Un nuevo centro cultural abrirá sus puertas a los eventos que artistas locales generen para vincularse con un ávido público que ya colmó las expectativas de la primera feria de La Higuera. EL OTRO entrevistó a Carla Santilli, la pintora que gestiona el espacio.
Fotos: Cristian Martínez
Carla tiene un pasado vinculado a la arquitectura y un presente en el que conjuga las artes plásticas, el dictado de talleres y un hogar, junto a sus dos hijos, que abre sus puertas y ventanas a decenas de artistas de distintas disciplinas que desean vincular su trabajo con la comunidad.
¿Cómo surge la idea de este espacio cultural?
Surge cuando me mudé a esta casa. Ví que presentaba la posibilidad por el espacio que hay, y también porque no hay muchos lugares acá en Mendoza donde una pueda mostrar lo que hace, en mi caso la pintura. Incluso hay varios espacios donde te cobran por exponer tus obras, pero hay muy pocos lugares públicos donde las puedas mostrar.
Hay mucho arte, se produce mucho, pero en la calle eso no se ve.
Mi idea acá es generar un ámbito en el que cualquiera pueda exponer. No que pase esto de “tu obra no me gusta” o “no sos mi amigo, y entonces no venís, no entrás”. Al revés: la idea es generar un espacio en donde todos se sientan parte.
¿Cómo viene el proceso?
Hace seis meses que vine acá, le estoy poniendo mucha pila, y recién estoy arrancando. Hice una sola feria y empezamos con algunos talleres.
La feria estuvo buenísima. La gente, el barrio, se re prendió, porque es un barrio retranquilo y la gente estaba copada porque había un poco de ruido. Vinieron cerca de 90 personas a ver las obras que se exponían y escuchar la banda que tocó al final. Todos se fueron muy contentos. Sobre todo yo.
Los talleres hay que remarlos un poco más por cómo está la situación, pero también hicimos seminarios, como el de bordado mejicano, que andan muy bien en un día. Ahora en noviembre una psicóloga va a dar uno sobre cómo canalizar tres sentimientos a través de Arteterapia. Antes, vienen unas chicas de Córdoba sobre finales de octubre. Y así va surgiendo la agenda.
¿Quién está articulando todas estas producciones culturales?
Por ahora estoy yo. Pero no creo que dure mucho tiempo sola porque es muchísimo laburo. Facundo (Sarmiento) me está dando una mano y me ayuda bastante.
Para la feria tengo que coordinar con cerca de 20 personas, más mi otro trabajo y mis chicos que son chiquititos… Pero bueno, estoy poniéndole ganas porque es lo que amo.
¿La idea es generar eventos de varias caras?
Sí, multidisciplinario. La idea es que nadie se quede afuera. También se pueden hacer noches de cine y varias cosas más. Mezclar las disciplinas me parece bárbaro.
Por Facebook y por Whatsapp empiezan a llegar propuestas. Todo por las redes.
¿Qué pasará el sábado 13 de octubre acá, en La Higuera?
Vienen 11 artesanos, todos con distintas cosas porque busco no repetir y que nada sea de reventa. Lo que se expone es manufactura propia de cada artesano. Después, hay seis artistas plásticos que van a exponer y toca la banda de rock Johny The Blues.
Hay muchos músicos que quieren venir y yo quiero que vengan, pero no me gusta que no se lleven nada de la feria. La idea es que las personas vengan a ver la exposición, no cobramos entrada.
De todas maneras vamos a organizar algún toque temprano para no molestar a los vecinos. Empezamos a las 16 y vamos hasta las 21. Ofreceremos cosas dulces, empanadas y cerveza.
¿Qué te deja a vos abrir estas puertas?
A mí me deja una felicidad extrema. Que la gente pueda vivir el arte, verlo y escucharlo. Que se vaya todo el mundo contento, a los abrazos, a mí me llena. Además, que en Mendoza se viva así el arte también me motiva. Quiero que mis hijos crezcan en este entorno.
