Una multitud se movilizó en Mendoza, en el Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. A 48 años del golpe de Estado, los Organismos de Derechos Humanos expusieron el documento en el que se plasmaron análisis y reclamos en el contexto actual. El texto completo.

Crónica fotográfica de Coco Yañez

Desde hace 48 años, quienes sufrimos la represión de la dictadura genocida en nuestros cuerpos y vidas, nos organizamos para conformar el potente movimiento de derechos humanos de Argentina. Somos un movimiento que nació buscando a nuestros seres queridos en comisarías, cuarteles, sedes gubernamentales y religiosas. Madres y Abuelas encabezaron la lucha por “Aparición con vida” y “Libertad a las y los presos políticos”. Desde entonces esas fueron nuestras banderas, y ellas señeras. Luego, peleamos por el Juicio y Castigo y por la restitución de las infancias apropiadas. Logramos el Juicio a las Juntas. Peleamos por llegar a cada escuela y rincón de la patria dando testimonio del genocidio. Luchamos aún en épocas de impunidad, de obediencia debida, de punto final y de indultos. Llegamos al 2001 unides al movimiento obrero, estudiantil, a las organizaciones sociales y culturales. La población empobrecida, hastiada de tanta corrupción y manoseo, se hizo escuchar ante la tragedia que significó el modelo neoliberal impuesto desde el 24 de marzo de 1976 y, en diciembre de 2001, dijo “¡basta!”: el pueblo sublevado en las calles expulsó al mal gobierno.

Desde entonces nuestra lucha se revitalizó, nuestras banderas de Memoria, Verdad y Justicia se hicieron anchas. Fue un estándar inevitable para recuperar DIGNIDAD y perfilar un proyecto de país con más justicia social. Nuestras voces empujaron a que se bajasen los cuadros de los genocidas, que se derogaran las leyes de impunidad y que la Justicia Federal debiese juzgar a los represores, tanto los de las fuerzas armadas y de seguridad como los represores civiles de su propio poder judicial. Llegamos a todas las escuelas, abrimos espacios de memoria, señalizamos cientos de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio y otros lugares utilizados por el terrorismo de Estado, y nos encontramos con más hijos e hijas cuya identidad había sido robada.

 

 

 

 

 

 

 

 

En Mendoza hemos recuperado parcialmente dos sitios para la Memoria: El Espacio para la Memoria ex-D2 y la ex Comisaría Séptima de Godoy Cruz, centros clandestinos de detención por donde pasaron cientos de compañeras y compañeros desaparecidos y, también, sobrevivientes. Hemos señalizado doce sitios que fueron centros clandestinos de detención, tortura y exterminio en diferentes puntos del territorio provincial. Llevamos trece juicios por delitos de lesa humanidad en el marco del genocidio perpetrado por el terrorismo de Estado: doce con sentencia y uno en curso. Ya son más de 110 las condenas por estos crímenes, incluyendo la condena a cuatro magistrados federales. Hemos restituido la identidad de dos nietos y tres nietas. Llegamos a miles de jóvenes cada año a través de los recorridos en nuestros Espacios de Memoria y también yendo a sus escuelas.

La tarea es ardua y continúa.

Quienes fuimos protagonistas de la lucha política en los 70 y luego sufrimos detenciones, torturas, abusos, muerte y desaparición, pusimos y ponemos el cuerpo. Quienes peregrinamos por respuestas, nuestras madres, abuelas y familiares, pusimos y ponemos el cuerpo. Quienes crecimos en la impunidad de los 90 y salimos a exigir Juicio y Castigo, pusimos y ponemos el cuerpo. Los hijos e hijas de represores que conocieron de cerca aquel horror, espantados, desobedeciendo, se han sumado solidariamente a nuestra causa, pusieron y ponen el cuerpo. A esta cadena infinita, le llega un eslabón más: ¡Les NIETES están de pie, de cuerpo entero, inscribiéndose en el legado de sus abuelas y abuelos! Lo celebramos con inmensa alegría, ratificamos que la lucha continúa y, a pesar de la nueva embestida que intenta negar nuestras historias, hoy estamos en las calles junto a organizaciones sociales y partidos populares, gritando: ¡Nunca más es ahora!!

Contexto nacional

¡Nunca más es ahora! Cuando el gobierno de Milei, que llega al poder de la mano del Partido Militar, intenta negar a las y los 30000 detenidos desaparecidos y a nuestras historias. Cuando intenta instalar discursos negacionistas y discursos de odio que atentan contra la institucionalidad democrática. Cuando, a través de sus declaraciones y decisiones políticas, demuestra su voluntad de tener, una vez más, a las fuerzas militares en las calles.

¡Nunca más es ahora! Cuando a consecuencia de la incitación al odio y a la violencia por parte de Milei, volvemos a sufrir actos de violencia y persecución, como por ejemplo el cobarde atentado contra la integridad que sufrió en los últimos días nuestra compañera de H.I.J.O.S. ¡Nuestro repudio a este acto infame de intimidación y violencia! ¡No nos van a amedrentar! ¡Dijimos NUNCA MÁS!

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Nunca más es ahora! Cuando se aprueba un “Protocolo de Seguridad” que viola principios constitucionales básicos como el derecho a la protesta y el derecho a la libre expresión. Cuando instala la idea de un enemigo interno y demoniza a cualquiera que se oponga al plan neoliberal que viene a ejecutar en nuestra Argentina. Dice Milei que desea “reconstruir” la Argentina. En realidad, quiere volver a 1900, para reinstalar un régimen de autoritarismo, tiranía y, por supuesto, represión; a favor del poder económico en manos de pocos.

¡Nunca más es ahora! Cuando a través de sus infames DNU y Ley Ómnibus, demuestran que, para este Gobierno, la política consiste en ajuste y represión. Queda a las claras que “la casta” son las personas jubiladas y pensionadas, las personas con discapacidad, las y los trabajadores, las mujeres y diversidades, los pueblos originarios, las personas migrantes, campesinas y trabajadoras rurales. Que “ir contra la casta” es ir contra la salud pública, contra la educación pública, desfinanciar las universidades y dejar la producción científica en ruinas. Es detener la obra pública, dejando en la calle a miles y miles de trabajadores subcontratados e implementar un plan estructural despidos para los trabajadores del Estado, vulnerando sus derechos. La “casta” para Milei son los sindicatos, a quienes trata como sus enemigos; y los institutos públicos de protección y comunicación de la democracia. También son “casta”, para el Presidente, el cine, el teatro y la música, y por eso quiere eliminar los mecanismos que regían para el autosostenimiento y desarrollo de la producción cultural nacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Nunca más es ahora! Cuando se pretende un pacto con las provincias, un pacto para el saqueo, derogando las leyes de tierras, manejo del fuego, de glaciares, de bosques. Más extractivismo y menos democracia. Y aquí en Mendoza, Cornejo lleva la vanguardia con el Código Minero que las Asambleas del Agua vienen denunciando. Esto es ganancia para las grandes transnacionales mineras, petroleras y del agronegocio. Todo esto resistido por las poblaciones y movimientos populares y de pueblos originarios que saben de la necesidad de cuidar los ecosistemas para la supervivencia de todes y por lo cual son perseguidos.

¡Nunca más es ahora! Cuando la sociedad es arengada con motosierras, portación de armas y represión basada en odio y oposición a lo distinto: las personas mayores, las niñeces, las mujeres y diversidades, las personas con discapacidad, las enfermas, lo diferente, los marrones. Sus discursos de odio habilitan la crueldad en lugar de la convivencia en la diversidad, alimentando el individualismo, negando el colectivo social, impulsando el egoísmo y la deshumanización de cada persona. Ante esto, decimos que somos colectivo y que, desde este abanico que componemos, ¡resistimos y seguiremos resistiendo!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Nunca más es ahora! Cuando el Gobierno Nacional intenta retroceder en la conquista de los derechos de las mujeres y diversidades. Denunciamos la eliminación de los espacios institucionales que existían para garantizar derechos y para eliminar las violencias y las discriminaciones que subyacen los femicidios y los transfemicidios, que no paran. ¡30400 detenides/desaparecides están presentes!

¡Nunca más es ahora! Cuando peligrosamente planifican la intervención de las fuerzas armadas en las calles para el control de la población civil ante un plan económico impuesto desde la dictadura cívico-militar-eclesiástica de 1976.

¡Nunca más es ahora!