Escuchá Thomas: ¡No es no!

El masivo Caravanazo por la educación pública se manifiestó con fuerza, por segundo día consecutivo, contra la reforma educativa que intenta imponer el Gobierno de Mendoza. “No he escuchado voces en contra”, contestó José Thomas fingiendo sordera, para luego insultar la inteligencia de las y los educadores: “Escucho un fuerte no a la ley, y la verdad que no hay ley, hay un borrador”. 

Por Negro Nasif | Fotos: Cristian Martínez

Elogio de la sordera

“Tenemos la misma cantidad de revoltoso que ayer”, se escucha en un handy de una preventora capitalina en la explanada de Casa de Gobierno, lo que confirma la ingeniosa ironía que circuló por redes este miércoles: “Tiene razón Thomas, no son todos los docentes. La mitad ayer, la otra mitad hoy”.

Hay que rastrear muy atrás en el tiempo para encontrar una manifestación masiva que se replique al día siguiente con igual contundencia. En contexto de pandemia, obviamente es inédito. No alcanzaron la postergación de la discusión de la reforma educativa para noviembre, que anunció Rodolfo Suarez, ni las relativizaciones mediáticas que desperdigó su director general de Escuelas, para apaciguar el descontento de la comunidad educativa que se volcó a las calles con la consigna nítida de rechazo al proyecto de ajuste camuflado de innovación. Un “borrador” que, según José Thomas, ni él ni el gobernador defienden.

“No he escuchado voces en contra”, soltó ayer el jefe de la cartera educativa en MDZ Radio, invisibilizando a la mayoría de trabajadoras y trabajadores que alzaron la palabra en toda la provincia y en todos los niveles educativos, en contra de la avanzada oficial en medio de la grave crisis sanitaria y económica.

Suarez nos une

El “si pasa, pasa” no viene pasando y el negacionismo oficial mantiene su tónica provocando el regalo inesperado de la unidad de sectores sindicales diversos y antagónicos en una sola lucha, al menos por ahora. Justo es reconocerle ese mérito a Suarez, nuevamente, aunque todavía no parece notificarse.

“Lo único que no estamos dispuestos a negociar es que no es el momento”, ya había advertido Thomas en una reunión virtual que suponía el rito iniciático de un histórico Congreso de Educación por Zoom. Y aunque luego intentó corregir la referencia al negocio, hoy no se encuentra en condiciones de marcarle la cancha a las organizaciones gremiales que, tras romper un prolongado letargo, ya le devolvieron la pelota con la exigencia de la apertura de negociación paritaria para discutir la recuperación del poder adquisitivo del salario. Tienen con qué, si logran conducir a sus bases movilizadas.

No resulta novedoso que el gobierno de la alianza pro radical desoiga los reclamos sociales. La gestión Cornejo se especializó en ningunear las incontables movilizaciones que desembocaron en la explanada de Casa de Gobierno. Jamás les abrió las puertas a dirigentes sociales o sindicales para escuchar sus reclamos, salvo en mayo de 2018 cuando el entonces gobernador organizó, junto a empresarios y dirigentes sindicales del petróleo y la construcción, una concentración para defender el fracking. Incluso Cornejo liberó las playas de estacionamiento para que las movilidades pudieran acercarse con comodidad y preparó un comité de recepción, integrado por la vicegobernadora Laura Montero; el presidente de la Cámara de Diputados, Néstor Parés; el presidente del bloque de Senadores de Cambia Mendoza, Diego Costarelli; los ministros de Gobierno, Dalmiro Garay, y de Hacienda, Lisandro Nieri; el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance y el subsecretario de Energía, Emilio Guiñazú, quienes apoyaron el reclamo que vino desde el sur.

Pero aquellos tiempos cambiaron y el contexto posterior al fracaso de la derogación de la ley 7722 modificó los acostumbrados márgenes de maniobra política. No obstante, el director general de Escuelas se obstina en el negacionismo y la manipulación de la realidad. En sus declaraciones radiales, Thomas osciló entre considerar inexistente el carácter educativo de la manifestación de educadores, eludir cualquier mención respecto al número de manifestantes y relativizar sus urgencias por una nueva ley con el pronóstico de que “en algún momento” el proyecto, previo debate constructivo, llegará a la Legislatura.

Borrador, hacha y tiza

“Escucho un fuerte no a la ley, y la verdad que no hay ley, hay un borrador”, minimizó el mayor responsable de la educación de Mendoza, en una actitud de arrogancia, provocación y subestimación de la inteligencia de las y los profesionales de la educación, entre ellos la mayoría de supervisores que, contrariando toda previsión, han sido tajantes en sus argumentos político-pedagógicos para oponerse al debate de cualquier reforma en las condiciones actuales.

Sin el respaldo de la burocracia de línea, ni el apoyo de las y los trabajadores de la educación que, después de largo aislamiento, se reencontraron en la lucha callejera, resta conocer el plan B del gobierno, si es que lo tiene. Por ahora, Thomas, con la palabra devaluada,  balbucea un boceto discursivo plagado de contradicciones que no convence ni a los militantes de su Zoom cerrado.

En oposición al sucesor del violento Jaime Correas, ya se está en condiciones de afirmar que “no hemos escuchado voces a su favor”, sin temor a equivocar el diagnóstico actual.

Para los pronósticos, todavía resta analizar cuáles serán las próximas jugadas.

Caravanazo: el germen de la misma pueblada

Caravanazo en fotos

Contundente caravanazo contra la ley Thomas

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