En su primera gestión de gobierno, el intendente Ulpiano Suarez disminuyó drásticamente la planta de personal de la Municipalidad de Ciudad de Mendoza, afectando las áreas de educación inicial, salud y deportes, pero sin tocar a la casta política. El jefe comunal agravó la precarización laboral heredada de su tío: 64% de las y los trabajadores de ese municipio padecen contratos basura que los privan de derechos esenciales. La empresa privada Santa Elena, cliente de la familia Suarez, entre las grandes beneficiarias del brutal recorte.

INVESTIGACIÓN DE EL OTRO | Por Negro Nasif

Foto: Municipalidad de Capital

Una investigación de EL OTRO, publicada en abril de 2019, dio cuenta del alarmante proceso de precarización y flexibilización laboral en la ciudad más opulenta de Mendoza. El artículo reveló que, de acuerdo con un informe oficial de principios de aquel año, el 47% de las y los trabajadores municipales de Capital se encontraban bajo la figura de contratado/a.

Es decir, casi 5 de cada diez agentes públicos de la comuna conducida por Rodolfo Suarez carecían de derechos laborales mínimos, como aportes patronales, estabilidad, pago de vacaciones, aguinaldos, licencias por enfermedad, etc.; además de figurar ante los organismos fiscales y previsionales como autónomos. O sea, monotributistas que debían pagar sus propias jubilaciones, obras sociales, e impuestos provinciales deducidos sobre sus magros ingresos brutos.

Foto de archivo: Coco Yañez

Cuatro años más tarde, la situación de las y los trabajadores de Ciudad de Mendoza es todavía más crítica, lo que obviamente afecta la cantidad y calidad de servicios básicos que debe prestar el municipio.

Con el recetario neoliberal en la mano, el intendente Ulpiano Suarez profundizó el legado ajustador de su tío y, en su primer mandato de gobierno, redujo severamente la nómina de personal, al tiempo que incrementó el porcentaje de trabajadores contratados, elevándolo al 64% del total la planta, en claro detrimento de los salarios y condiciones laborales que debe garantizar el propio Estado.

Mientras que en enero de 2019 la Capital tenía 2.886 empleados públicos (ver listado completo aquí), ese número cayó a 2.426, según los datos oficiales de mayo de 2023 (ver aquí). Es decir, 460 puestos laborales menos en diferentes áreas de gestión municipal.

La casta no se toca

Ulpiano Suarez Foto: Coco Yañez

En la misma línea de la actual ultraderecha nacional, la poda no pasó sobre la casta. Los 119 sueldos de los funcionarios comunales que existían en 2019 se mantuvieron intactos hasta hoy. Por el contrario, el recorte sí afectó a educación inicial, deportes y salud, entre otros sectores.

Por ejemplo: en la nómina de 2019 figuran 66 personas desempeñando funciones en jardines maternales, en tanto que el listado de mayo de 2023 registra solo 53. Algo similar sucedió entre el personal de deportes, donde la reducción de trabajadores de gimnasios municipales cayó de 178 a 127. También el cedazo hizo lo suyo en sanidad, con un saldo de 19 agentes menos -durante el mismo período- en los Centros de Salud Oñativia, Illia, Llorens y Barrio Andino, a los que asisten familias de poblaciones sistemáticamente postergadas.

Todo queda en familia

Foto de archivo: UNCuyo

El ajuste en los servicios de higiene urbana merece una consideración especial. En la gestión inicial de Ulpiano Suarez la profundización del proceso privatizador trajo, entre otras consecuencias, la reducción de casi una centena de trabajadores del área “Barrido y Limpieza” lo que, obviamente, favoreció los intereses económicos de la empresa privada Santa Elena, concesionaria del municipio gobernado por el radicalismo desde 1983.

Casualmente, Santa Elena es cliente de Blissout Marketing Digital, una firma dedicada al negocio de publicidad y propaganda que, de acuerdo a los registros de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), pertenece a la familia Suarez. Más precisamente al tío de Ulpiano, exintendente y exgobernador Rodolfo Suarez, y los hijos de este último, Gastón y Valentín Suarez Duek.

Declaración Jurada de Rodolfo Suarez donde consta que el exgobernador es accionista, desde mayo de 2017, de Sijman SA (CUIT 30-71545801-99), la empresa dueña de Blissout Marketing Digital.


 

 

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