Paredes destruidas, ventanas sin vidrios, sillas y bancos deteriorados y conexiones eléctricas expuestas, son parte del grave deterioro edilicio de la prestigiosa escuela Bellas Artes. Un botón de muestra sobre la crítica situación de la infraestructura escolar en Mendoza.
“Estamos dando una batalla a brazo partido en la infraestructura, porque el retraso y el deterioro es mucho y necesitamos de todo el apoyo posible”, dijo el gobernador Alfredo Cornejo, en mayo de este año, frente al ministro de Educación de la Nación Esteban Bullrich.
El estado deplorable de numerosas escuelas mendocinas demuestra que esa batalla se está perdiendo por paliza. Mientras que el gobierno de la #RevoluciónDeLoSencillo gasta cientos de millones de pesos en publicidad oficial y otros tantos en “préstamos” destinados a familiares del presidente Macri, hoteles cinco estrellas y casinos privados, el mantenimiento de las escuelas pareciera un lujo que los mendocinos no merecen.
A escasos metros del despacho del gobernador, la célebre escuela provincial de Bellas Artes (ubicada en Patricias Mendocinas y Pedro Molina de Capital) dista mucho de ser un ambiente educativo propicio para la indispensable formación artística de los adolescentes mendocinos. Tal como muestra el registro fotográfico, el deterioro en sus aulas evidencia la ausencia de elementales condiciones de higiene y seguridad, que no solo dificultan un normal proceso de enseñanza/aprendizaje sino que además exponen a alumnos y docentes a sufrir algún tipo de siniestro.
Durante casi 85 años, incontables plásticos, escultores y trabajadores de las artes visuales comenzaron su formación en la prestigiosa escuela Bellas Artes, la institución de educación artística más antigua de Mendoza. Sin embargo, para el gobierno de la mano dura, el desarrollo de la cultura local hoy no es prioridad.
El estado de Bellas Artes es un síntoma de una parte significativa de la infraestructura escolar mendocina, que desde hace años preocupa a los trabajadores de la educación y a los padres y madres de los alumnos de la vilipendiada escuela pública. En 2014, en el ámbito paritario, el gobierno escolar y el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), acordaron crear una Comisión mixta de infraestructura para la reparación de edificios y mejora en las condiciones de trabajo. El gobierno anterior incumplió su palabra, el actual también.
