A casi seis meses de la desaparición de la joven, el Gobierno de Mendoza no da respuestas sobre el paradero de Abigail Carniel. Su madre Verónica encabezó este martes una protesta en el Nudo Vial de Capital para denunciar que el fiscal Carlos Torres, el procurador Alejandro Gullé, el ministro de Seguridad Raúl Levrino y jefe de Policía Roberto Munives no buscan a su hija desaparecida el 15 de abril en Las Heras.

Por Redacción EL OTRO | Fotos: Coco Yañez

El Estado es responsable de la falta de verdad y justicia en la desaparición de Abigail Carniel, la joven de 18 años que fue vista por última vez el pasado 15 de abril en el Barrio Sargento Cabral de Las Heras.

Tras casi medio año sin respuestas, los familiares de Abigail denuncian que tanto el Ministerio Público Fiscal como el Ejecutivo no la están buscando. Es por eso que Verónica Carniel, en un nuevo intento por dar con alguna pista sobre su hija, contrató los servicios de Marcos Herrero, un adiestrador canino quien junto a sus perros realizó la semana pasada tareas de rastrillaje en las inmediaciones del Sargento Cabral.

 

 

Sin embargo, Verónica cuestionó al fiscal de la causa Carlos Torres por no brindar la colaboración necesaria para que la búsqueda llegara a buen puerto, y por negar la custodia policial para ella y las mujeres que la acompañaron en el rastrillaje, donde uno de los perros de Herrero “marcó” un rastro de su hija.

“Con todo esfuerzo trajimos a Marcos y hoy día logramos, con la presión que hicimos anoche (por el miércoles pasado) entre todes, entrar al Sargento Cabral y que nos proporcionaran custodia para que dejaran trabajar a Marcos”, manifestó la mamá de Abigail el pasado 7 de octubre en un video en vivo difundido a través del perfil de Facebook de la organización Feministas Acorazadas. Verónica contó que “el perro Yatel marcó un nuevo lugar en el conteiner, logramos que viniese el fiscal, que dé la orden que levanten el conteiner, una retroexcavadora hace un pozo gigante, pero el fiscal dio un no rotundo para que nuevamente Marcos hiciese el reconocimiento con el perro”.

 

 

Tal como señaló Verónica, las presencias del fiscal y de agentes de la policía en el lugar se dio luego de sostenidas protestas. Incluso, el día anterior, la propia madre de Abigail exigió al titular del Ministerio Público Fiscal, Alejandro Gullé, que interviniera en la búsqueda de la joven, pero el funcionario se excusó a través de mensajes de WhatsApp. “No estoy en la provincia en estos momentos, pero entiendo su situación y por eso le contesto, créame que no tengo absolutamente noticias de esto y el que tendrá que dar explicaciones de por qué no brinda seguridad policial, o no le pide a la policía que lo haga es él”, contestó a través de un audio el procurador, quien dijo “desconocer absolutamente el expediente” y que “lo único que conozco es por los diarios”.

Finalmente, no obstante las “marcas” realizadas por los perros de Herrero, el fiscal Torres no autorizó la continuidad del rastrillaje ni tampoco dio detalles de cuáles son las líneas de investigación que seguirá para encontrar a Abigail.

 

 

Mientras la prensa pautada dedicó varias publicaciones para poner en duda la tarea del adiestrador de perros, en base a supuestos antecedentes negativos, para cuestionar en última instancia los intentos de búsqueda desesperada por parte de los familiares de la joven, la responsabilidad de los funcionarios por la completa falta de respuestas sobre paradero de Abigail no recibió crítica alguna de esos mismos medios hegemónicos. “No le creen a Marcos, pero tampoco buscan a mi hija”, sintetizó Verónica para cuestionar esta doble vara de.

En este contexto de impunidad, Verónica Carniel acompañada por mujeres y organizaciones feministas realizaron ayer un piquete en el ingreso a la Ciudad de Mendoza, para exigir por enésima vez la aparición de Abi y denunciar la inacción del jefe de Policía Roberto Munives, el ministro de Seguridad Raúl Levrino, el procurador Gullé y el fiscal Torres.

En las calles de Mendoza se escuchó otra vez el grito desgarrador por Abigail. Entre el llanto, el humo espeso y la bronca se hicieron oír las voces de la Canción sin miedo, mientras el fuego ardía en las cubiertas: “Cantamos sin miedo, pedimos justicia, gritamos por cada desaparecida. Que resuene fuerte ‘¡nos queremos vivas!’, que caiga con fuerza el feminicida. Yo todo lo incendio, yo todo lo rompo si un día algún fulano te apaga los ojos. Ya nada me calla, ya todo me sobra, si tocan a una, respondemos todas”.

¿Dónde está Abigail? El Estado es responsable.

 

Abigail no está y la violencia impune continúa