El año pasado, el gobierno de Rodolfo Suarez repartió 2.500 millones de pesos entre obedientes hijos de pauta, versus 1.300 millones invertidos en obras para algunos hospitales. El indignante dato no es más que reflejo de las prioridades del oficialismo y una evidencia de la caída en picada del presupuesto en salud. De acuerdo con un estudio científico del Centro de Investigaciones en Economía Crítica, la inversión sanitaria como porcentaje de las erogaciones totales disminuyó, en los últimos ocho años, de 17,5 a 14,5%. El sistemático congelamiento de los salarios de los olvidados “héroes de la pandemia” es la explicación fundamental del vergonzoso declive.

Por Negro Nasif

Los informes oficiales de la Contaduría General de la Provincia revelan que, solo durante el año pasado, el gobernador Rodolfo Suarez gastó 2.502 millones de pesos en publicidad y propaganda oficial. Cifra que se queda corta para el análisis real, si se considera que esta rendición de cuentas no incluye las pautas multimillonarias de organismos descentralizados (OSEP, ATM, Juegos y Casinos, IPV, Vialidad, Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas, Fondo para la Transformación y Crecimiento); organismos autárquicos (Irrigación, Asesoría de Gobierno, Defensoría de las Personas con Discapacidad); entes reguladores (EPRE, EPAS); entre otras dependencias del Estado en las que Cambia Mendoza conserva una decisiva influencia.

La billetera de los hijos de pauta que maneja el operador cornejista Pablo Sarale (foto de portada) es escandalosa en sí misma, no solo por el atentado a la democracia y la libertad de expresión que representa, sino también porque exhibe sin pudor el orden de prioridades del oficialismo. Para muestra basta un botón: en el mismo 2022 en que Suarez controló el discurso mediático con 2.500 millones de pesos, distribuyó 1.386 millones en obras de infraestructura hospitalaria.

La tabla anterior -basada en un estudio científico del Centro de Investigaciones en Economía Crítica (CIEC)-, además de demostrar la escala de valores del radicalismo, expone una de las tantas caras del deterioro progresivo de la salud pública en Mendoza. Lo que merece una mirada mucho más profunda.

Presupuesto insalubre

Casa de Gobierno | Junio de 2022 Foto: Coco Yañez

En el informe Análisis del Presupuesto de Mendoza 2023 (disponible en www.ciecmza.org) los investigadores del CIEC, Mariana Iza, Gabriel Sosa y Lautaro Breitman Pacheco, demostraron con datos duros y verificables las características de este proceso de desinversión.

“Debido a la pandemia, y teniendo en cuenta que en abril del 2020 se sancionó la Ley de emergencia sanitaria, social, administrativa, económica y financiera, y que en abril del 2021 se prorrogó por un año más, podríamos suponer un importante incremento en las partidas sanitarias provinciales”, advierte el trabajo de investigación del CIEC. Sin embargo, “a excepción del 2020, en el lapso 2015-2021 la salud representó alrededor de un 18% del total de erogaciones provinciales, pero el 2022 marcó una participación del orden del 16,4%, que a su vez disminuye al 14,5% en el Presupuesto votado 2023”.

Las siguientes tabla y gráfica muestran con claridad las dimensiones de este descenso:

“La salud provincial está afrontando un doble ajuste”, asegura el informe de los especialistas de la Universidad Nacional de Cuyo, al incorporar en su análisis la caída en términos reales de las erogaciones totales del presupuesto provincial: “los $ 925.690 millones presupuestados para el 2023 significan un recorte del 11% en términos reales al presupuesto devengado en 2019, y un 13% al devengado en el 2015”.

En la misma línea, les economistas Iza y Olmedo y el sociólogo Breitman Pacheco sostienen que, si se compara la evolución presupuestaria real a lo largo del tiempo, se observa que entre 2015 y 2019 los incrementos en salud fueron al ritmo de la inflación,  aunque esa tendencia cambió de sentido a partir de 2020.

Foto de archivo: Coco Yañez

“Si bien durante el primer año de la pandemia la participación de la salud en el total de erogaciones provinciales aumentó, si hacemos la comparación con el incremento de precios, los fondos sanitarios disminuyeron cuantiosamente. Como ya hemos visto en trabajos anteriores, esta caída se explica por el congelamiento de los salarios de les trabajadores, que es el principal rubro dentro del Ministerio”, afirma la investigación.

De acuerdo con el informe, en los años 2021 y 2022 se verificó una leve
recuperación presupuestaria, “pero todavía se encuentra un 3% y 5% debajo del 2015 y 2019 respectivamente”. De cara al futuro cercano, las hipótesis del CIEC no son para nada optimistas: “de cumplirse las proyecciones del presupuesto 2023 la situación sería alarmante, ya que la caída sería del orden del 21% y 23% de los años mencionados en términos reales”.

 

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