En la mañana de ayer, trabajadores y trabajadoras de la Empresa Provincial de Transporte (EPTM) se manifestaron en la Legislatura para rechazar la privatización de ese servicio público. Cientos de empleados temen quedar en la calle. “Por supuesto que a fin de año es muy feo decir que uno se queda sin trabajo”, reconoció Néstor Parés, presidente de la Cámara de Diputados.
Fotos: Coco Yañez
El gobernador Alfredo Cornejo envió recientemente a la Legislatura un proyecto de ley, con el que busca disolver la EPTM, y abrir paso a la creación de una sociedad anónima “unipersonal” que permita flexibilizar las relaciones laborales de los casi 480 empleados que hoy pertenecen a la empresa estatal de transporte.
Desde el oficialismo hay ansiedad por resolver el trámite legislativo antes de fin de año. El tratamiento ya tiene inicio en la Cámara de Diputados, donde su presidente, Néstor Parés, trabaja a destajo para lograr los consensos necesarios que aseguren la celeridad exigida por el primer mandatario.
Obviamente que la iniciativa del Ejecutivo ha generado incertidumbre y angustia en los empleados de la EPTM, que temen por la eventual pérdida de puestos de trabajo y la precarización de derechos laborales adquiridos. Es por eso que en la mañana de ayer, choferes, mecánicos y administrativos realizaron una concentración en la Peatonal Sarmiento de la Ciudad de Mendoza para oponerse al proyecto oficialista.
“Para nosotros hoy va a ser una fecha histórica, porque estamos reunidos todos los trabajadores de la empresa de troles para rechazar el proyecto de privatización de la empresa. Manifestamos nuestro total rechazo por ser un proyecto inconsistente, discriminatorio y nefasto, no solamente para los 480 trabajadores que quedamos en la calle o subempleados, sino también para el ciudadano común, porque al privatizar la empresa de troles el boleto se disparará en un 150, 200%”, expresó una trabajadora.
Privatización encubierta
Hasta las puertas de la Legislatura se trasladaron decenas de trabajadores con globos negros, folletos y pancartas en las que se podía leer “No a la privatización del Trole. Por los derechos de nuestros jubilados, trabajadores y trabajadoras. Defendamos los puestos de trabajo”.
Los manifestantes fueron acompañados por delegados de ATE y UPCN, la cúpula de la CGT Regional Mendoza, dirigentes de distintos sindicatos de esa central obrera, el gremio de Judiciales de la CTA y organizaciones políticas como el FIT y el MST.
Para ATE, la posible aprobación del proyecto de ley sería la legitimación institucional de una política de desguace de la EPTM. “Sabíamos que hoy no se iba a tratar en el recinto el tema de la Empresa Provincial de Transporte Mendoza, pero igual estamos acá y vamos a continuar dando la lucha que corresponde por la no privatización encubierta de la EPTM y contra lo que va a pasar también en los otros sectores estatales de trabajo”, dijo en su discurso Jorge Chávez, secretario adjunto de ATE, y agregó: “la única manera que tenemos los trabajadores para poder torcerle el brazo al gobernador, Alfredo Cornejo, es dando la lucha de pie y jamás arrodillados”.
Qué feo es dar malas noticias
Ayer, en conferencia de prensa, el secretario de Servicios Públicos, Sergio Marinelli, intentó, por un lado, dejar en claro que el proyecto de ley está abierto a modificaciones y, por el otro, llevar calma a los trabajadores, a quienes les pidió que “se queden tranquilos de que nadie se queda sin trabajo”. De acuerdo con el funcionario radical, 270 agentes del Estado dejarán de pertenecer a la EPTM, al tiempo que reconoció que la puerta está abierta para posibles indemnizaciones y retiros voluntarios.
La gestión Cornejo debutó con más de 80 cesantías en el Casino de Mendoza. El primer año de mandato del gobernador mendocino culmina con cientos de trabajadores de la EPTM bajo el riesgo cierto del despido.
El lenguaje neoliberal de Marinelli recuerda otros tiempos de ajustes y achicamiento del Estado, y los trabajadores saben claramente cómo puede seguir “la película”. Es por eso que la conducción de ATE envió recientemente una nota al gobernador para denunciar el vaciamiento y privatización de la EPTM, como así también la falta de financiamiento por parte del Estado para lograr el eficaz desempeño del servicio de transporte público.
En esa misma carta se expresa la preocupación central de los trabajadores: quedarse en la calle o pasar a una empresa privada con derechos recortados. No es para menos, funcionarios y legisladores del oficialismo han reconocido públicamente que, de aprobarse el proyecto de ley, los empleados de la EPTM perderán la estabilidad del empleado público, o sea, la garantía constitucional para conservar el trabajo.
Néstor Parés manifestó el martes pasado, en declaraciones a Radio Nacional Mendoza, que “nadie quiere que queden trabajadores en la calle”, y precisó su concepto sobre la estabilidad laboral: “del confort de la estabilidad que da el empleo público (los trabajadores de la EPTM) pasarían a ser como la mayoría de los empleados de la actividad privada, regidos por la Ley de Contrato de Trabajo”.
“Por supuesto que a fin de año es muy feo decir (…) que uno se queda sin trabajo, pero lo real es que tenemos la palabra, se está trabajando en esto, se está haciendo un trabajo muy minucioso respecto a la reubicación de todo el personal de la empresa”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados en la radio pública.
Se acercan las Fiestas, y no parecen nada buenos los augurios legislativos de este fin de año.
