema científico-educativo y de represión sobre quienes resistimos y defendemos la Universidad y la Ciencia pública”.
