Mientras el mandatario de Mendoza manifestó “su total respaldo al gobernador de Chubut”, en el grave conflicto con Milei por la retención ilegal de coparticipación federal, la vicegobernadora mendocina firmó un documento de apoyo al presidente, cuestionando “la resistencia de muchos gobernadores a compartir el esfuerzo fiscal necesario para impedir una crisis hiperinflacionaria”. ¿Juego a dos puntas o conflicto interno en puerta?
Por Negro Nasif
El viernes pasado, los gobernadores Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén), Claudio Vidal (Santa Cruz), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Sergio Ziliotto (La Pampa), dieron a conocer un comunicado, bajo el título Las Provincias Unidas del Sur, en el que denunciaron represalias del Gobierno Nacional contra Chubut. Puntualmente la retención ilegal de 13.500 millones de pesos, lo que representa más de un tercio de su coparticipación mensual.
Ante esta “acción criminal”, los gobernadores intimaron a la Nación a que libere los fondos retenidos, de lo contrario: “Si el Ministerio de Economía no le entrega a Chubut sus recursos, entonces Chubut no entregará su petróleo y su gas”.
Juntos con Chubut
Rápidamente, todos los gobernadores de Juntos por el Cambio salieron a manifestar su “total respaldo y apoyo” a su colega del Pro, Ignacio Torres, y exigieron al Gobierno Nacional que envíe “urgentemente los recursos coparticipables que le pertenecen a la provincia”. Solidaridad que, en similar tono, también expresaron el resto de los mandatarios provinciales de distintas pertenencias ideológicas, excepto el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo.
Por su parte, en un comunicado oficial de la Oficina del Presidente, la Nación negó adeudarle la coparticipación a Chubut y señaló que “de ninguna manera el Poder Ejecutivo Nacional contribuirá al financiamiento del despilfarro de las provincias que se niegan a bajar gastos innecesarios, eliminar cargos políticos prescindibles y gobernar con la austeridad que la crisis económica requiere”.
Además, la Presidencia respondió a Chubut con chicanas: Torres “se lanza a emitir una amenaza de carácter chavista, respaldada por Axel Kicillof y el resto de los gobernadores”. A lo que se sumaron incontables agravios desde la cuenta personal de X del presidente, donde se refirió al gobernador como “Nachito” y a los mandatarios que lo respaldaron como “cómplices”.
Bullrichistas pro Milei
La todavía presidenta del Pro y ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió profundizar su alineamiento con su nuevo jefe político e inició una recolección de firmas de militantes y dirigentes de este partido para bancar a Milei y desmarcarse completamente de Torres.
Este domingo se conoció un comunicado con 250 adhesiones, en el que se destaca: “asistimos hoy consternados a la resistencia de muchos gobernadores a compartir el esfuerzo fiscal necesario para impedir una crisis hiperinflacionaria cuya víctima principal no sería el gobierno sino los argentinos que habitan todas las provincias”.
Entre las firmantes, la gran mayoría con escasa incidencia en el tablero político nacional, se encuentra la vicegobernadora de Mendoza, Hebe Casado. El dato no es menor si se tiene en cuenta que, por un lado, este escrito no fue acompañado por Mauricio Macri. Por el otro, si se tiene en cuenta el contexto y el vertiginoso devenir de los hechos, este mensaje representa un claro desafío al posicionamiento fijado por la totalidad de los gobernadores de Juntos por el Cambio, ente ellos, Alfredo Cornejo.
En Mendoza, en este ese nuevo escenario político, ya no solo se trataría de recalcular el apoyo decisivo que le dio el cornejismo a Milei, con su aparato electoral en la segunda vuelta presidencial, sino también evaluar cómo la interna del Pro incidirá en la dinámica del gobierno provincial, a partir de una posible fricción entre el gobernador y su vice.
No sé sabe aún cómo le cayó a Cornejo el respaldo explícito y personal de Casado al negacionista Juan José Gómez Centurión, la semana pasada, en línea diametralmente opuesta al posicionamiento de la agrupación radical Franja Morada que repudió categóricamente al exmilitar. Tampoco se conoce si Casado se cortó sola o puso en aviso a Cornejo sobre su adhesión al comunicado oficialista de Bullrich.
En cualquier caso, si se revisa la historia reciente de la relación entre Cornejo y su exvicegobernadora Laura Montero, se podrá conjeturar que el misógino dirigente radical será totalmente intolerante con cualquier desafío a su autoridad. Si eso llegara a ocurrir, Casado bien sabe que deberá prepararse para el rol excluyente de tocar la campanita en el Senado.
