Ernesto Pérez Matta  presentó “Altar”, su nuevo disco. Conversó con EL OTRO sobre el material y las comunidades artísticas que siguen produciendo arte, en un contexto provincial violento y poco colaborativo, pero con la dignidad intacta.

Fotos: Cristian Martínez | Texto: Luciano Viard

¿Altar tiene dos partes distintas presentadas, también, por separado en Spotify, Bandcamp y SoundCloud, entre otros?

Sí, son dos partes de un mismo momento o tiempo pero que condensan energías muy distintas. El lado A, si lo ponemos en corte vintage discográfico, se llama Las Noches Sin Dormir y el lado B, Los Días del Colibrí.

Son las músicas que surgieron en el 2020, en pleno proceso pandémico, en aislamiento y también en el camino personal de acompañar la partida de mi vieja.

Entonces tienen esa impronta. Le cantan a ese tiempo y cantan desde ese tiempo.

La primera parte de Las Noches sin Dormir tiene como una energía más introspectiva, más luctuosa, del duelo y de la pena. Y Los Días del Colibrí son como ese pasito posterior de una energía más leve, más liviana, como de mayor sanación y un poco más diáfana.

La manera de presentarlas diferenciadas tiene que ver con esto hacer notar que esas dos energías, que se van equilibrando en la vida, son parte de un todo.

Después, calculo que lo sacaré entero y reformularé el orden y veré cómo queda todo.

Vos tocás casi cualquier instrumento y podés producir también, sin embargo al mirar la ficha técnica del disco nos encontramos con muchísimas personas que participan.

Siento que a la hora de acudir a las personas a las que acudo voy pensando que hacen eso que yo les imagino bastante mejor que yo, porque las vengo escuchando.

Por otra parte en medio del proceso de lo de mi vieja y de la pandemia pude entender que los procesos que encierran un esfuerzo y un trabajo son necesariamente colectivos.

Uno queda después de estos sacudones medio desarmado y, frente a ese desarme, cómo nos volvemos a levantar es una tarea difícil. Yo caché que era a través de mis vínculos que podía intentarlo con mi familia, mis amistades, viendo que nunca estuve solo.

Entonces, lógicamente, cuando uno va al trabajo, cuando uno va a las músicas, al espacio donde se van a sublimar las emociones, sale consecuentemente por este lado de los amigos.

Para resumirte, por esto es que toco con quienes toco.

Tu voz se nota con un trabajo distinto en este disco.

Es uno de los instrumentos que menos he visitado pero de los que más disfruto. Disfruto mucho cantar. Y ahí siento que hay una conexión muy bonita con la herencia familiar, con mi vieja que era cantante y todavía tengo ese registro de ella cantando, y también con la partida porque creo que hay algo que se acomodó ahí.

Es loco porque no siento que haya un trabajo consciente al ponerme a buscar recursos técnicos pero sí cacho que cuando estaba haciendo el disco me daba cuenta de que le estaban pasando cosas a mi voz. Le había pasado la vida y me dejé llevar por ese cambio.

¿No habías grabado antes con Francisca Figueroa?

No y es bien bonito la manera en la que aparece la Fran en esta escena, porque el tema que grabamos lo hicimos después de la grabación de su disco solista, en donde la acompañé.

A partir de ese laburo y de compartir tiempo y música, cuando estaba componiendo ese tema no pensé en un registro particular o en la voz de una mujer en general sino en la voz de la Fran. Como que apareció la voz con su identidad y su carga. Y eso me parece muy propio del canto en tanto tiene una identidad puntual medio transgeneracional, si se quiere, que va cambiando con la vida.

Pocas veces preguntamos: ¿cómo se sostienen estos trabajos que requieren tanto tiempo y esfuerzo en estas épocas?

La verdad es que no tengo idea. En términos materiales no lo sé.

Pero sí te puedo decir que en términos de cosas más intangibles, al menos de mi parte, se sostiene por redes.

Las personas que participan en el disco, el estudio en el que lo grabé, las personas con las que laburo, son el mismo equipo con el que trabajo desde hace diez o quince años. Así se sostiene.

Después, también pasa algo muy loco y es que se ha complejizado tanto todo el contexto, que seguir la zanahoria lo siento como una pérdida de tiempo. Me conformo con que estas músicas y, el lugar desde el que fueron compuestas estas músicas, lleguen a quien le tenga que llegar. Y si son 50, 100 o 20 mil, vemos.

También soy consciente que son músicas de corto alcance pero no es mi motor ese.

Por otra parte yo puedo hacer esto porque trabajo en otros proyectos y trabajo en bandas y con eso financio mi proyecto, y tengo la suerte de tener el estudio de grabación en mi casa. También está la buena predisposición de las personas que participaron en este disco, la mayoría no me cobró o hicimos un trueque por mis servicios o simplemente pagámelo cuando puedas. A esto también me refiero, cuando digo que las redes funcionan. Sigo creyendo en esta forma de trabajar.

¿Qué recomendarías para escuchar de acá?

La verdad es que sería un poco injusto porque hay mucho y muy bueno que está sucediendo, pero si te puedo decir qué estoy escuchando yo. Tiendo mucho a mi ecosistema, este grupo de personas de la que hablo.

Justo en estos días también sacaron un disco dos amigos y hermanos que son el Rodrigo Botacauli y el Facu Silione. He escuchado algunas cosas, me parece bárbaro y me fascina. Te diría que eso es algo a escuchar.

Por verla bastante de cerca y estar tocando seguido con su banda, también te diría que la Fran es algo casi inevitable, pero no estoy diciendo nada nuevo.

Y después mis cercanos, las personas con las que estoy trabajando. Terminamos de producir hace poquito las cuatro canciones de la Cami Millán, que es una genia a la que admiro.

Te podría seguir la lista… El Nahuel Jofré, yendo más para el lado del folklore, Los Arquero Mareador, Facu Jofré, Fede Jaramillo, Mailén Obrador… Son todas personas de esa órbita que nos hemos visto crecer.

Insisto en que es injusto siempre que hay una cosa muy variada fuera de estas órbitas y espero ansioso y con cariño encontrármela porque me parece muy valioso e increíble que hayan tantas personas que crean en este contexto tan hostil.

Me parece muy triste que no haya una visión de este terreno tan fértil. Sin ir más lejos lo que pasó con Don Turco me pone muy triste y no puedo creer que no sólo no acompañamos a los artistas que están laburando, sino que los reprimimos.

Casi te diré que no quería tocar el tema para no arruinar el momento de la felicidad del disco…

Sí, pero también tiene que ver con esto que decíamos al comienzo respecto del balance y también te digo, con una jerga un poco berreta quizá, que no me parece mal pensar que llegado el momento nos paramos de manos, a pesar de y contra todo pronóstico, seguimos laburando desde el amor y con el corazón siempre adelante.

Está bueno saber y decir que todo esto se hizo en este contexto.

 

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