Total normalidad. No hubo coimas. El Gobierno tampoco le entregó 18 millones de pesos al pastor Bonarrico. Nunca existió un acuerdo espurio entre Cornejo y el exsenador de Cambia Mendoza. Jamás hubo corrupción en la gestión Suarez. Ningún funcionario fue responsable de nada. Y la Justicia no es lenta. En sólo cuatro meses, el Ministerio Público Fiscal no encontró delitos y archivó las causas penales de la banda del Bidón negro.
Por Negro Nasif
A fines de mayo pasado, el exsenador de la alianza pro-radical, Héctor Bonarrico, reconoció públicamente que el Gobierno de Mendoza le asignó al menos 18 millones de pesos, como contraprestación de un incomprobable 20% de votos de evangélicos y cristianos que habrían apoyado la lista cambiemita en los comicios de 2021.
Las declaraciones del pastor se dieron en el contexto del escándalo que se desató, luego de que el Gobierno de Mendoza publicara en el Boletín Oficial un decreto que claramente beneficiaba, con esa cifra multimillonaria, a una fundación controlada por el aliado del radicalismo.
El militante de la ultraderecha confesó entonces: “Deseo aclarar que dicho acuerdo se basó en un ofrecimiento que se me hiciera para crear, dentro de la estructura estatal, una dirección ‘interculto’ para que yo ocupara el cargo de director. Ofrecimiento que decliné por no querer engrosar el gasto público ni recibir un sueldo del gobierno provincial. Propuse entonces que, en vez de crear una dirección, la fundación Acción Social pusiera la estructura, totalmente ad honorem, para coordinar y llevar a cabo los programas de los que se encargaría la dirección que pretendían crear”.
Ante la confesión de parte, se radicaron dos denuncias penales. Una presentada por el Partido Justicialista contra el Poder Ejecutivo y otra del mismo Gobierno cuestionando a su malogrado amigo.
Nada que ver
Luego de una investigación exprés, dos representantes del Ministerio Público Fiscal, que conduce el cornejista Alejandro Gullé, comunicaron en los últimos días que no encontraron delitos o, tal vez, no buscaron lo suficiente.
El fiscal Flavio D’Amore y la fiscal Susana Muscianisi archivaron ambos expedientes. En cuatro meses determinaron que no hubo defraudación a la Administración Pública, ni asociación ilícita, tampoco enriquecimiento ilícito. Las posibles malversación de caudales públicos, cohecho y tráfico de influencias fueron descartadas, así como también las supuestas exacciones ilegales, concusión y negociaciones incompatibles de funcionario público.
“Encontramos a un aliado con beneficios para ambas partes”, había destacado el exgobernador Alfredo Cornejo, en el almuerzo del 23 de octubre de 2021, en el que se selló el millonario acuerdo político entre MASFE, el partido de Bonarrico, y el radicalismo. “A Bonarrico le dicen Bidón negro, porque nunca se sabe cuándo está lleno”, bromeó entonces el líder de Cambia Mendoza. (ver video aquí)
Es probable que, con las recientes bendiciones judiciales, el pastor no esté lleno, aunque ayer lució satisfecho y dispuesto a señalar a sus nuevos enemigos. “Los partidos tradicionales, sean peronistas o radicales, llevaron adelante estas calumnias porque era la Iglesia la que iba a ser defendida, y ellos no quieren que la Iglesia sea bendecida”, denunció el exsenador en un video que subió a sus redes sociales.
Pontificó Bonarrico, confiado en que Dios está de su lado.
