En una desopilante entrevista de un programa de Radio Nacional Mendoza, el presidente de la Juventud Radical contó que militantes kirchneristas intentaron matarlo durante la marcha del 24 de marzo. Leonardo Mastrángelo dijo que lo quisieron ahorcar, aunque luego se excusó de no tener pruebas del hecho y no poder denunciarlo judicialmente. Escuchá el audio completo.

El sábado pasado las Madres de Plaza de Mayo junto a los Organismos de Derechos Humanos de Mendoza difundieron un comunicado en el que denunciaron que, durante la marcha del 24 de marzo, fueron provocados y agredidos por militantes radicales. “Recibimos múltiples  provocaciones y agresiones físicas por parte de la juventud radical y la UCR, quienes desde el comienzo de la convocatoria no respetaron el criterio dispuesto cada año para armar la columna, que encabezan las Madres, los Organismos de Derechos Humanos, las organizaciones sociales y sindicales y finalizan los partidos políticos”, señalaron en ese escrito.

Dos días después, la periodista oficialista Claudia Farina invitó al piso de Radio Nacional Mendoza al secretario general de Franja Morada, Juan Pablo Sebrelli, y al presidente de la Juventud Radical, Leonardo Mastrángelo, para intentar contraatacar a los Organismos.

Lo que aparentaba ser una entrevista seria, terminó en una mezcla de fervoroso panfleto político, reactualización berreta de la “teoría de los dos demonios”, y una pretensión de relato victimizante basado en conjeturas, supuestos videos, versiones de versiones o –lisa y llanamente- mentiras.

Periodismo militante en la radio de todos

Farina comenzó la nota contextualizando vagamente los “inconvenientes” y los “diferentes hechos” que se produjeron en la marcha del 24, e inmediatamente cedió la palabra a Sebrelli de Franja Morada, para luego sumarlo a Mastrángelo a una charla que, si bien duró más de 20 minutos, fue permanentemente interrumpida y monopolizada por la entrevistadora.

Sebrelli lanzó duras acusaciones contra agrupaciones sindicales y políticas que participaron de la manifestación. “A las seis de las tarde –dijo el líder de Franja Morada- el sindicato de televisión y la corriente Descamisados empezaron a forcejear pasando por el medio de nuestra columna, golpeando mujeres, niños y lo que hubiera en el medio…”, y detalló: “hay un militante de la JR que tiene la cara cortada, yo no sé si fue una navaja o una caña partida…”

“Amenazaban que tenían puntas, decían…”, interrumpió la periodista Farina, comenzando una saga de intervenciones cortantes destinadas a azuzar a los entrevistados en contra de los Organismos de Derechos Humanos, sindicatos y agrupaciones peronistas. “¿Es verdad que tenían armas blancas?”, “¿por qué se ensució una marcha que tenía otros objetivos?”, “¿ustedes dicen que hay una clara direccionalidad con bajar un lineamiento para que ocurran en las marchas conflictos..?”, fueron parte de las preguntas retóricas de la conductora de la radio pública.

Y dale con los dos demonios

El diálogo fue evolucionando desde una suerte de reivindicación de las Madres de Plaza de Mayo y los Organismos hasta derrapar en una seguidilla de latiguillos en contra de esas mismas agrupaciones, por considerarlas -sin más- como una especie de apéndices del kichnerismo.

Además, fue notorio y preocupante que Sebrelli y Mastrángelo asintieran con palabras y silencios una larga perorata intermitente de Farina en torno a la anacrónica y cobarde justificación del genocidio en el “algo habrán hecho” de las víctimas, y la equiparación de la militancia política armada de los ´60 y ´70 con el Terrorismo de Estado desencadenado a partir de 1975.

“Sobre la marcha y sobre la convocatoria de la memoria y la verdad hay mucho que debemos todavía incluir, como no olvidar algunas cosas que transcurrieron en la historia de nuestro país, hechos que sucedieron que no están incluidos…”, esbozó Farina en un momento de la entrevista, en la que más tarde siguió argumentando: “Hubieron muertes antes de la dictadura. De eso es lo que no se habla, antes de que llegara la dictadura ya habían muertos en la Argentina…”

El juego del ahorcado

Mientras Sebrelli oscilaba entre denunciar y ser ecuánime, la nota completamente absurda la dio su correligionario Mastrángelo, quién se acercó más a un entrevistado de un programa de chismes de la tarde que a un referente institucional de un partido político centenario.

-A mí me quisieron ahorcar…, -denunció el joven abogado radical-

-¡Ahorcar! –exclamó la entrevistadora-

-Sí, un militante de Descamisados me agarró, me dijo frená esto porque si no te mato… no, no te mato, fue: te llevo a atrás y te hago cagar. Me empezó a ahorcar, ahorcar, ahorcar… hasta que un militante de la juventud de Las Heras y un militante de Franja Morada le pudieron sacar el brazo, porque la verdad que físicamente me superaba y ahí fue cuando me separé y pude evitar, y estar contándolo hoy” –contestó el entrevistado-

Frente a semejante acusación la periodista indagó luego:

-¿Cómo continúan ahora, hay acciones, hay denuncias, se han presentado pruebas en la justicia, digo… vos particularmente has manifestado que te quisieron ahorcar, hay otra persona que fue herida con arma blanca…?

Pero el letrado comenzó a trastabillar en su oratoria y a diluir rápidamente sus increíbles acusaciones, con argumentos muy flojos de papeles:

-La única denuncia que se presentó fue por una militante de la juventud radical que fue agredida físicamente, esa denuncia se presentó ante la fiscalía. El resto de las agresiones, lamentablemente no tenemos pruebas”.

“Yo soy abogado, Juampi (en referencia a Sebrelli) en cualquier momento se recibe de abogado, y sabemos que si no tenemos prueba la denuncia queda en una simple denuncia”, siguió Mastrángelo.

-¿Y los videos que están circulando por la web?, -insistió la periodista-.

-Por lo menos… hay un video en el cual, por lo menos a mí, se ve cuando me quieren ahorcar. Ahora, es dudoso y no quiero caer en una denuncia que sea más una cuestión política que una cuestión judicial, -decepcionó Mastrángelo-.

“Entiendo de que una democracia se tiene que construir con responsabilidad y un acto responsable es decir: no, mirá, si no tengo la prueba, salvo mi testimonio y el testimonio de los militantes de la juventud y de la Franja, no tengo prueba y por lo tanto no puedo ir a denunciarlo. Respecto a denuncias legales, como buenos abogados entendemos que por ahí hay que tener la prueba y en eso creo que fallamos porque no estábamos con la cámara para grabar el hecho”, se excusó el presidente de la Juventud Radical.

“A confesión de parte, relevo de pruebas”, dicen en los tribunales cuando la autoincriminación es flagrante. Injuriar y calumniar, también plantean los buenos abogados, además de una irresponsabilidad es un delito grave.


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