Tilín Orozco y Fernando Barrientos recibieron a EL OTRO en el estudio de grabación Fader. Sentires y opiniones del dúo que pisa fuerte de cara a su quinto disco de estudio.

Fotos: Seba Heras

Barrientos y Orozco.

Ambos son mayores ya. Tienen experiencia y hablan de manera precisa y pausada. No ocultan sus opiniones pero las deslizan con la humildad del que recién empieza. Fernando Barrientos y Raúl Orozco reciben a fotógrafo y cronista antes de ponerse a trabajar en el estudio de grabación, cediendo generosamente parte de su tiempo.

Antes, Usted Señalemelo ensaya en este estudio al tiempo que Luca Bocci termina su faena. El Fader está de fiesta porque grandes y chicos ocupan sus espacios para dar cuenta de un momento muy particular de la música de estos pagos.

Raúl y Fernando se unieron en el arte hace casi 15 años y siguen trabajando y produciendo. El tiempo los ha fortalecido.

Están a las puertas de un nuevo disco, el quinto, luego de varios años de bastante trabajo. ¿Cuánto tiempo les ha llevado?

Barrientos: Lleva mucho tiempo entre disco y disco y esto hace que se junte mucho material. Entonces en este proceso muchas canciones quedan en el camino y muchas nos siguen acompañando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en este disco vamos a grabar una de nuestras primeras cuecas, “Tiñe praderas”, que no tuvo cabida en discos anteriores pero luego de tantos años nos sigue interpelando y es este el momento de grabarla. Todo este proceso de pre-producción lleva bastante tiempo.

¿Cómo abordan este proceso en el que los dos deciden?

Orozco: En realidad, somos tan diversos y tan iguales que se nos hace mucho más fácil que otras agrupaciones y en esto se basa en el respeto, la admiración y el cariño. Porque en definitiva, confiás en lo que te dice el otro. Porque necesitamos hacer un trabajo que sea afable para todos.

Siempre discutimos qué le hace mejor a la canción y no qué le hace mejor a Orozco o a Barrientos y eso nos hace bien a nosotros porque terminamos haciendo una canción que nos satisface, y sentís que, como dice Fernando, la canción va tomando un vuelo casi personal. En definitiva se ha logrado el objetivo.

Muchos mendocinos los ven a ustedes dos en escenarios grandes y chicos, de ciudades y de pueblitos, ¿cuánto les influye esto y cuánto de eso pueden plasmar en el trabajo del disco?

B: Son instancias muy distintas. Puntualmente lo que venimos haciendo con Tilín es cerrar un círculo de nuestros tres primeros discos y que se abre con el cuarto una nueva etapa.

Tenemos la enorme satisfacción de contar con la complicidad de la gente en vivo, de hacer un recorrido por nuestras canciones y que las conozcan. Y esto genera una comunicación más fluida y vamos a lugares donde tenemos muchos amigos y se da un ida y vuelta con la gente que es muy copado.

Estamos pre-produciendo este nuevo disco y casi siempre vamos adelantando en los conciertos, que no son tan formales, algunas canciones nuevas para que vayan sonando.

O: Nosotros siempre hablamos con Fernando de que lo que más nos gusta es divertirnos seriamente. Entonces todo lo hacemos en serio. Tocamos en serio, nos divertimos en serio. Entonces todo tiene un dejo de felicidad pleno que hace que después de tantos años juntos sintamos la felicidad de volver a subir al escenario, a encontrarnos allí y compartir, como dice Fernando, con los amigos.

Charly dijo en su momento: “Yo no tengo público, tengo adeptos”. Y nosotros tenemos amigos. Ahora lo estamos notando con más fortaleza en esta gira que estamos haciendo y la verdad es que es una complicidad que nos permite ir a los lugares más recónditos de nuestras almas.

Es muy lindo lo que cuentan pero, ¿no lleva muchísimo esfuerzo todo esto?

O: En realidad no sé si lo tomamos como un gran esfuerzo porque se da con mucha naturalidad. Hay artistas sufrientes, hay artistas que son trágicos, otros son demasiado chabacanos y alegres, y estamos nosotros que somos un muñeco raro. No es un sacrificio, no es tanto trabajo para nosotros, lo hacemos afable. Para otros será mucho trabajo pero en nuestro cuerpo no lo sentimos así.

B: Pensando en la cantidad de años desde “Celador de sueños”, tocando y grabando discos, se podría pensar en unos catorce años, como si fuera mucho tiempo, y para mí no ha sido tanto porque ha sido muy espontáneo y natural.

¿Qué los motiva a grabar un disco?

B: Las canciones. Que se junte un grupo de canciones que crezcan juntas y ver si pueden convivir. Como te decía, hay mucho material actual que a veces no te está diciendo mucho y algunas canciones de antaño que son retomadas y, como en este disco, entran y quedan.

Del otro lado de la pared estaban charlando los Usted Señalemelo con otras bandas, con el Luca Bocci. ¿Cómo ven a esta nueva generación de jóvenes músicos de Mendoza que pisan fuerte en todo el país?

O: Es como algo sorprendente, pero a nosotros no nos sorprende porque siendo tío y padre de este niño (NdR: Tilín es papá de Gabi Orozco, guitarrista de Usted) lo hemos visto desde muy chiquitito hacer  y tocar y con la alegría responsable, disfrutando y respetando a los músicos.

Yo creo que esta generación que está sucediendo, que estimo, sin temor a equivocarme y sin ningún interés particular, los Usted Señalemelo son la cabeza de este movimiento. Porque nacieron en una cuna de artistas y tienen otra mirada respecto a la música en general y al arte. Antes era distinto.

Ellos ofrecen mucha información con mucho profesionalismo, así que es una satisfacción y, fuera de que sea mi hijo, pienso en ellos y en todos los chicos y veo que es muy beneficioso para la provincia.

¿Ustedes tuvieron más dificultades cuando empezaron? ¿Es más fácil ahora?

O: Yo creo que no. Para mí el talento está o no está.

¿Sigue siendo necesario irse a Buenos Aires?

B: Creo que ha cambiado bastante todo. Siempre tenés que estar en contacto con la metrópoli pero ya podés grabar discos acá. Cuando nosotros teníamos 18 años un estudio como Fader no estaba al alcance, viste. Esto acelera ciertos procesos. Por capital tenés que pasar. La Rock and Pop está allá, la Vórterix está allá, el hipódromo está allá, no en Luján de Cuyo. Y esto, desgraciadamente, pero es el centralismo con el que hemos vivido siempre.

O: Y esto de poder grabar y poder comunicarlo, ha sido un punto de inflexión porque da la posibilidad de que lo que se hace en el interior, que siempre se conoció, impacte más fuerte. Antes era ruta.

B: Yo pensaba la otra vez, cuando me enteré de la muerte del Marito Mátar… “Alta Blanca” fue uno de los grupos más grosos de los 70 dentro del rock alternativo pero no lo conocía mucha gente porque no estaban las herramientas para que se conocieran. No existía internet y era muy embromado hacerse conocer.

O: Definitivamente, también tiene que ver con la actitud porque en aquella época se armaron propuestas muy grandes que terminaban y ganaba el que quedaba parado.

B: Era muy difícil radicarse allá y los primeros que lo lograron fueron Los Enanitos Verdes.

¿Fueron realmente aceptados?

O: Sí, yo tengo la obligación de desterrar ese “folcklore” de que no fueron reconocidos. Yo he visto los Obras llenos en los toques de ellos. Los Enanos han sido y siguen siendo muy grosos porque impactaron. A veces somos muy ingratos con los artistas. Como dice el Jorge Marziali: “tenemos esa capacidad de expulsar a nuestros artistas”. Ellos hicieron mucho bien, tocaron canciones de otros mendocinos, y abrieron muchas puertas.

A pesar de esa ingratitud, ¿ustedes han abierto puertas?

B: No sé. Nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer.

O: Igual, no sentimos la ingratitud de la gente con Orozco-Barrientos, para nada. Nos sentimos respetados y muy queridos. Quizá les sucede eso a otros amigos. Pero es una línea delgada desmerecer a los artistas que hay que desterrar, nos corresponde hacerlo.

¿Escuchan algo nacional nuevo por estos días?

B: Obviamente los Usted.

O: Sofía Viola.

B: Los Espíritus.

O: Lucio Mantel.

Pablo Moyano, productor de PI (Producciones Independientes), indica que el tiempo por esta vez se ha terminado, y entre risas y amenazas de próximas entrevistas, Orozco-Barrientos entran al estudio y el staff de EL OTRO retoma la calle.