En exclusiva, Elbi Olalla compartió con EL OTRO canciones crudas de Sie7e, el último disco de Altertango que comenzará a fluir por las redes este domingo.
Fotos: Seba Heras*
En el living de su casa, la siempre generosa obrera del piano nos convida un aperitivo para el ánimo y cinco canciones para el alma y la reflexión. Son temas frescos, en proceso de mezcla, poética compleja, emocionante y profunda.
“Una banda sin discos es como una familia sin fotos”, nos dice Elbi Olalla cuando deja de sonar “La sal, La herida”, una de las once canciones de Sie7e, el último álbum de Altertango.
Una foto, una banda, una familia, un disco… En la conjugación de estas palabras tal vez estén los sonidos para definir la historia y actualidad de Altertango, no sin antes despojarse de cualquier tentación del encuentro con una imagen fija. Es que la música y concepción colectiva de Elbi Olalla, Gerardo Lucero, Pablo Conalbi y Ezequiel Acosta siempre fluye, contiene, y a la vez derrama.
Sie7e es un reflejo maduro de diecisiete años de crecimiento y reconfiguración de la banda/orquesta mendocina, cruzado en este trabajo por nuevos compositores, instrumentistas, escritores y cantores. La grabación, que estará completa en abril, suma al cuarteto la participación de artistas destacadísimos como Alejandro Guyot, Juan Seren, Natalia Lagos, Julio Coviello, Juan Pablo Fernández, Alfredo Piro, Mariano González Calo, Martín Sánchez, Juan Saieg y Bruno Beguerie.
El proyecto, como casi todo lo que encaran, se concibió y concretó en un clima de vértigo. Nos cuenta Elbi: “Nuestro productor artístico Edgardo González propuso que grabáramos los cuatro juntos. Tatu Estela, el ingeniero de grabación, quería un estudio que nos permitiera tener aislados los instrumentos, pero tocar simultáneamente. Esto le daba cierta posibilidad posterior de manipular el sonido, mantener los canales. Yo quería tocar en un piano acústico. Nos recomendaron un estudio en Buenos Aires que tiene un pianazo para grabar, a un precio posible. Y grabamos, como siempre en la vida de Altertango, así… En dos sesiones metimos el disco, incluidas las voces”.
Elbi subraya en varios párrafos de la charla el rol central del productor de Sie7e, compañero de batalla en Radiotango, el EP instrumental de la nueva etapa. “Edgardo es como de la familia. Trabajar con una persona externa como él es muy interesante. Alguien que mira de afuera y respetás un montón ayuda muchísimo. Además, un productor como él te alivia un peso emocional muy grande cuando liderás un grupo. Es una persona completamente exquisita, divina, inteligentísima y profunda”.
El proceso de selección de los cortes comenzó con una colección intensa y un tanto caótica de letras y partituras suelta y sin pretensión de hilo argumental. “ ‘Mandame todo, todo lo que tengás, todos los temas que puedan servir’, me pidió Edgardo cuando empezamos el armado y hasta se dieron cosas inesperadas para mí. Por ejemplo, él eligió una cancioncita, una especie de tonada mendocina que habla de las cunetas y de los tarros de aceite para regar las veredas, que finalmente lo grabamos con Juan Pablo Fernández, de Acorazado Potemkin. Siempre nos preguntaban en Buenos Aires: ‘¿Por qué si ustedes son de Mendoza hacen tango?’ Bueno, ahora hicimos una tonada, con muchas comillas”, dice y sonríe largamente la música.
Los tiempos cortos impidieron la posibilidad de “parrillar” la composición y, aunque Elbi empuja, el trabajo desemboca siempre en colectivo. “Si vamos a pensar en estructura del tema, parte armónica, algunas cuestiones melódicas y ciertas atmósferas, sí, puedo decir que lo arreglo yo, pero no les escribo las partes a los chicos, planteo algunas ideas que para mí tienen que ir, pero después cada uno se maneja y aporta. Es como un híbrido entre un orquesta típica y una banda de rock”, define la pianista mientras nos sirve otro vaso.
Esta concepción y el hecho de que los cantores del disco no sean miembros estables de la banda, lleva a que los recitales de Altertango agreguen vitalidad y otra respiración a sus canciones. De hecho, en lo que va de este año, algunos de los temas de Sie7e ya se dieron a conocer (en San Rafael y Godoy Cruz) con intérpretes mendocinos. En las sucesivas presentaciones, que ya tienen previstas para 2018, el grupo asumirá ese desafío de acordar con cantores y cantoras de cada uno de los lugares que los reciban. “Eso es relindo porque tenés que hacer mucho trabajo de investigación, vincularte en cada lado, ver a quién vas a invitar, mandarle los temas, juntarte en los ensayos, en las pruebas de sonido”, se entusiasma Elbi.
En 2016, tras la partida de la cantante Victoria Di Raimondo, Altertango comenzó a rearmarse. Esta vez, el arrastre constante de la banda supuso una remolino del cual salieron por el ojo del torrente. “Cuando se fue Vicky para nosotros fue un cambio gigante –recapitula Elbi-. La diferencia entre hacer música instrumental y música cantada es muy grande. Es otro lenguaje, es otro lugar que juegan los instrumentos, es otra técnica, otro compromiso físico y mental, otra manera que tenés de componer y arreglar. Cuando una voz totalizadora ya no está, es muy difícil el cambio. Si a mí me hubiesen preguntado si iba a poder seguir con el grupo sin Vicky, hubiese dicho un no contundente, no me parecía posible eso. Sin embargo, las cosas se dieron como se dieron, pasaron un montón de cosas pero, por sobre todo, hubo una voluntad colectiva, unas ganas de seguir”.
Una foto, una banda, una familia, un disco… Sie7e fluye. Así es Altertango.
*Las imágenes de esta nota fueron tomadas durante el último recital de Altertango en Bodegas Caro de Godoy Cruz.
“Siete cuchillos” es el corte de avance del disco Sie7e que comenzará a difundirse el domingo 4 de marzo a través de las redes sociales. Más info: Altertango.
Arte: Gisela Marina Faure
