Comunicado de la Filial Mendoza de las Madres de Plaza de Mayo.
Fotos de archivo: Coco Yañez
Sobre la sesión de ayer miércoles en la legislatura solicitando un apartamiento o sanción de la legisladora Hebe Casado, a raíz de sus declaraciones públicas negacionistas, primero quiero dejar bien claro que a sus declaraciones y a su postura política las repudio totalmente.
Hace 43 años que marcho en la plaza, las Madres hemos soportado muchos insultos y mentiras como los de este personaje, tenemos el cuero duro, un insulto más no cambia nada.
Tampoco me parece un caso excepcional ni que la Casado se mandó sola. La Casado como la otra funcionaria de Córdoba pidiendo los Falcon verde son apenas una muestra de lo mucho que siempre estuvo y está por abajo, entonces en cierto modo me parece bien que la Casado diga lo que piensa porque revela una realidad y, según como hayan votado, dónde están parados los demás funcionarios.
Creo que esas expresiones no deben permitirse sólo porque ofendan y falten el respeto, eso para mí es lo menos grave. Lo realmente grave es que esa forma de pensar significa aceptar el secuestro, tortura y muerte de miles de personas como una forma más de hacer política.
No todas las formas de pensar son válidas ni equivalentes, ni deben respetarse o admitirse por igual. Nosotras siempre defendimos la vida, nunca pedimos pena de muerte ni venganza con los genocidas y sus cómplices sino memoria, verdad y justicia.
Si la Casado reivindica la dictadura, si milita el contagio del virus usándolo como arma al costo de muchas vidas para dañar a un gobierno, si con sus socios no reconocen que perdieron las elecciones a nivel nacional, entonces ya no se trata de una oposición política sino de enemigos de la democracia y del pueblo.
Hablando de cínicos y mentirosos, hubiese sido bueno que Cornejo, cuando era intendente de Godoy Cruz, en lugar de armar sus shows con los DDHH debió ser honesto con lo que pensaba y no hacer nada, ¿o alguien cree que con los años cambió de ideas? Esa forma de actuar, ese oportunismo habla de su falta de ética y moral. Igual con la Casado… la cuestión es que ya está ahí, desde ese lugar dice lo que piensa y que esté allí no es sólo mérito de ella.
Vergüenza da.
Otra cosa que pienso con las formas de oponerse a esto, es que si tuviese que haber una ley que prohíba reivindicar la dictadura castigando a quién lo haga estaríamos mal. No se arregla nada guardando en un cajón la cosa porque en cualquier momento viene otro que abre el cajón.
Nosotras siempre dijimos la verdad cuando había que decirla, no después, cuando era más cómodo, no cuando era más prudente sino cuando había que decirla, no especulamos con eso. Nunca negociamos la verdad ni la justicia a cambio de nada. Algunos pensarán que estamos equivocadas en actuar así, pero con el tiempo la realidad nos ha dado la razón y muchos han entendido nuestras posturas y nuestros principios.
Nuestro mayor orgullo es haber dicho y exigido siempre la verdad y la justicia con el compromiso y la lucha de nuestros hijos. Nuestro orgullo es que esta lucha se haya encarnado en buena parte de la sociedad, sobre todo en los jóvenes, y haber construido cosas concretas inspiradas en los 30.000 que nos parieron.
El mayor problema para los responsables del genocidio ha sido el castigo social, porque la justicia real, a 44 años del golpe, deja mucho que desear… y muchos de los cómplices y genocidas están más cerca del cajón que de un tribunal.
Cuando Alfonsín nos convocó para que diéramos ideas, lo primero que le planteamos es que debía remover de sus cargos a todos los jueces que habían sido cómplices activos de la dictadura, reformar a fondo el Poder Judicial y remover la cúpula del ejército, sino sería imposible hacer justicia. Ahí escuchamos primero el silencio y después el “no se puede”.
Si todo hubiese quedado en el arreglo de Alfonsín con el poder en aquella época de la Conadep (que denunciamos) para juzgar a cuatro generales… Si hubiesemos callado ante el Nunca Más, que es la teoría de los dos demonios, y la obediencia debida, y el punto final… pues creo que hoy con el genocidio estaríamos más o menos como está Chile.
Mendoza, jueves 5 de noviembre 2020
María de Domínguez
Asociación Madres de Plaza de Mayo | Filial Mendoza
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