A fines de julio EL OTRO visitó la edificación de la vivienda de quincha mejorada que Lavalle ofrece como un nuevo modelo constructivo en tierra cruda. La semana pasada volvimos para conocer y disfrutar la obra ecológica y autosustentable ya concluida. Imágenes del antes y el después de una alternativa que conjuga pasado y propuesta de futuro.

Fotos: Coco Yañez

 

El Departamento de Lavalle cuenta con el único código de edificación de la provincia que regula la construcción en tierra cruda. Bajo esas normas, la arquitecta Adriana Saua y el constructor Antonio Campillán realizaron la primera obra municipal de quincha mejorada que, además de servir como prototipo de bioconstrucción, será la sede de la Oficina de Turismo de la comuna.

En esta galería de fotos te mostramos el antes y el después de una innovación arquitectónica que conjuga avances tecnológicos con técnicas ancestrales, y que podría reducir hasta el 50% del costo de edificación respecto a modelos industriales de ladrillos, hierro y cemento, si la mano de obra fuese asumida por los propios habitantes.

 

 

 

La vivienda posee dos dormitorio, cocina comedor, living y baño. En total consta de 110 metros cubiertos. Allí funcionará un informador turístico, oficinas y una sala de exposiciones.

 

 

 

La arquitecta Adriana Saua explicó a EL OTRO, las características fundamentales de la obra: “La estructura maestra portante es de palos de eucalipto, unidos con clavos y triangulaciones con ménsulas. Hemos realizado un sistema de pórticos concéntricos, que se repite ocho veces, diseñado en forma sencilla para que la gente lo pueda replicar. Las vigas de fundación y de techo son de maderas clavadas, súper livianas y dúctiles. Los cimientos de hormigón armado y sobre ellos hemos colocado piedras, entre 50 y 60 cm de altura, que no dejan subir la humedad y evitan que las bases de las paredes se dañen con el rebote del agua cuando llueve. En las paredes en este caso utilizamos barro, obviamente, y paños de cañas en ambos lados del muro, lo que triplica la aislación térmica. El techo es de madera, caña y chapa de zinc”.

 

Adriana Saua.

 

 

Antonio Campillán fue el capataz de la obra. Ganó la licitación pública convocada por el municipio de Lavalle para la construcción de la edificación en barro, la primera contratación de estas características que se realiza en Mendoza. Para concursar en el proyecto debían cumplirse dos condiciones básicas: ser lavallino y tener experiencia con el barro crudo.

 

Antonio Campillán

 

 

“La estética que quisimos dar en este modelo es la de una vivienda más moderna, distinta de los ranchos cuadrados. Estamos en un departamento con mucha experiencia de obras en barro, en residencias turísticas, alojamientos en zonas rurales, hasta espacios de oficinas, pero siempre con una estética más tradicional. En este caso innovamos con el diseño circular, que recupera una forma de construcción muy característica de las mujeres” (Adriana Saua)

 

 

 

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Barro tal vez