OPINIÓN | Por Alfredo Ginevra, docente mendocino

Desde hace dos semanas se ha desatado un gran debate sobre el regreso a clases presenciales, hasta conocidos jugadores de fútbol han emitido opiniones en el sentido de la necesidad de esa vuelta.

Han sido enormes los esfuerzos de autoridades y medios periodísticos para plantear la situación desde la especulación política y no desde la realidad que van a enfrentar los docentes y directivos que, en el inicio de la pandemia fueron adulados por sus esfuerzos denodados para cubrir las falencias que el Estado no cubrió incluso en lo salarial, y desde hace un tiempo son maltratados sistemáticamente por medios y funcionarios.

Pero si analizamos a fondo las miles de declaraciones de funcionarios provinciales, que son quienes en definitiva tienen que generar los marcos de funcionamiento hacia adelante, no hay una sola precisión, una sola certeza que marque el camino a seguir por las supervisoras y directoras.

Se utiliza a los chicos como escudo para un discurso político vacío, oportunista, tan vacío que, habiendo tenido un año completo para tener las escuelas en perfectas condiciones para este reinicio, hoy las directoras se encuentran frente a la misma realidad de todos los febrero, sumado a esta “nueva normalidad”.

Muchas, muchísimas, escuelas no tienen las condiciones mínimas para su funcionamiento incluso sin  pandemia. Ya es un clásico la queja fundada de los y las  directores y directoras por  lo exiguo del monto del fondo fijo que no alcanza absolutamente para nada, también siempre es recurrente el pedido de “obras menores”, por ejemplo baños que hoy son un lugar fundamental para evitar contagios.

La sobreactuación de los funcionarios ante los medios no es el camino para esta vuelta a clases, esta vuelta la deseamos profundamente los que realmente estamos en las escuelas, porque somos consientes que este larguísimo año ha impactado en nuestros alumnos y alumnas, pero ¡ojo! que la especulación política no los lleve a forzar una situación para la que no estamos preparados.

Al igual que la pandemia, la vuelta a clases no debería estar en el escenario pre electoral 2021, pero pedir eso es casi tan inocente como solicitar más presupuesto para educación o salarios docentes dignos.

Los y las maestros y maestras, profesores y profesoras lo decimos claramente, nuestro lugar es la escuela, nuestra necesidad es recuperar el contacto con los chicos, es volver a tener ese vínculo esencial de la charla, la mirada y el encuentro diario.

 

Acerca de la vocación docente