En plena crisis un grupo de jóvenes de villas y asentamientos de Guaymallén puso en marcha un emprendimiento de producción y distribución de insumos de limpieza.
Fotos: Gentileza / Archivo EL OTRO
La debacle social y económica generada por Cambiemos se expandió en todos los estratos y penetró profundamente. Solo la organización pudo frenar el desastre en toda su magnitud. En los sectores más empobrecidos, los movimientos populares fueron los que lograron poner un parate visibilizando el daño, reclamando recursos básicos y sentando las bases para cuando vinieran nuevos vientos.
En Mendoza el Movimiento Popular La Dignidad y La Poderosa son ejemplos de esa resistencia activa que, en los últimos años, creció en adhesión y organización. Ambas agrupaciones lograron, además, marcar líneas de acción de los gobiernos hacia las familias de los barrios populares y apuntalar a través de alianzas proyectos de trabajos ambiciosos y novedosos.
Respaldado en esa trama, en el último mes, comenzó a caminar un proyecto de producción y comercialización de lavandina y alcohol en gel en el que participan 16 jóvenes de los asentamientos Los Hornos y Castro de Guaymallén y del barrio La Favorita de Ciudad de Mendoza.
El emprendimiento se lleva adelante en las instalaciones de la planta de productos deshidratado de la Cooperativa de Trabajo La Terre, un espacio clave para la economía popular de Mendoza, rubricado por la resistencia de los trabajadores y trabajadoras que recuperaron la fábrica, y por todo lo que se ha generado a su alrededor.
El proyecto de insumos de limpieza, impulsado por el Movimiento La Dignidad y La Poderosa, denominado PEP (Proyecto de la Economía Popular) ya alcanzó una elaboración semanal de 2000 litros de lavandina concentrada y pudo fabricar una partida de alcohol en gel, pero la elaboración del producto tuvo que suspenderse por falta de insumos en el mercado.
“Como todo proyecto cooperativo el objetivo es que cada uno de los integrantes pueda acceder a un salario digno y justo. Se ha formado un buen grupo de trabajo, con los chicos y chicas del Movimiento La Dignidad veníamos trabajando muy bien anteriormente, estaban las bases para que esto caminara”, explica Aníbal, miembro del proyecto, integrante de La Poderosa.
En la puesta en marcha también participó la Dirección de Economía Social de la Provincia, que dispuso asesoramiento técnico y recursos que se utilizaron para la compra de insumos básicos y la materia prima. “Estamos en la segunda semana de producción, después de los primeros ensayos hemos podido elaborar dos mil litros por semana y el alcohol en gel viene frenado porque no se consiguen los insumos en el mercado. El único alcohol que hemos podido obtener ha sido una donación del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), pero también nos hacen falta otros insumos para gelificar. Estamos buscando otras alternativas, como plan B vamos a probar con fabricar jabón líquido y detergente”, explicó Gustavo González, miembro de la repartición involucrada.
Respecto al trabajo que se está realizando, Aníbal agregó: “Solo encontramos alcohol en gel para revender y ese no es el objetivo, el objetivo es lograr un punto de trabajo y no convertirnos en un comerciante más, porque la idea es que llegue a los barrios populares a precios accesibles”.
De los y las jóvenes que integran el proyecto, no todos reciben salario complementario y la mayoría están desocupados. En ese difícil escenario apuestan todo para que el proyecto camine y genere ingresos reales y dignos. Actualmente trabajan de lunes a viernes, en dos turnos de cuatro horas cada uno.
“A partir del acompañamiento a las y los integrantes de la Cooperativa La Terre, para frenar la venta de las instalaciones, comenzamos a trabajar juntos y hemos logrado cosas importantes. La Terre nos abrió las puertas para nuestro proyecto Del barrio a la fábrica que consiste en contraprestaciones de personas que cobran Salario Complementario. Dentro de la planta, además de la fabricación de lavandina y alcohol en gel, funciona un grupo textil nuestro que está elaborando barbijos, para completar kits de artículos esenciales de cuidado y limpieza para ser entregados en los barrios. Destacamos la articulación entre las organizaciones y estos pasos que hemos dado”, remarcó Federico Lorite, dirigente del Movimiento La Dignidad de Mendoza.
Cooperación, articulación y resistencia para lograr trabajo genuino. Bajo esas claves los miembros de La Terre, las fábricas recuperadas y los nuevos actores de la economía popular, han abierto el juego a las organizaciones, cooperativas y grupos asociados que quieran sumarse a la lucha por otra economía, una que tenga un rostro más humano.
Por ese sendero caminan los chicos y las chicas del PEP, que no se rinden, ni dejan de perseguir el sueño de un ingreso digno.
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